Las calificadoras extranjeras: De dioses neoliberales a ‘focas aplaudidoras’ de la 4T
En días pasados, la calificadora internacional de riesgo Fitch Ratings, uno de los dioses a los que los neoliberales le rinden pleitesía, mantuvo la calificación de México con grado de inversión, fundamentando su evaluación en que el país cuenta con un marco macroeconómico estable y un marco sólido en sus finanzas públicas.
Estamos en un escenario donde México fue la economía que mayor crecimiento neto del Producto Interno Bruto tuvo en el mundo, durante el tercer trimestre del año, con un aumento del 12% sin contratación adicional de deuda; donde el peso mexicano recuperó casi 20% de su valor entre abril y noviembre de este año, llegando a niveles que tuvo en febrero del 2017; en el que se han recuperado el 65% de los empleos perdidos, así como de la caída en actividad industrial durante la pandemia; donde el precio de la gasolina ha disminuido en 5% a causa de que las refinerías mexicanas están produciendo 30% más de lo que procesaban en 2019; en el que el monto por concepto de remesas provenientes de los mexicanos en Estados Unidos creció 10% en relación con el año pasado; donde los comercios han vendido un 8% más de lo que vendieron que en 2019 y el ahorro de las familias creció en casi 13% según la Asociación Mexicana de Bancos.
Con un entorno donde la delincuencia en general disminuyó más de 30% y la proporción de empresarios que declararon haber sido víctimas de la corrupción es 24% menor hoy de lo que era en 2018, según la mismísima Coparmex y en el que los mercados de valores están estables.
Tomando en cuenta algunos de estos factores, otra de las deidades que reciben ofrendas de admiración y hasta culto por parte de todos los exfuncionarios neoliberales mexicanos de los últimos 5 sexenios, El Fondo Monetario Internacional, ratificó el pasado Viernes una línea de crédito para México por 61 mil millones de dólares, señalando que el colchón con que cuenta nuestro país, tomando en cuenta sus reservas internacionales, más este crédito abierto, y otro acuerdo bilateral abierto con la Reserva Federal de Estados Unidos, asciende a más de 313 mil millones de dólares.
Es decir, que México cuenta con un colchón de dinero para hacer frente a cualquier eventualidad, que es mayor a la cantidad que se destina en todo el presupuesto anual del gobierno federal: Mas de 6.3 billones, o millones de millones de pesos.
Los siguientes puntos cumplidos por el gobierno mexicano, que señaló textualmente el FMI para mantener este crédito abierto a México fueron: Tener una deuda sostenible con finanzas públicas sanas, una política fiscal sustentable en la ley y riesgos manejables para la deuda, una inflación baja estable, expectativas de mediano y largo plazo bien ancladas en el contexto de un marco sólido de política monetaria y cambiaria, una posición adecuada de reservas internacionales, un sistema financiero robusto y solvente con supervisión efectiva del sector, así como un historial de acceso estable y favorable del gobierno a los mercados internacionales de capitales.
Como si esto fuera poco también el viernes, el banco HSBC, uno de los más grandes del mundo, señaló que México tiene mejores variables fiscales que otros países del mismo grado de desarrollo, como Brasil, y que por esta razón conservará su grado de inversión actual, por lo menos durante los próximos 2 años.
Así es que el manejo de la política económica del gobierno de México, es reconocido y respetado por los representantes de las 3 deidades neoliberales.
Estamos esperando el comunicado que seguramente escribirán en servilletas de marca Kimberly Clark, Calderón, Claudio X González, Meade, Anaya y Videgaray llamando focas aplaudidoras a los bancos internacionales, a las calificadoras de riesgo y a las autoridades financieras mundiales, para tratar de desahogar su ira.
Como dice el Dalai Lama: “La ira nace del temor y éste de un sentimiento de debilidad y de inferioridad”.