Bacanora pagó 7 mdp por el yacimiento más grande de Litio en Sonora y ganará 1,200 MDD
Ahora que el litio es considerado el petróleo blanco, por ser el principal componente para las pilas y autos eléctricos, su demanda ha crecido enormemente.
Sin embargo, antes no era tan importante, por lo menos para el gobierno de México, quien hace aproximadamente 10 años atrás, vendió los derechos de explotación de ese mineral, a la compañía Bacanora Lithium por más de 3 mil hectáreas ubicadas en el noreste de Sonora.
Gracias a una investigación de La Jornada, se sabe que la empresa desembolsó aproximadamente 7 millones de pesos, un precio de ganga para hacerse con el control de lo que a la postre se reveló es el más grande yacimiento de litio en México, proyecto que, estima la minera, dejará ingresos por alrededor de 1,200 millones de dólares.
En 2010, Bacanora, era una empresa que en ese entonces era capital canadiense (ahora es inglesa) inició campañas de recogida de muestras en el área con el objetivo de extraer boro; no obstante, de manera fortuita descubrió que la región era ampliamente rica en litio, mineral que comenzaba a ser objeto de mayor atención por su uso en la naciente industria de los autos eléctricos.
De acuerdo al medio mencionados, los derechos de explotación de las tierras se encontraban en manos de un particular, a quien Bacanora, compró en 2010 las concesiones por un costo de 40 mil dólares (490 mil pesos al tipo de cambio de entonces) y la cesión de 500 mil acciones de Bacanora a un precio equivalente de un dólar por acción, lo que equivalía a aproximadamente 6 millones 200 mil pesos.
Las tierras que adquirió Bacanora en el 2010, se ubican a 190 kilómetros al noreste de la ciudad de Hermosillo, Sonora, y están a 200 kilómetros al sur de la frontera con Arizona.
La empresa minera asegura ya haber recibido permiso del gobierno local y los propietarios de los ranchos cercanos mencionados para realizar trabajos de exploración, además de asegurar que más allá del pago que hizo por la concesión de las tierras, “no hay otras regalías que haya tenido que pagar, derechos de devolución u otros acuerdos”.
Con información de La Jornada