La ventaja geoestratégica de México
Antes de la pandemia China no invertía ni un centavo en México, pero era uno de los países que más invertía en América Latina. Esta situación cambió con el conflicto comercial que se desató con los Estados Unidos, que comenzó a cerrar una buena parte de las importaciones directas desde ese país.
De acuerdo con un informe de la UNAM, en 2022 el país asiático disminuyó sus inversiones en América Latina, pero aumentó las que realizó en México en un 48%, convirtiéndose en el país que más inversión extranjera está colocando en nuestro país para fines de reubicación de empresas que fabrican productos para venderse en el mercado norteamericano.
De acuerdo con Franklin Temleton, uno de los administradores de fondos más grandes del mundo, México tiene más espacio en infraestructura industrial en toda América Latina y la cercanía con Estados Unidos hace que el sector exportador del país pueda brillar mucho para los siguientes años.
A partir de la tendencia de reubicación de empresas para acceder más fácilmente y a un menor costo al mercado de Norteamérica, están entrando inversiones a México desde Estados Unidos, Alemania, España y ahora también desde China.
Tan solo con la decisión que tomó Tesla de instalar su industria en nuestro país, las plantas chinas, que son parte de la cadena de suministro de Tesla, tendrán que instalarse cerca de esta para que la empresa de Elon Musk tenga a la mano los insumos que requiere para producir.
Desde hace tiempo, muchas de las cosas que pasan en América Latina tiene algo que ver con China, pues la relación empezó por el comercio de materias primas, cuando el gigante asiático se convirtió en el principal comprador de las mismas para protegerse de los efectos de la crisis financiera global de 2008.
En otro tenor Larry Browne, gerente regional para Latinoamérica en Hantec Markets, afirmó que el importador de petróleo crudo más grande del mundo, se enfrenta a una recuperación económica vertiginosa con el Banco Popular de China, recortando las tasas de referencia en un intento por inyectar algo de optimismo en los mercados.
El recorte de esas tasas de interés chinas, podría estimular la actividad económica interna en ese país al abaratar los préstamos. Esto podría conducir a una mayor inversión de las empresas chinas en varias regiones, incluida América Latina. Las tasas de interés más bajas pueden alentar a los inversionistas chinos a buscar mayores rendimientos en los mercados extranjeros, donde pueden encontrar oportunidades de inversión muy atractivas.
Esto puede tener un impacto positivo en las economías de los países de la región que dependen en gran medida de las exportaciones a China, como los exportadores de minerales, productos agrícolas o recursos energéticos.
No obstante uno de los riesgos que se avizoran para la inflación global, es que la economía de China comience a acelerarse, pues si empieza con una demanda fuerte, hará que suban los precios de las materias primas y el ciclo inflacionario se acelere.
Sin embargo en este escenario, el más beneficiado es México por su cercanía con las dos economías fuertes de Norteamérica, ya que tiene el desarrollo de infraestructura que permite a las empresas contar con lo que se requiere para llegar al país, el marco jurídico en el que se celebran y respetan los contratos privados, así como el manejo sensato de la economía que proporciona certeza en el futuro para los inversionistas y las corporaciones.
Como dijo el sociólogo francés Gustave Le Bon: “Para progresar no basta con actuar, hay que saber en qué sentido actuar”.