El Milagro Mexicano. Capítulo 1

Una buena proporción de los habitantes en México está atrapada en la percepción de que las cosas van mal. Esto deriva de dos causas principales. La primera es que ha tenido que cambiar la forma en la que muchos negocios se hacían antes, porque dependían de los flujos de dinero derivados de contratos amañandos con el gobierno que hoy ya no existen y quienes dependían directa o indirectamente de ellos están pasando por un mal momento.

La segunda es la animadversión provocada en muchos habitantes, por la campaña permanente de malas noticias inventadas por los medios masivos de propaganda, que provoca que las personas prefieran quedarse con lo que les dan los encabezados amarillistas, decidiendo no buscar más información.

Sin embargo a pesar de todo esto, hay hechos y datos derivados del trabajo que hemos desempeñado los mexicanos en los últimos 4 años y medio, que tienen positivamente sorprendidos a los organismos e inversionistas internacionales, así como a los líderes mexicanos en sectores de la economía nacional a quienes les está yendo mejor que nunca, aunque hoy tengan que pagar los impuestos que antes les condonaban o les devolvían.

En este primer capítulo sólo hablaremos de 2 grupos de datos: El primero es recaudación de impuestos, gasto gubernamental y deuda pública; el segundo, empleo, salario, consumo e inflación.

Comencemos con la recaudación, gasto y deuda.

Mediante la prohibición de condonar impuestos, los ingresos del gobierno por recaudación han aumentado 38% a partir de 2019, pasando de 3 billones de pesos a 4.82 billones sólo en 2022.

Con la ley de austeridad gubernamental, los gastos del gobierno en sueldos, vehículos, celulares, viáticos, representación, equipo, guaruras, etcétera, han disminuido, lo que permite orientar los ingresos como nunca hacia salud, educación, seguridad, infraestructura, apoyos para la producción, así como a programas de bienestar que benefician a 30 de los 35 millones de familias existentes en el país.

La deuda que dejaron los gobiernos anteriores se ha restructurado con créditos en mejores condiciones. Antes el promedio estaba contratado a menos de 10 años y con hasta un 8% de intereses; hoy lo está a más de 10 años y hasta 6% de intereses. Esto permite pagar un servicio menor de la deuda y liberar fondos que se pagaban en intereses para dedicarlos a temas prioritarios.

Con el aumento de la recaudación y la restructuración de la deuda anterior, el nivel de la deuda pública en relación al producto interno bruto, que es como se mide la deuda, ha bajado y ahora representa un billón de pesos menos de lo que representaba en los gobiernos de Calderón y Peña.

En cuanto a empleo, salario, consumo e inflación, tenemos los siguentes datos.

A pesar de la pandemia y de la crisis internacional, en 4 años se han creado 2 millones 400 mil empleos y más de 1 millón 800 mil pequeñas empresas de 2019 a la fecha. Hoy de los 60 millones de mexicanos en edad de trabajar, lo realizan el 97.3% y sólo el 2.7% no tiene empleo; esta es la tasa de desempleo más baja de la historia del país y la 4ª más baja de todo el planeta.

Hoy hay más de 21 millones 825 mil trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social, un record histórico en México, con 1 millón 800 mil personas más de las que había en 2018. Además el nivel de ingresos promedio de los empleados se ha incrementado en 29%, pasando de 11,200 pesos mensuales en 2018, a 15,800 en 2023.

Los 6.4 millones de trabajadores que ganan el salario mínimo, recuperaron el 90% de su poder adquisitivo para 2023 en términos reales, es decir, por encima de la inflación, pasando de 88 pesos diarios a 207.44 entre 2018 y 2023, superando por mucho el avance de la tasa inflacionaria.

El poder adquisitivo se ha incrementado, cuando en 2018 con un salario mínimo se compraban 6.5 kgs de tortilla, 3 kgs de frijol y 3.2 kgs de huevo, hoy en cambio se compran 10.2 kgs de tortilla, 5 de frijol y 4.6 kgs de huevo.

La inflación anual en 2021 fue de 7.30%, en 2022 de 7.82 % y en 2023 de 6.24%, niveles inferiores a los que se registraron con Fox de 8.96% en el 2000, con Calderón de 6.53% en 2008 y con Peña Nieto de 6.77% en 2017, todos ellos sin pandemia ni guerra en Ucrania.

A pesar de la inflación, gracias al aumento del empleo, del poder adquisitivo y de los programas sociales, el consumo privado ha crecido en 16.1% de 2021 a 2023, beneficiando a los negocios que venden los servicios y a las empresas grandes y medianas que los producen. Hoy hay más clientes que antes y la recuperación económica del país depende en más de un 70% del consumo interno.

Con estos datos podemos comprender por qué los inversionistas del mundo tienen su atención enfocada en el “milagro mexicano” y tenemos más información precisa para dimensionar la enorme tarea que estamos realizando los mexicanos que no nos dedicamos a estorbar el avance del país.

Para quienes quieran verificar directamente los datos desde las fuentes, éstas se obtuvieron de las páginas de Secretaría de Hacienda, del Banco de México, del INEGI, el IMSS y el Servicio de Administración Tributaria.

En el capítulo dos trataremos los siguientes grupos de datos: inversión extranjera, comercio exterior, remesas, turismo, reservas internacionales, tipo de cambio peso-dólar, así como crecimiento económico, producción, programas sociales, desigualdad y pobreza.