¿A cómo el kilo de chayote?

Por: Rafael Redondo
@redondo_ rafa

Durante este sexenio nos ha quedado muy claro, el papel que han jugado los medios de comunicación y sus “expertos”, dentro del juego del poder:

Desde líneas editoriales a favor de ciertos grupos (escudándose detrás de la máxima, ya caduca de, “al poder se le critica”), hasta notas falsas. En síntesis, vulgar propaganda.

El pensador italiano Antonio Gramsci quien, padeció la dictadura de Mussolini, hizo desde la cárcel, una disertación muy interesante alrededor del concepto, Hegemonía.

Para Gramsci, la Hegemonía de las élites no sólo se logra mediante el uso de la fuerza sino, con la intervención de otras instituciones (escuela, familia, iglesia, ciencia, etcétera), para producir ciertos significados y valores y, mantener el statu quo.

Para que esa Hegemonía permanezca, juegan un papel fundamental sus “intelectuales” (sí, entre comillas), a quienes llamó, “intelectuales orgánicos”, indispensables para construir discursos y determinar o dirigir, lo que debe ser y entonces, manipular conciencias.

Los Intelectuales Orgánicos están diseminados lo mismo en la iglesia, en la academia y en los medios de comunicación. Se ubican en la primera línea de batalla por la autoridad y, por el poder. Divulgan sus ideas, no por un acto generoso ni filantrópico; al contrario, se presentan como la autoridad del “experto”, frente al resto del mundo, “los profanos”.

Estos personajes divulgan sus ideas en el púlpito, en las aulas y a nivel masivo, en los medios de comunicación convencionales y, refuerzan actualmente su estrategia, con la utilización de granjas de bots, cuyo objetivo es, construir percepciones.

Luego de que el presidente expuso las ganancias de las empresas de Xóchitl Gálvez, de inmediato se accionó esta maquinaria mediática para rasgarse las vestiduras, acusando que, se trata de toda la maquinaria del estado contra Xóchitl Gálvez. Ningún periodista de medios convencionales se cuestionó y menos, investigó, los negocios de la señora. Hasta los familiares de Xóchitl salieron a desmentir sus inventos de, “la pobre chica indígena que se supera”. Ahí están los familiares en video, en las redes; pero, a ningún medio le pareció importante.

¿Cómo debería ser el trabajo de un auténtico periodista?

Les comparto esta frase:

“Si una persona dice que llueve y la otra dice que no, tu trabajo como periodista NO es, darles valor a ambas. Es abrir la ventana y ver si está lloviendo.”

Si los periodistas estuvieran realizando bien su trabajo, el presidente no tendría que salir todas las mañanas, a desmentir notas periodísticas falsas o a denunciar conflictos de interés. Ese es el campo de acción del periodista, claro, en un mundo idílico.

El episodio Xóchitl Gálvez, inició cuando el presidente mencionó que Xóchitl, estaba en contra de otorgar pensiones. Xóchitl sí lo declaró; sin embargo, recibió por parte de un juez un derecho de réplica. Pero, ningún medio de comunicación importante, salió a desmentir a la señora, aunque sus declaraciones están en video y corren por las redes; tampoco era un trabajo complicado desmentirla.

¿Dónde estaban aquí los periodistas?

Posteriormente, aparece Vicente Fox a declarar, respecto a las pensiones y lo cito:

“Ojalá Xóchitl nos cumpla eso de que los huevones, no caben en el gobierno y tampoco en el país. Se acabó de que sigan recibiendo programas sociales. ¡A trabajar cabrones!, como dice Xóchitl”.

Este señor, eso sí, reclama su pensión y dice que, un expresidente debe vivir tranquilo luego de su gestión, menos, López Obrador; y aún peor, Vicente Fox sale en un comercial del PAN para decir que, él fue quien creó los programas de pensiones.

Este tema, ¿no estimuló a ningún periodista? ¿A ningún medio le parece tema importante la vulgaridad al referirse a los grupos vulnerables, quienes reciben alguna pensión?, ¿no es trascendente la hipocresía y el cinismo de Vicente Fox y su relación directa con quien pretende convertirse en presidente, es decir, Xóchitl Gálvez?

Luego, Enrique de la Madrid y Santiago Creel, se dicen discriminados por ser “güeritos” y, ¿ningún periodista orgánico retoma el tema del racismo en México e inicia una discusión al respecto que, resultaría bastante interesante y útil, máxime que, ambos personajes pretenden ser presidente?

Hay que aclarar que, la Discriminación Inversa, no existe.

Es como si el gato, arriba del ratón en la cadena alimenticia, se sintiese discriminado porque el ratón, le dijo que, tiene los bigotes chuecos. ¡Gato, no seas ridículo!

De la Madrid y Creel, no tienen idea del país en el que viven; pero, a ningún periodista orgánico, le pareció importante analizar estas declaraciones.

Será que, los periodistas orgánicos, ¿también son güeritos?

Ya escuchamos a varios de estos periodistas, analistas, eruditos, profesores eméritos, todos, con espacios importantes en medios convencionales de comunicación decir que, no son chayoteros. Sus nombres, ¿para que los mencionamos?, ya todos los conocemos.

El chayote, no siempre se recibe en efectivo. El chayote, también es un empleo, son relaciones, son posiciones dentro de las élites, cuates de “los de arriba”, sueldos estratosféricos y, sobre todo, hacerles el favor de sentir que, pertenecen a una élite y que, por tanto, se encuentran encima del resto de los mortales. A un intelectual, periodista, comunicador, se le compra más fácil, acariciándole el ego que, con dinero.

Otro de los beneficios de la 4T es comprobar que, el pensamiento de Gramsci sigue vigente, aún con el surgimiento de las redes sociales.

Sería interesante entrevistar a algún periodista o intelectual de éstos, orgánicos y, ya que les fascina tanto la frase de, “al poder se le critica” (les recordamos que,