♪♫ LIBRE SOY, LIBRE SOY… ♪♫
Dra. Bárbara Leonor Cabrera Pantoja | Entre letras, con mi café y a un “x” de distancia me encuentran como @_BarbaraCabrera
“Entre la mafia y el Estado prefiero a la mafia. La mafia tiene códigos, la mafia cumple, la mafia no miente, la mafia compite”
Javier Milei, presidente electo de Argentina
En los últimos tiempos hemos escuchado el discurso de los “libertarios” el cual se ha intensificado. Se asumen como tal, pues parecen avergonzarse de presentarse como lo que son: políticos conservadores de derecha y de ultraderecha, entusiastas de las políticas neoliberales.
Al respecto viene al caso aludir a Tzvetan Todorov quien en su libro Los enemigos íntimos de la democracia advierte “Los neoliberales reivindican valores abstractos que resultan atractivos a todo el mundo, en este caso la libertad” (2012, p. 102) y continúa el mismo autor revelando que “en un primer momento creía que la libertad era uno de los valores fundamentales de la democracia, pero con el tiempo me di cuenta de que determinados usos de la libertad pueden suponer un peligro para la democracia. ¿Será un indicio el hecho de que las amenazas que pesan hoy en día sobre la democracia proceden no de fuera, de los que se presentan abiertamente como sus enemigos, sino de dentro, de ideologías, movimientos y actuaciones que dicen defender sus valores?” (2012, p. 7)
Así, en nombre de un malentendido uso de la palabra “libertad” y con estridencia algunos acceden al poder; tal es el caso de Javier Gerardo Milei, quien el 10 de diciembre de 2023 asume la presidencia de Argentina.
Dicho individuo alcanzó notoriedad y exposición pública en debates televisivos transmitidos en canales de Argentina, donde se caracterizó por insultar, denostar y agredir a sus interlocutores con un lenguaje soez al momento de exponer sus ideas y postulados; esto es, bajo el manto de la libertad irrumpe y minimiza a los otros. Una de ellas fue registrada por el periódico Clarín, si tienen curiosidad de que trata dejo aquí el enlace
Dicho personaje suele definirse como anarcocapitalista y aboga por la abolición del Estado, o por lo menos reducirlo al mínimo, ya que lo considera “el mal absoluto”
Retomando las reflexiones de Todorov, “por definición, ninguna sociedad organizada concede libertad ilimitada a sus habitantes, dado que se dota de leyes. Lo que se sitúa más cerca de este extremo sería un país en el que reinara la anarquía total (aunque la palabra reinara no es muy oportuna en este caso, ya que precisamente no reinará nada), pero ¿ha existido alguna vez? Sería un país asolado por la guerra civil, y por lo tanto por el desmoronamiento de todos los poderes importantes” (2012, p. 141)
El triunfo de alguien como Milei se debe a varios factores, uno de ellos se debe a la crisis económica y el hartazgo social que padecen –desde hace años- los argentinos; entonces, la victoria de Javier podríamos decir fue una suerte de motín electoral. Estemos atentos a como se viene el futuro para Argentina y las repercusiones que tendrá en América Latina.
Otro caso de “libertarios” lo observamos en la influencer ultraderechista Gloria Álvarez, guatemalteca radicada en México, quien recientemente fue invitada a la UNAM por la cátedra de Sistema Político Mexicano donde presentó su clase “21 lecciones económicas para el siglo XXI”. Es importante decir que la señora Álvarez es empleada de Ricardo Salinas Pliego, oligarca que se niega a pagar impuestos, además de ser un violentador y explotador laboral; en suma, un personaje impresentable al cual la influencer defendió durante su exposición.
En esta vorágine, los integrantes de la cada vez más desprovista y desesperada oposición moralmente derrotada vitorean y levantan en hombros a sus nuevos referentes. Al grito de ¡hip hip hurra! Se abrazan al Mileismo argentino que ha prometido dinamitar el escaso Estado de Bienestar de aquella hermosa Nación latinoamericana; así también han aplaudido a personajes impresentables como Gloria Álvarez y algunos otros que andan por ahí, intentado enquistarse en el poder público, para obtener beneficios personales.
Es importante conocerlos, observar sus acciones; para no dejarse engañar por personajes como los aquí expuestos. Puesto que se presentan con máscara de defensores de la democracia y la libertad, cuando en realidad desconocen al pueblo, odian la democracia, aborrecen el bienestar social y se escudan en la sociedad civil, envuelta en un amasijo de membretes, así como de mercadotecnia.
Por fortuna para nosotros, en México estamos viviendo un proceso de transformación donde el pueblo ha tomado protagonismo y permea el Estado de Bienestar que enarbola el Humanismo mexicano.
Veamos cómo lo expresa el Presidente Andrés Manuel López Obrador:
“Y yo siempre he dicho que los cacicazgos duran hasta que el pueblo quiere. Hidalgo decía, ayer lo recordaba yo, y lo usaba mucho el presidente Juárez, decía Hidalgo: ‘El pueblo que quiere ser libre, lo será’. Tengamos mucha confianza en la gente.
Hemos avanzado muchísimo porque ya hay un cambio de mentalidad en nuestro país, el pueblo está muy politizado, muy informado, muy consciente.
Hay quienes piensan que es lo mismo de antes, que el pueblo es tonto y se le puede manipular. Tonto es el que piensa que el pueblo es tonto. Ya las cosas cambiaron, ya no se puede poner vino nuevo en botellas viejas. Por eso hay mucho desconcierto de algunos, porque ya es otra cosa, hay más apertura, ya no hay cercos informativos, ya no hay tanta manipulación en los medios, porque existen las redes sociales, porque cada ciudadano es un medio de comunicación. Eso no existía.
No lo hemos internalizado lo suficiente, pero antes era lo que decía el periódico, lo que se escuchaba en la radio, lo que se veía en la televisión, por eso se hablaba del cuarto poder, y no era cuarto poder, llegó a ser el poder más omnímodo, el principal, llegaron a poner hasta autoridades con el poder mediático. Las grandes corporaciones de la comunicación o de la manipulación tenía más fuerza que el Poder Legislativo y que el Poder Judicial.
¿Quién del Poder Judicial se le iba a oponer a las televisoras en aquellos tiempos? ¿Qué juez, que magistrado, que ministro, qué diputado, qué senador? No, dominaban por completo porque formaban parte –y siguen todavía, nada más que ya, poco a poco han ido cambiando las cosas-, formaban parte de la oligarquía de los que se sentían dueños de México, de los que mandaban.
Porque no es cierto en sentido estricto que viviéramos en una democracia, había una oligarquía, que es el gobierno en favor de una minoría con fachada de democracia. La democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo, con el pueblo. Eso no existía, era una élite la que mandaba y esa élite tenía el control casi absoluto de los medios de información. Ahora no, eso lo tenemos que celebrar, ahora la verdad se abre paso y llega hasta el más apartado rincón del país.
Estamos viviendo tiempos interesantes, no tenemos por qué quejarnos, nos fue bien a nuestra generación. Hay veces que no pasa nada, imagínense, hasta siglos en la historia de México en que no sucedía nada, no se movía ni una hoja del árbol de la política, era inmovilismo. Ahora no”
Por tanto, en las próximas elecciones (no importa el año de que se trate) recuérdese esto: a la derecha no se le conoce ninguna causa en bien del pueblo, ellos son gestores de interés parciales. Ellos van por la vida pública vociferando ♪♫ libre soy… libre soy ♪♫ mientras afinan sus largas mañas para servirse del erario y así gozar de privilegios mal habidos.
Dicho esto, dispongámonos a despedir 2023 y recibir 2024 con altas expectativas para consolidar la Cuarta Transformación y exaltar el humanismo mexicano.
Es todo por hoy.
Hasta la próxima Nornilandia.