Nayib Bukele, el verdadero outsider que se devoró a la oposición
Textos y Contextos
Por: Miguel Alejandro Rivera
@MiguelAleRiver
La elección más contundente en América Latina; los comicios con mayor participación en la historia de la sociedad salvadoreña, al menos 5 millones de ciudadanos sufragaron y, la mayoría, lo hicieron por el partido Nuevas Ideas, organización que lidera Nayib Bukele.
Controversial por sus métodos para combatir al crimen organizado, en especial a las pandillas de su país, el expublicista y descendiente de palestinos causa reacciones encontradas. En el mundo, ha sido señalado por violar los derechos humanos de los al menos 75 mil reclusos que se han aprehendido durante su gestión, iniciada en 2019.
Sin embargo, la sociedad se siente tan feliz, que, como el mismo dice, lo de ayer en El Salvador no fue una elección, sino un referéndum para ratificar la estrategia del ahora mandatario reelecto.
Durante la jornada electoral, Bukele ofreció una conferencia a medios de comunicación e indicó que “la población es la que decide, no es una oenegé ni el gobierno de otro país, aquí elige el soberano, el pueblo salvadoreño, y si el pueblo le demuestra hoy al mundo qué es lo que quiere, creo que nadie más tiene autoridad moral para decirle a El Salvador qué es lo que tiene que hacer”, en referencia a las críticas recibidas, sobre todo del exterior, donde incluso se le ha llamado dictador.
“Abran el teléfono y dejen que entren cien llamadas (a los programas televisivos), a ver qué opinan sus audiencias sobre sus reportajes. Nosotros no estamos sustituyendo la democracia, porque esta es la primera vez que El Salvador tiene democracia”, sentenció ante reporteros.
Lo que ayer vivieron los salvadoreños es histórico porque apenas hace algunas décadas, su país sufría una guerra civil.
Sencillo, con una playera beige de manga larga, ofreció su primer discurso como presidente reelecto. “Este día, El Salvador ha roto todos los récords de todas las democracias en toda la historia del mundo. Nunca un proyecto había ganado con la cantidad de votos que hemos ganado este día”.
Ante los vítores de la multitud, que no le permitía seguir sin aplausos tras cada frase, aseguró: “Sería la primera vez que en un país existe un partido único en un sistema plenamente democrático. Toda la oposición, junta, quedó pulverizada”.
“Dicen los que no conocen El Salvador, los que nunca lo han visitado, que los salvadoreños viven oprimidos, que no quieren el régimen de excepción, que tienen miedo del gobierno, les digo a los periodistas desde el país más seguro del hemisferio occidental, no me crean a mí, yo sólo soy un político, créanselo al pueblo, que se los está diciendo”.
“El pueblo salvadoreño habló fuerte y de la manera más clara en la historia de la democracia mundial, si eso no los convence señores de las oenegés, de los organismos internacionales, de la OEA, nada los va a convencer”, sentenció.
Y ante el asedio de medios de comunicación corporativos, organizaciones internacionales y gobiernos occidentales la gran pregunta es: ¿qué es un Nayib Bukele? Destrozó a la derecha y a la izquierda salvadoreña, le pide respeto a las potencias para su país, pero está abierto a intercambios comerciales con cualquier país del mundo.
¿Será que Bukele sí es un verdadero outsider, no como Javier Milei, el presidente de Argentina que se decía anarcocapitalista, lo que signifique ese oxímoron político, sino uno real que busca el desarrollo de su nación.
Ante una reelección que él mismo forzó para que fuera posible constitucionalmente, pero con un enorme apoyo social, resta ver si El Salvador está en camino a ser potencia regional, quizás de todo el planeta, o simplemente una dictadura más que se pudre con el tiempo.
Al final, para países como Estados Unidos e incluso México, que es paso de migrantes, Bukele está logrando lo que se dibujó hace seis años con el Plan de Desarrollo para Centroamérica, lo que ayudará a que la gente del país centroamericano sea feliz en su patria y no deba peligrar hacia un destino tortuoso, peor que el miércoles que viene, los senadores de EU van a discutir si aprueban el reforzamiento de la frontera, pues, si en cundo días cruzan más de 5 mil migrantes por jornada a través de la frontera sur, enviaran a una nueva “autoridad especial” para hacer arresto y deportaciones… así mejor, que la gente se quede en su tierra, porque el “primer mundo” los trata de la firma más inhumana que puede.