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OPINIÓN | Pablo Salazar, un legado manchado por la historia
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OPINIÓN | Pablo Salazar, un legado manchado por la historia

Pablo Salazar es un nombre que provoca escalofríos en los habitantes de Chiapas, evocando una era oscura marcada por la represión, corrupción y opresión flagrante, durante su mandato como gobernador de Chiapas.

En su régimen, la libertad de expresión se asfixió, encarcelando a periodistas, abogados y activistas que se atrevieron a desafiar su autoridad. El trágico capítulo de Comitán, donde la negligencia gubernamental se cobró la vida de inocentes recién nacidos, se convirtió en una mancha indeleble en la memoria de la región.

Los derechos de los campesinos e indígenas fueron reprimidos y pisoteados, dejando una estela de sufrimiento y desesperación. Además, se le acusó el desvío de fondos, por más de 104 millones de pesos, que eran destinados a los afectados por el Huracán Stan, con lo que se reveló su avaricia desmedida y su insensibilidad hacia los más necesitados.

Sus crímenes innegables lo llevaron a la cárcel, sin embargo, después de un año logró su libertad a través de pactos con el exgobernador Juan Sabines, amigos y familiares. Fue una muestra repugnante de cómo la corrupción y el cinismo se entrelazan en los círculos de poder más altos.

No es de extrañarse que fuera conocido como el falso nazareno, una figura enmascarada en hipocresía, venganza y rencor, desplegando una cruzada personal despiadada contra cualquier voz disidente.

Por si fuera poco falsificó su título de licenciatura, una astucia flagrante para asegurar su participación como candidato perredista en una alianza de partidos, desafiando cualquier intento de ser destituido como gobernador ilegítimo gracias a su red de complicidades y engaños.

Su colaboración con un Fiscal implacable, Mariano Herrán Salvatti, resultó en una red de acusaciones fabricadas y detenciones injustas, sembrando el miedo entre aquellos que se atrevieron a desafiar su autoridad.

Pablo Salazar, un nombre que no debe olvidarse, un nombre que se graba en la memoria colectiva como un símbolo de opresión, corrupción y crueldad.

Recordemos que Pablo Salazar fue acusado por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita al fungir como promotor del corporativo Álvarez Puga & Asociados, encargado de crear empresas “fantasma” bajo el diseño outsourcing, para evadir el pago de obligaciones y derechos al fisco.

Esto incluyó también a José Antonio Aguilar Bodegas, entonces director general y socio del corporativo. Se tienen expedientes en el cual Aguilar Bodegas realizó transferencias bancarias por cantidades que iban de los 500 mil al millón de pesos mensuales.

Por si fuera poco Aguilar Bodegas fue ubicado también como empleado de la empresa Aeraruim, S.A. de C.V., cuya nómina lo registra con un sueldo superior al millón de pesos mensuales, cuando él había declarado que percibía 150 mil pesos mensuales.

En otro orden de ideas, Pablo Salazar, junto al entonces presidente Vicente Fox, auspició a Kamel Naciff, acaudalado “rey de la mezclilla”, supuesto implicado en la red de pederastas con el empresario preso en Estados Unidos, Jean Succar Kuri, en la inauguración de una fábrica de suéteres y playeras Trans Textil Internacional SA de CV (TTI), en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.

La más alta traición es que en el año 2000, cuando el ingeniero  Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Andrés Manuel López Obrador luchaban por un cambio verdadero, apoyaron a Pablo Salazar Mendiguchía para la gubernatura de Chiapas y luego los traicionó.

Pero nada más ganó el cabeza hueca de Fox; Pablo Salazar se tendió de alfombra incluso hasta un boulevar de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, le puso su repugnante y vergonzoso nombre. Pero hoy, muchos que juraron amor eterno a Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto, buscan salvarse del hundimiento del PRI, PAN, PRD, e intentan filtrarse a Morena.

Llama la atención que hoy Pablo Salazar se siente asesor y consejero de Morena.

La verdad es que no sé quién lo recomendó, pero aquí cabe la frase : ¡No me ayudes compadre! Es un sinvergüenza, pues toda su vida ha vivido de la mamazón presupuestal y quiere seguir robando como lo hacía antes, pues —para los que no lo sabían—, después de vivir en una casa de interés social en la colonia 24 de Junio, en la capital de Chiapas, ahora hasta viñedos en otros países tiene.

Es clásico de políticos que se dicen de izquierda, como lobo disfrazado de oveja, tal como sucede con Eduardo Ramírez, gran amigo de Pablo Salazar, quien está en Morena, pero su interés es personal, la de sus amigos y no la del pueblo.

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