EPN espió a AMLO, aún después de la elección 2018: Contralínea
Como se desprende del análisis de varios documentos y grabaciones accesadas y reveladas por el medio Contralínea, el entonces presidente Enrique Peña Nieto mantuvo la vigilancia estrecha de quien al momento era presidente electo Andrés Manuel López Obrador y de su entorno familiar, político y social, donde prácticamente la totalidad de sus comunicaciones fueron registradas en los archivos del Cisen.
Pero, como consta en los citados expedientes, la vigilancia, eufemísticamente llamada “trabajos de inteligencia”, no se limitó a los medios digitales, pues la denominada “vigilancia técnica” incluía un seguimiento físico de López Obrador, con reportes que engrosaron los expedientes acumulados por el Cisen hasta los últimos días de la administración peñanietista.
Pero los reportes no se limitaban a la transcripción o descripción de las comunicaciones y movimientos del tabasqueño, sino que se hacía un análisis del comportamiento: “es importante mencionar que cuando AMLO requiere hablar con Beatriz Gutiérrez, se comunica con César Yáñez para que sea él quien le pase el mensaje o bien se la ponga al teléfono. Derivado de lo anterior se puede determinar que AMLO utiliza intermediarios y/o las líneas móviles de los colaboradores que conforman su primer círculo para comunicarse con otras personas”, se lee en los documentos.
La vigilancia en contra de López Obrador venía de tiempo atrás. Previo a ganar la Presidencia de la República con el voto de más de 30 millones de electores, cada semana los agentes del Cisen integraban informes donde resumían el comportamiento del político tabasqueño: a dónde fue, con quién se reunió, con quién habló, si la conexión fue por telefonía fija o móvil, verbal o por mensajería instantánea; y se transcribían las conversaciones, incluidas las más irrelevantes.
De esta vigilancia ilegal llevada a cabo por el Cisen, se derivó una masiva intervención a las comunicaciones del entorno de López Obrador, llegando a 50 números telefónicos espiados, como consta en la recientemente publicada investigación multinacional denominada Pegasus Project.
El espionaje real fue de grandes magnitudes, alcanzando a terceros, que no necesariamente tenían comunicación o relación directa con el ahora Presidente de la República, como Temo Jiménez; Blanca Lirio Muro Gamboa; Alberto Daniel Rojas Márquez; Maricela García Rodríguez, conocidos de la esposa de López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller.
Así fueron vigilados estrechamente todos y cada uno de los movimientos de López Obrador, todas sus comunicaciones, por triviales o personales que éstas fueran, se intervino a prácticamente todo el personal en su casa de campaña, familiares, amigos y conocidos, y toda esa información fue clasificada, analizada, reportada y archivada por el Cisen.
Por su parte, al abordar el tema del espionaje, el primer mandatario dijo que: “Ahora se dio a conocer que se contrataba a una empresa, creo que israelita, Pegasus, para espiar. Y esto se sabe, pero en la llamada sociedad política y yo quiero que lo sepa todo el pueblo, que se destinaba dinero del presupuesto para contratar servicios de espionaje y se espiaba a todos los dirigentes de oposición y se espiaba a periodistas, y se espiaba a muchísima gente”.
“¿Cómo se espiaba? Tenían equipos sofisticados para escuchar todas las llamadas telefónicas, no solo de la persona que era el blanco, sino de todo su entorno. Desde luego me espiaban durante uno, dos años, bueno, mucho más, pero ahora se da a conocer que también espiaban a mi esposa, a mis hijos, bueno, hasta al médico que me atiende, al cardiólogo”, agregó.
“Ahora, independientemente de que se llevaba a cabo esta labor de espionaje, imaginemos cuánto costaba, cuánto dinero se destinaba al espionaje. Y regreso a lo mismo, esto ya no se hace, no se espía a nadie, ya desapareció el llamado Cisen, porque se han hecho tantas cosas y en poco tiempo, y además no hemos alcanzado a informar de manera amplia que vamos a seguir dando a conocer estas cosas que ayudan a entender de que somos distintos, que no es lo mismo, que se está llevando a cabo en México una transformación en la vida pública del país. Entonces, ya esto no sucede, el gobierno no espía nadie, los opositores no son espiados, no hay censura para los medios de información, a nadie se le limitan sus libertades”, finalizó
Con información de Contralínea