Alfaro: El fracaso de un gobernador inflado por los medios
Alfaro es el ejemplo claro del político conservador en campaña permanente, que intenta posicionarse adecuadamente, para enfrentar las elecciones del 2021.
Pero al mismo tiempo, ejemplifica al gobernador irresponsable e incompetente, a quien las cosas le resultan al final desastrosas.
Lo sucedido hace unos días en Jalisco, muestra como todo el castillo de naipes construido con recursos públicos y con fines políticos, antes que sociales, se viene abajo estrepitosamente.
Hay inconformidad social en esa entidad. La gente reprimida por una autoridad que habla de derechos, pero restringe los mismos en la práctica, vio con claridad que el discurso de Alfaro es falso y que su respeto hacia los derechos humanos, es nulo.
No es necesario narrar la violencia que se vivió en las calles de Guadalajara principalmente, en estos últimos días. La información gráfica al respecto es elocuente. Gente golpeada por la policía del Estado de manera salvaje. Desaparecidos y amenazados. El repertorio completo del autoritarismo se hizo presente en esas jornadas de protesta.
Alfaro intentando una salida desesperada, culpando al gobierno federal y específicamente al presidente López Obrador de las acciones de protesta generadas por ciudadanos que culpan al gobernador y no al presidente, de la violencia de Estado.
Nada le funcionó al pequeño dictador de Jalisco. Pocos creen en sus explicaciones contradictorias. Un día señala una cosa y al siguiente se desdice.
Niega lo que para todos es evidente y su credibilidad decrece a diario.
Y es que al parecer, hay la intención en la clase conservadora de arrancar de inmediato las precampañas electorales, con miras al 2021.
Vemos a Marko Cortés llamando a los ciudadanos del país a crear un amplio frente que gane espacios en los congresos del país, para frenar las políticas de la Cuarta Transformación. Nadie responde a su llamado, pero él cumple su rol al hacer la invitación. Lo mismo hicieron en los últimos días, los principales panistas y calderonistas del país.
Invitan a los ciudadanos a unirse en torno al PAN, o a “México Libre”, para lanzarse de cabeza al proyecto neoliberal que representan. Un salto mortal hacia el pasado corrupto y criminal.
Los medios de comunicación conservadores están en efervescencia. Notas y notas en contra de la Cuarta Transformación y del presidente. Todo en base a información adulterada, noticias falsas y campañas de guerra sucia.
Las precampañas se desataron a lo largo y ancho del país y es un hecho que esto irá creciendo, en proporción a la proximidad de las elecciones.
Los conservadores dieron la voz de arranque y toda su maquinaria política, de comunicación y de gobierno, se puso en marcha.
Alfaro quiso ser de los primeros y las consecuencias que está pagando desde el arranque, son fatales para su carrera política.
Hay un factor interesante que debemos tener presente. Los conservadores han dedicado tiempo desde hace meses a un detalle político-social que los inquieta mucho. Las redes sociales.
Desde la campaña de Carmen Aristegui para desacreditar a determinados actores en redes, que disfrutan de la credibilidad que no tiene el periodismo profesional, ha surgido una campaña para calificar de bots, “estructuras de apoyo” “perfiles humanos con actitudes de bots y trolls”, a quienes manifiestan con claridad su apoyo pleno al presidente López Obrador y a su proyecto de cambio de régimen.
La revista Proceso, que bien podría cambiar su nombre al de revista Zavala (por aquello de que el esposo de la propietaria del medio es Juan Ignacio Zavala, hermano de Margarita y cuñado de “La Gallina Teporocha”), publica esta semana un artículo en el que descalifica a lo que ellos llaman “estructuras del gobierno que se trasladan a las redes sociales”.
Dan nombres específicos y califican a estos actores de “pro-AMLO”. El manejo de HT (etiquetas) propuestos e impulsaos por esta “estructura”, lo califican como acción concertada desde el gobierno.
La prensa conservadora en su conjunto ha sostenido este tipo de afirmaciones, calificando de bots, o de usuarios que controlan granjas de bots, a todo aquel que se destaca por su apoyo abierto al presidente López Obrador.
Hay un motivo específico para esta campaña. El poder del pueblo en redes sociales es total.
Las verdaderas granjas de bots de la derecha y la campaña de los medios de comunicación en redes, nada han podido contra la fuerte muralla que defiende a la Cuarta Transformación y al presidente, en todas las plataformas sociales.
Los conservadores le tienen miedo al poder de las redes. Saben que el apoyo que se brinda al cambio es real y saben que ante ese poder, nada pueden.
Si Alfaro se hunde políticamente en este momento, es por la forma en que las redes sociales dieron cuenta de lo que verdaderamente estaba sucediendo en Jalisco. Las mentiras del gobernador, de los políticos que son afines con el neoliberalismo y la prensa que difunde noticias falsas o adulteradas, nada pudieron hacer en su defensa.
Alfaro queda en el imaginario social como el represor que es y esa estampa real ya nadie se la quita.
La intención conservadora era restar fortaleza y credibilidad a los ciudadanos que han formado ese muro infranqueable en apoyo al presidente López Obrador.
Por eso las calumnias de Aristegui y otros medios. Pero hasta el momento, nada les ha funcionado.
Las precampañas inician sin que los medios alternativos hayan perdido credibilidad. La gente los sigue porque sabe que ahí encuentra la verdad.
Por último, hay que decir que quienes apoyan actualmente a la Cuarta Transformación, han seguido el consejo del presidente en el sentido de “definirse” políticamente.
Millones de mexicanos se declaran abiertamente a favor del cambio que vive el país. Esa es la gran estructura a la que se enfrentará la pequeña clase conservadora en el 2021.
No se trata de granjas automatizadas, ni de servidores públicos.
Es el pueblo que defiende su proyecto.
Los conservadores, no terminan de definirse hasta el momento. Muchos navegan aún con pretendidas banderas de “independencia”.
Son reaccionarios de closet, a quienes el pueblo tiene plenamente identificados.
Mentirosos profesionales a los que pocos hacen caso.
Las precampañas están en marcha y cada quien defiende sus posiciones.
Por lo pronto, hemos sido testigos del poder de los medios alternativos y de las benditas redes sociales.
Enrique Alfaro está hoy en la lona.
Malthus Gamba