Starship daña la base de lanzamiento en Texas
El cohete gigante SpaceX Starship de Elon Musk deja cráteres y causa graves daños en la base de Texas. Pedazos voladores de concreto, láminas de metal retorcidas, cráteres que se hundieron profundamente en el suelo: el poder atronador del primer vuelo de prueba de Starship de SpaceX, el cohete más grande y poderoso jamás construido, infligió graves daños en su sitio de lanzamiento de Texas.
Puntos clave
A pesar del exitoso despegue del cohete, cayó y explotó después de unos cuatro minutos. Una lluvia de escombros del despegue fue lanzada hasta el Golfo de México.
Se espera que la reparación del daño del vuelo de prueba no tripulado del jueves lleve meses, lo que podría retrasar más intentos de lanzamiento y ralentizar el desarrollo de un cohete que la NASA planea usar en sus próximas misiones a la Luna.
El jefe de SpaceX, Elon Musk, había dicho, antes de la prueba, que simplemente poner Starship en el aire sin destruir su plataforma de lanzamiento sería “una victoria”. Afortunadamente para Musk, el cohete de 120 metros despegó con éxito y ascendió durante unos cuatro minutos hasta que cayó y explotó, muy por encima del Golfo de México. Sin embargo, los ingenieros de SpaceX pueden haber subestimado el daño que causarían los 33 motores de cohetes de primera etapa de Starship.
Unos días después, la escena alrededor de la plataforma de lanzamiento es de desolación, como pudo documentar un fotógrafo de la AFP.
Durante el despegue, el video de SpaceX mostró una lluvia de escombros lanzada hasta el Golfo de México, a más de 420 metros de distancia. Según informes de la prensa local, una nube de polvo flotó sobre un pequeño pueblo a varios kilómetros de distancia. Las fotos del sitio de lanzamiento muestran la gigantesca torre de lanzamiento aún en pie, mientras que el montaje del cohete, que sostiene a Starship antes del despegue, está dañado pero aún intacto. Debajo, sin embargo, se encuentra un enorme cráter, según muestran las imágenes publicadas en las redes sociales.
“La fuerza de los motores cuando aceleraron pudo haber destrozado el concreto, en lugar de simplemente erosionarlo”, reconoció Musk el sábado en Twitter, otra compañía en su cartera.
Un retraso de meses
El profesor de astronáutica e ingeniería del MIT, Olivier de Weck, dijo que “el radio de escombros y perturbaciones fue probablemente mayor de lo que nadie había anticipado. El principal daño a la plataforma de lanzamiento está debajo, donde las llamas inciden en el suelo”, dijo el profesor de Weck, y agregó que reparar el cráter “llevará varios meses”.
El profesor de Weck dijo que el sitio de lanzamiento de Starship, a diferencia de otros utilizados para cohetes tan grandes, carecía de un “sistema de diluvio de agua”. Esos se usan en otros lugares para inundar la plataforma de lanzamiento con agua, enfriarla y absorber las ondas de choque y de sonido. El sitio de Texas también carece de lo que se conoce como una trinchera de llamas, túneles que canalizan los gases de escape calientes lejos de la plataforma.
Sin embargo, estas características tienen un precio alto, especialmente cuando tienen que hacer frente al poder de Starship que hace temblar la Tierra.
Después de la prueba del jueves, Musk dijo que SpaceX había comenzado a construir “una enorme placa de acero enfriada por agua para colocar debajo del soporte de lanzamiento”. Sin embargo, “no estuvo lista a tiempo” y los ingenieros calcularon “erróneamente” que la almohadilla aún podría resistir la prueba.
Conocido por establecer objetivos audaces, Musk estima que un próximo intento de lanzamiento podría llevarse a cabo tan pronto como “uno o dos meses”.
Fusión de acero
El científico Philip Metzger, que anteriormente trabajó para la NASA en la física de la plataforma de lanzamiento, dijo que pensaba que el plan de la placa de acero podría haber sido una buena solución. El problema, agregó, es que este es un cohete tan grande y tarda tanto en salir de la plataforma, que el calor de los 33 motores del cohete posiblemente podría derretir el acero. Eso podría resolverse bombeando agua a través de canales en el acero, “siempre que tengan un caudal lo suficientemente alto”, dijo el profesor Metzger, ahora profesor de la Universidad de Florida Central.
Dijo que el enfoque no resolvería por completo el problema de las ondas de choque, pero creía que era posible que Starship haya sido diseñado para ser lo suficientemente sólido como para sobrevivir.
Diseñar una plataforma de lanzamiento, dijo el profesor Metzger, puede ser tan complicado como desarrollar un cohete.
El lanzamiento inaugural en noviembre del nuevo megacohete de la NASA, el SLS, también causó daños a su plataforma de lanzamiento en Florida, en particular, dejando fuera de servicio los ascensores de la torre de lanzamiento.
Antes de su próximo vuelo de prueba, SpaceX deberá determinar cuáles fueron los problemas exactos detrás de la prueba del jueves, pues en un video difundido por la empresa, varios de los 33 motores de Starship parecían funcionar mal. Las dos etapas del cohete tampoco se separaron como estaba previsto, lo que obligó a SpaceX a activar un mecanismo de autodestrucción.
SpaceX también tendrá que persuadir a la Administración Federal de Aviación (FAA) para que autorice un nuevo vuelo, señaló el profesor de Weck. Aunque, ya la agencia estadounidense, que dirige una investigación sobre la explosión, ha confirmado que no hubo heridos en la prueba del jueves. Ha dicho que no se aprobarán nuevas pruebas si existe alguna amenaza para la seguridad pública.
El profesor de Weck se hizo eco de la evaluación del juicio de Musk, calificándolo de “más un éxito que un fracaso”. “La razón por la que están logrando estas increíbles capacidades, continuó el profesor del MIT, es porque están dispuestos a asumir riesgos y romper cosas, pero aprenden de ello y mejoran muy, muy rápidamente”.