Una de las condiciones necesarias para que una traición sea exitosa, es la sorpresa. Para que se pueda burlar a alguien impunemente, se requiere que el traicionado no esté plenamente consciente de la actuación del traidor.
Por eso la expresión común que describe un acto de esta índole es “clavar el puñal en la espalda”, tal vez mediante la simulación de un abrazo que se aprovecha para consumar el acto.
Sin embargo cuando la víctima potencial está alerta, conoce la identidad del traidor, así como su intención, es mucho más difícil llevar a cabo el engaño y quedar impune. El resultando de ese acto será la autodestrucción irremediable, directa y contundente del atacante.
Los mexicanos hemos sido traicionados en muchas ocasiones durante nuestra historia y especialmente a lo largo de los últimos 40 años del período neoliberal, cuando los gobiernos de esa época nos vendían como convenientes negocios que sólo beneficiaban a unos cuántos, clavándonos el puñal en la espalda una y otra vez.
La estrategia era incluso transexenal. Tomemos como ejemplo el caso de PEMEX, empresa del estado que era el pilar económico de la hacienda pública, pero que a partir del gobierno de Fox comenzaron a desmantelar dejándola caer. Con Calderón la endeudaron, abandonaron su mantenimiento, así como su capacidad operativa. Finalmente con Peña nos convencieron de que ya no servía y que era preferible vender concesiones de petróleo a empresas extranjeras. Así lo hicieron dejándonos casi completamente dependientes de los extranjeros para cubrir nuestras necesidades de combustibles del mercado interno.
Y todo eso era una situación preparada por ellos para saquearnos. Concesionaron el 20% de las reservas petroleras, mientras que a cambio los mexicanos no hemos recibido nada; tuvimos que importar las gasolinas y estar a expensas de los precios internacionales, hasta que llegó el gobierno actual. Hoy por fortuna hemos logrado revertir esta situación para beneficio de todos, a pesar de que los traidores que lo hicieron siguen libres, pero parte de su castigo es ya no poder repetir sus fechorías.
Hoy las cosas son distintas; tenemos acceso a información oportuna y veraz por parte del gobierno, estamos pendientes de lo que hacen, analizamos, debatimos, protestamos y exigimos desde las redes sociales.
Lo que resulta increíble es que en estos tiempos en los que todo se sabe, el mismo grupito de traidores que nos marearon y nos saquearon durante tanto tiempo, pretenda volver a hacerlo impunemente, votando en contra de la reforma eléctrica que nos permitirá mantener nuestra soberanía con precios de la electricidad bajos. Es increíble que piensen que somos tan ilusos, como para convencernos de pagar más a los saqueadores extranjeros.
El colmo del descaro, es que ahora no lo hacen desde la simulación, tratando de convencernos poco a poco a través de un plan bien estructurado, sino que actúan de la manera más burda, sin argumentos, tratando de perpetrar su traición sin pudor alguno, exhibiéndose en el congreso al lado de coyotes que trabajan para las empresas extranjeras
La ventaja es que ya los conocemos, sabemos que nos van a traicionar, estamos consientes, informados y preparados para que su accionar no nos dañe. La industria eléctrica será controlada por la CFE y el litio será explotado exclusivamente por el Estado, aunque los vende patrias voten en contra de la reforma. Esta es la última llamada para que lo piensen bien antes de hacerlo. Que tengan en cuenta que el desprecio y el repudio de los mexicanos, será el medio ambiente en el que vivirán de ahora en adelante, si no es que también logramos meterlos en la cárcel.
Como dijo el novelista ruso Fiodor Dostoievski: “Tu peor pecado es que te has traicionado y destruido por nada”.