Por:@LuisMartCas1
Estos últimos meses se ha generado uno de los debates más importantes en nuestro país desde la llegada del Covid-19: Cuarentena obligatoria, ¿sí o no?
Este dilema vuelve a aparecer en el debate público tras la inminente llegada de una segunda ola de esta terrible enfermedad, después de que ya han pasado 7 meses desde que se nos informó del primer caso en México y de tener una clara tendencia a la baja en el número de casos diarios, hasta hace poco.
La injusticia social y la pobreza siempre han estado presentes en nuestra sociedad, pero cuando nos enfrentamos con una catástrofe natural del tamaño de un sismo o bien, de una pandemia, es cuando realmente le prestamos la debida atención.
Los sectores que se pronuncian dentro de este debate tienen bien definidas sus posturas:
Por un lado, tenemos a los que están a favor de un lockdown, comúnmente personas con cierto nivel de bienestar económico, lo suficiente como para soportar el hecho de estar meses sin goce de sueldo o con un sueldo parcial.
Por supuesto que es muy respetable su opinión y su posición, ya que ven por la integridad física de las demás personas, sin embargo, muchos no se dan cuenta de algo:
La mayoría de las personas económicamente activas de nuestro país trabajan en el sector económico informal: de choferes, amas de casa, comerciantes, etcétera;
Nuestra economía ha sido gravemente dañada por la pandemia, por fortuna los números indican una recuperación rápida, sin embargo, si volvemos a un confinamiento y cierre de actividades económicas, las micro, pequeñas y medianas empresas no lo soportarán y ahora sí nos veremos en un escenario sumamente catastrófico.
Está claro que sobre todas las cosas se encuentra nuestra salud, pero ¿se han puesto a pensar en todas estas personas económicamente vulnerables?
Es por eso que el gobierno federal hasta ahora ha estado tomando decisiones muy responsables y justamente equilibradas.
Hoy vale la pena hacer una gran reflexión:
Llevamos 7 meses con esta pandemia, ya estamos familiarizados con las medidas de prevención que nos repiten casi a diario, ¿Qué no somos capaces de auto controlarnos y actuar como personas pensantes?
Si cada quién hace lo que nos corresponde, si somos responsables y disciplinados, no tendríamos la necesidad de volver a un confinamiento ni de saturar salas de hospitales.
Quiero hacer un llamado a actuar con responsabilidad, nadie tiene la culpa de esta pandemia, sin embargo, todas y todos somos responsables de acabar con ella.
Estoy más que seguro de que saldremos adelante si somos responsables y conscientes, salgamos triunfantes como la gran nación que somos.