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El que a dos amos sirve…
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El que a dos amos sirve…

Ya era demasiado extraño que no se hubiera descosido la abyecta y frankensteniana relación entre los partidos que decidieron oír el canto de las sirenas y acudir al llamado de Claudio Equis, que les prometió lo que Scar en la peli de El Rey León a las hienas: “apóyenme y nunca más sentirán hambre”. Así, con el poder que le da el dinero de sus negocios familiares, enarbolando un banderín hecho de parches, los convocó a asumir una alianza que se autodefinía como la oposición a la Cuarta Transformación, que pondría de rodillas al Presidente y que recobraría los votos de los ciudadanos por millones, al darnos cuenta del gravísimo error que habíamos cometido al elegir a López Obrador como mandatario de la República.

A cualquiera con un dedo de frente le parece absurdo creer que personas y partidos sin ideal político puedan unirse para formar uno. Es como creer que los miembros podridos que daban forma al cuerpo del monstruo de Frankenstein podían mantenerse incorruptos a pesar de la podredumbre que, por obvias razones, tenían. Y así funcionaron los primeros tiempos, porque antes de las elecciones de 2021 se relamían los bigotes cada vez que imaginaban el botín que se iban a poder repartir cuando ganaran todos los Estados en que la gente eligió Morena y se tuvieron que contentar con la mitad de alcaldías que obtuvieron mediante prácticas poco democráticas y muy fraudulentas pero que fueron avaladas por el tercero en la ecuación, es decir, el Instituto Electoral, que vio lo que le pareció que era necesario, pero omitió lo que no imaginó que era justo. Curiosamente, a pesar de los resultados en déficit, continuaron con la ficción de decir que eran una alianza poderosa e indestructible.

Es más, cuando empezaron los escándalos de Alejandro Moreno, lo primero que hicieron el PAN y el PRD fue cubrirse las espaldas, fue a abrazar al miembro caído de su unión bastarda, sin darse cuenta que, con ello exhibían sus propias decadencias: hicieron una defensa aguerrida a un corrupto que, en sus tiempos de mandamás en el estado de Campeche, se volvió inexplicablemente millonario y que tiene más dinero propiedades y bienes que pelos en la cabeza. ¿Cómo es posible que un funcionario público “decente”, cuyo salario no sobrepasaba los 52,000 pesos quincenales, pudo comprar varios terrenos que, sumados tienen una extensión de más de 7mil metros y construir una casa de más de 130 millones de pesos cash, entre muchas otras propiedades millonarias en zonas exclusivas? ¿cómo puede alguien que se dedica honradamente a su trabajo, adquirir dos McLarens de 19 millones de pesos cada uno, entre otros automóviles, y motos y tanta cosa, que dudo que siquiera los hijos de Slim se atrevan a comprar?

No, esto no se trata de persecución política, no se trata de venganzas, no se trata de exhibir las intimidades de una persona; se trata de que no podemos, como pueblo, permitir que haya seres corruptos que se cubran con trajes de buen corte, zapatos finos y peinado elegante, para aparentar que son personas decentes, pero que en realidad sean capaces de dilapidar el presupuesto de un estado para enriquecerse, o que utilicen sus medios políticos para engendrar relaciones de contubernio que les den ganancias para sí o sus familiares por muchas generaciones, malversando no solo el presupuesto, sino generando la desconfianza de las personas en los políticos en general.

A este Alito Moreno le tocó la vergüenza de ser exhibido, pero como como él, lo más probable es que haya muchos que tengan tanta cola que les pisen que, de ser también expuestos, perderían desde luego toda su respetabilidad y posiblemente, la libertad y con mucha más suerte, sus “fortunas”, que en realidad son nuestras.

Sin embargo es cierto que el que a dos amos sirve, con alguno queda mal. Y es que quisieron seguirle el juego a este flautista de Hamelín que los convocó como a las ratas, con una melodiosa tonada para que lo siguieran, y convertirlos en peones de golpeteo en contra del primer y único gobierno legítimo que México ha tenido en decenas de años, lo que no ha resultado como lo planeado, pues la política de López Obrador es totalmente incompatible con las corrupciones a las que estaban acostumbrados los grupos empresariales como el comandado por el señor x junior y la gente ya se dio cuenta de sus podridas intenciones y, por eso, ya no los votamos.

Este encantador de serpientes, prometió que les iba a dar fortaleza política para regresar al poder, un poder que desde luego no merecen ya; prometió que les iba a dar el dinero necesario para romper a la cuarta transformación y para destruir a las personas que la conforman. Cierto que no ha fallado en cuestiones del dinero, tanto es así que se mantienen unidos a pesar de los pesares, pero lo que es innegable, es que todo tiene un límite y ya se están peliandaaaaaa:  estas muestras de protección que se han prodigado llegaron a punto muerto, pues ora resulta que el presidente del PAN empieza a sentir asquito de su brother y ya no tolera verse acompañando una imposición como la que tienen, que les obliga a seguir respaldando a un PRI ultra corrupto pero que además, hoy está dando una muestra más de su nivel de adaptación y de camuflaje político, porque es capaz de tomar la apuesta sobre la aprobación de la reforma a la Ley de la Guardia Nacional como un elemento que puede fortalecer su casi fantasmal presencia en la vida política de, al menos, el Estado de México, para conservar sus posiciones políticas y de poder en la elección que se avecina. Es jugada en el tablero político.

Esta utilidad política que quieren cobrar no tiene otra razón de ser, sino mantenerse a flote, y es curioso ver cómo Marko Cortés empieza a ser el órgano que rechaza este implante artificial de dos opuestos que, aunque son lo mismo en las formas y las maquinaciones perversas contra la ciudadanía, hacen patentes sus grandes diferencias.

Resulta que Marko Cortés decidió que va por el divorcio, como dijo AMLO, porque no puede creer la traición de su brother y por ello, sentenció que o retiran su iniciativa y la votan en contra, o van a pagar las consecuencias de ese atrevimiento; y aprovechó a decir que ellos no solo no permitirán la militarización del país (jajajajaja) sino que van a defender al INE (whaaat?), equivocando la dirección de esta embestida, porque nada que ver con la Reforma de la Guardia Nacional, pero como dijera Juan Gabriel; lo que se ve no se pregunta y hoy, la misión principal del pan es mantenerse en buenos términos con un instituto electoral que le dé a este partido, la permanencia que ya no lograrán al romperse la alianza que tienen pactada con el PRI.

La revirada del PRI es monumental, porque Alito dice que lo de dejarse mangonear no va con él: que como Morena ha sido inepto para gobernar, ora ellos se van a poner a hacer lo que debía, o sea, proteger a las familias mexicanas. Un poquis cobarde al no admitir que es una jugada que les dará oportunidad de captar algo de oxígeno para las elecciones de 2023.

Es una verdad innegable que este amasiato acabaría por romperse en algún punto y este es el momento. Tenemos divorcio en puerta.

No sólo es cuestión de política o de poder. Lo que ocurre es que quieren simular que son partidos con ideales y planes de nación y que la existencia de su alianza obedece al mal gobierno de Andrés Manuel; que la nación los merece y necesita más que nunca antes, pero no pueden seguir haciendo como que son capaces de compartir las derrotas sin que les afecte. PRI y PAN son la desgracia más grande de los partidos políticos de México. Ah, y el PRD solo es la sonaja de quien quiera hacerla sonar, porque de pintar, no tiene ya ni el tono pálido del amarillo que lo caracterizaba. Su “líder” es una triste figura de la izquierda que se rompió precisamente, por las ambiciones de poder que los une con sus antes adversarios.

@cevalloslaura

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