Se encienden los motores de la economía en México
La balanza comercial es el registro de las exportaciones y de las importaciones de un país; es decir, de todo lo que vende al extranjero y de todo lo que compra del extranjero. El saldo de la balanza comercial, es la diferencia entre las ventas o exportaciones, y las compras o importaciones.
Cuando las exportaciones son mayores a las importaciones se dice que el saldo de la balanza comercial tiene un superávit; cuando es al revés el saldo de la balanza comercial tiene un déficit.
Todo esto viene a cuento porque al corte de junio de este año, el INEGI reportó que la balanza comercial de México registró un superávit histórico; es decir, que nunca antes desde que se tiene registro electrónico en el Banco de México en 1993, la diferencia entre lo que vendimos al exterior y lo que compramos de fuera había sido tan grande en un solo mes.
A pesar de que las exportaciones fueron menores en junio de 2020 de lo que habían sido en junio del año pasado, nuestras ventas al extranjero en ese mes fueron mayores a nuestras compras, en una cantidad equivalente a 122 mil millones de pesos, que son alrededor de 5,600 millones de dólares.
Los llamados “expertos”, habían pronosticado que ese superávit solo sería de una cuarta parte de lo que se logró, porque calcularon que venderíamos menos de los que lo hicimos. La razón principal de esta ganancia histórica, fue que a causa del cierre de los negocios en México por la pandemia, la disminución en lo que compramos del extranjero fue bastante grande en relación con lo que vendimos.
La buena noticia es que las ventas al extranjero continuaron subiendo en julio, especialmente en nuestras exportaciones hacia los Estados Unidos, que es el primer socio comercial de México, a quien le vendemos el 80% de todas las mercancías que vendemos al extranjero. Para considerar sólo este país, las exportaciones aumentaron en un 72% en julio, con respecto a lo que les vendimos en junio de este año.
En julio, solo en la balanza comercial entre México y Estados Unidos, nuestro superávit fue de más de 10 mil millones de dólares, equivalente a más o menos 220 mil millones de pesos.
Si bien es cierto que todavía no recuperamos los volúmenes de ventas al exterior que teníamos en los mismos meses del año pasado, el comercio con los Estados Unidos principalmente, se está comenzando a reactivar, y va a recibir un impulso fuerte a partir de la aplicación del nuevo tratado de libre comercio con nuestros dos vecinos de América del Norte, que comenzó a funcionar apenas el 1º de julio.
Estas cifras son bastante alentadoras con miras a la recuperación económica que necesitamos, después de los estragos causados por el cierre de los negocios en la pandemia. Sobre todo si a ellas les sumamos otros factores, como el aumento de 10% con respecto al año pasado, que han tenido los envíos de remesas a México de parte de los paisanos que viven en del otro lado de la frontera.
Así como el aumento de las ventas en los comercios, que en julio fue 8% mayor que en el mismo mes del 2019; los montos en recaudación de impuestos, que a pesar de la pandemia fueron iguales que los registrados en el primer semestre del año pasado; y los datos sobre empleos perdidos que parecen ya haberse detenido en julio, y que se espera empiecen a recuperarse en agosto.
Los motores de la economía mexicana ya dan señales de estar comenzando a acelerarse para recuperar lo perdido.
Como dijo el pastor y escritor estadounidense Charles Swindoll: “La vida es un 10% lo que nos ocurre, y el otro 90% es cómo reaccionamos a lo que nos ocurre.”