GELATINAS Y PERMISOS PARA EDIFICIOS INTELIGENTES PARA TODOS
Por: Sergio Calvo Navarijo
Es clara la propuesta del Frente Amplísimo y su candidata. Primero convertir Pemex en un edificio inteligente, claro con inversión privada, para ello, darle las concesiones a la empresa de la mandamás.
Luego realizar los cambios requeridos para convertir las energías “contaminantes” en energías altamente alimenticias. Convertir esa gran fábrica de petróleo en una fábrica de gelatinas de diferentes sabores y de preferencia sin gluten o veganas. Aún mejor para estar a tono con la modernidad, las tres modalidades, para que las ganancias alcancen a los poseedores del 130 por ciento de la empresa.
Si de niña indígena y pobre pudo hacer 600 gelatinas diarias. “Que con gran esfuerzo transportábamos y vendíamos en el pueblo. Claro, como no, si era un pueblo bien jodido. Imagínense vender 600 gelatinas entre 3 mil personas miserables, nada fácil”.
Y la imaginación no nos alcanzó para ver de que manera una niña indígena, pobre, pudo transportar esa cantidad de gelatinas sin que se derritieran. Entre personas con diferentes condiciones de pobreza y lenguas.
Conozco gente que en una vitrinita manual lleva 20 o 30 productos y con trabajo las vende en una colonia muy poblada de la Ciudad de México (antes Distrito Federal) entre gente trabajadora, obreros, albañiles, comerciantes, profesores, estudiantes etc. y les costaba vender esa cantidad de mercancía.
Innegable y plausible el mérito para llegar a gobernar un país, lleno, como ella dice de “pendejos y huevones”, quien como ella.
Entonces, con esa estatura de miras, una buena inversión, sobre todo de Iberdrola, con sus moches respectivos, se pueden convertir todas las refinerías en productivas fábricas de gelatinas para México y el mundo.
Desde luego se requerirá de la asesoría de expertos, como el antes archienemigo y próximo socio, el superexperto en inversiones, y manejo de medios el “brother”, así también quien endeude al país y le pase la deuda al pueblo para no afectar a los inversionistas, ese, el “ángel de la mercancía”, además, el experto devaluador del peso, entrenado por su padre, Enrique.
“Con la ayuda de todos ellos inundaremos el país de edificios inteligentes con moches para todos, para poder legislar a gusto, sin problemas judiciales, alcanza también para ellos, sin duda.
Y si no es suficiente pues presentamos una iniciativa para traer a García Luna, que vuelva a negociar con los de Sinaloa y nos llegue otra buena tajada, para preparar nuestro viaje a España al término de la gestión.
Y sin preocupaciones todo lo manejaremos con inteligencia artificial tranquilos”