#MañanitasParaAMLO ¡Feliz cumpleaños, Andrés Manuel!
Y el martes 9 de noviembre, el Presidente López Obrador llegó a la sede de la ONU para presidir el Consejo de Seguridad, como miembro no permanente, y con la premisa de que sea la paz el espíritu de ese organismo de seguridad, y no la guerra, como se ha acostumbrado, prácticamente, desde su creación, luego de la Segunda Guerra Mundial.
El Presidente fue recibido por un enorme grupo de migrantes de todos los rincones de Estados Unidos, que viajaron desde el sábado por tierra o aire, para poder integrarse a los diferentes colectivos que organizaron esta fiesta de bienvenida al Mandatario, quien viajó por segunda ocasión fuera de México, con el propósito de acudir a la instalación de la presidencia de nuestro país en ese organismo de la ONU, y también, por qué no decirlo, a saludar hasta donde fue posible, a nuestros hermanos migrantes que están allá debido a las grandes injusticias que se vivieron en el pasado y hoy, son los héroes vivientes que han logrado mantener a flote a sus familias en México, durante esta larga pandemia.
Fue el Comité Morena New York 1, organizado por Richard, Argenis, Tere, Angie y otros mexicanos entusiastas, quienes en unos cuantos días se contactaron con otros colectivos, mandaron a imprimir lonas y sudaderas y estuvieron listos con la fiesta, los permisos de la ciudad para apostarse en las áreas permitidas y con el Aztec City Hall para el after party, con que dieron cierre todos los amlovers que fueron a festejar el pre-cumpleaños del Presidente, que es este fin de semana, el sábado 13 de noviembre.
En el aeropuerto estaban listos los mariachis y los mexicanos que llegaron en vuelos previos, para cubrir, a nombre de las benditas redes sociales, la llegada del Presidente y sus dos acompañantes a la terminal John F. Kennedy, y a pesar de que sabían que no podrían abordarlo porque sería intervenido por el Servicio Secreto de los Estados Unidos desde su aterrizaje y hasta que abordara el avión de regreso, el ánimo del comité de bienvenida estuvo siempre al cien por ciento de entusiasmo.
Las calles aledañas al hotel y a la sede de las Naciones Unidas estuvieron repletas de mexicanos que llevaban banderas, pancartas, que gritaban y cantaban a todo pulmón, para que AMLO supiera que estaban ahí. Parecía que recibían a una estrella de rock o a un artista, por la pasión de quienes estaban tras las vallas esperándolo a la salida del hotel. ¡Tanto, que los agentes preguntaban si había elecciones en México o por qué tanto alboroto!
Dieron las diez, tiempo de la Ciudad de México, y se abrió la transmisión desde el Consejo de Seguridad, mientras se proyectaba en las pantallas gigantes que se colocaron a las afueras del edificio, para que los mexicanos que estaban ahí, pudieran disfrutar la instalación de esta presidencia como miembro no permanente, que inició con una sentencia devastadora:
No vengo a hablar de seguridad como sinónimo de poderío militar ni como argumento para el empleo de la fuerza contra nadie; en cambio, mi planteamiento se basa en lo que postuló ese titán de las libertades, según Pablo Neruda, que fue el presidente Franklin Delano Roosevelt, cuando se creó la Organización de las Naciones Unidas: el derecho a una vida libre de temores y miserias, que sigue siendo el más sólido fundamento de la seguridad para todas las sociedades y los Estados.
El principal obstáculo para el ejercicio de ese derecho es la corrupción en todas sus expresiones: los poderes transnacionales, la opulencia y la frivolidad como formas de vida de las élites; el modelo neoliberal que socializa pérdidas, privatiza ganancias y alienta el saqueo de los recursos naturales y de los bienes de pueblos y naciones.
(…) sería insensato omitir que la corrupción es la causa principal de la desigualdad, de la pobreza, de la frustración, de la violencia, de la migración y de graves conflictos sociales…
Y dio un repaso, como lo hace cada mañanera, entre lecciones de historia, de ética, de política y, en este caso, de relaciones internacionales, señalando las enormes faltas en temas como la casi nula distribución humanitaria de vacunas, por falta de solidaridad y exceso de egoísmo y ambición de los particulares; abundó sobre la paz como fruto de la justicia, siendo ésta propuesta desde el gobierno por medio de un reparto adecuado del erario, incluyendo a los más vulnerables; buscando que la migración sea cada vez menos la opción por la que las personas buscan mejorar su nivel de vida, invitando al presidente Biden y a los demás líderes a entender cómo es que “Sembrando Vida” es el medio para arraigar a la gente a sus pueblos.
Andrés Manuel estableció como propuesta de México, el Estado de Fraternidad y Bienestar por el que podría disponer anualmente de alrededor de un billón de dólares si se estableciera el cobro de una contribución voluntaria anual del 4 por ciento de sus fortunas a las mil personas más ricas del planeta. Una aportación similar por parte de las mil corporaciones privadas más importantes, según su valor en el mercado mundial y una cooperación del 0.2 por ciento del PIB de cada uno de los países integrantes del Grupo de los 20. Tres fuentes de las que fácilmente se constituiría este fondo que en mucho aliviaría la pesada tarea de revertir la pobreza (señalando aquí que esa riqueza se construyó gracias al trabajo casi esclavizado impuesto a millones de trabajadores “libres” que ganan míseros salarios y producen riquezas inconmensurables a esos ricos y a esos empresarios multinacionales).
También les dio un raspón a las almas no tan caritativas que siempre se apuntan a recibir los dineros de ayuda para repartirlos, pero AMLO les recordó que es más que frecuente que esas organizaciones no entreguen completos los recursos (igualito que en México) y, por ello, que mejor se les entreguen directamente a los beneficiarios, por medio de una tarjeta, como la pensión a adultos mayores, utilizando la amplia red ya establecida del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Los beneficiarios serían, como en México, los estudiantes, los adultos mayores, los niños con discapacidad, los sembradores y los jóvenes que estén como aprendices de un oficio.
En conclusión, el Presidente fue a darles una lección de cómo repartir correctamente la riqueza, sin dejar pobres a los ricos, pero sí compartiendo con los que viven con un presupuesto increíblemente precario, en muchos casos, menos de dos dólares diarios.
Y también habló de la paz sin armas ni conflictos bélicos porque la guerra fraticida, la que usa armas nucleares o se impone por medio de bloqueos, lejos de brindar seguridad o bienestar, es causa de dolor, enfermedad, pobreza y muerte. Una paz que provenga del estado de felicidad de las personas es el inicio de la justicia.
Desde los ojos de millones de mexicanos que vibraron en un mismo aplauso y de muchos líderes mundiales, estas labores que le asigna el Presidente de México al Consejo de Seguridad y a las naciones que se signen al Convenio, es un acierto. El Secretario general de la ONU, Antonio Guterres se pronunció por la creación de un nuevo contrato social para todas las sociedades que implica invertir en cobertura sanitaria universal, protección social y redes de seguridad social, educación y capacitación para todas las personas y “abrir las puertas de la vida civil y económica a todos, por igual y sin discriminación.”, así como expuso la conexión directa que se produce entre la exclusión y la violencia contra las mujeres y la opresión civil y el conflicto violento. Sobre la justicia, dijo que es necesario crear instituciones resilientes a la corrupción y el abuso de poder, cimentadas en los principios de integridad, transparencia y rendición de cuentas y, para ello, se deben crear políticas y leyes que protejan específicamente a los grupos vulnerables, en particular leyes contra todas las formas de discriminación.
Para la oposición, el éxito de nuestro presidente es un gancho al hígado, pero como esos boxeadores que han perdido 9 de 10 rounds, siguen tirando puñetazos, a ver si en una de esas tienen suerte, y claro, los pseudo opinólogos y pseudo opositores lanzaron su veneno, a ver quien se lo tragaba. Sin decir nombres, porque ya chole, dijeron que López Obrador iría a hacer un mega oso, en un auditorio medio vacío y que sus ideas pueblerinas no tendrían cabida, pero inmediatamente aplaudieron la opinión contraria de China y Rusia, como si eso supusiera un knock out para AMLO y ¡tómala! quienes recibieron el golpe final, fueron ellos, con una noticia que los dejó, literalmente, en la lona: 47 países se adhirieron al acuerdo de fortalecimiento mundial para atender las causas de la desigualdad, solo unas horas después del discurso de apertura en Nueva York.
En conclusión: las ideas sencillas de un hombre fraterno, que busca que casi la cuarta parte de la humanidad, que hoy vive en pobreza (2000 millones) y 750 millones, en miseria absoluta, y que puedan revertir esa lapidaria forma de desigualdad, no sólo solo bien acogidas por la comunidad de naciones, sino que además, pueden ser puestas en funcionamiento global, para dar la mano al que siempre se ha quedado atrás. ¿no que no?
Y solo para asegurarnos que en esta ocasión la oposición quedó noqueada, el mismo Presidente ratificó su visita a Washington, como parte de los trabajos consecuentes a la firma del T-Mec, donde se tendrán reuniones bilaterales y trilateral con el Primer ministro de Canadá, Justin Trudeau y el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Si Andrés Manuel podía pensar en un regalo de cumpleaños más grande, creo que es imposible: respeto total de parte de sus pares de Estados Unidos y Canadá; admiración de parte de los líderes del mundo, y amor de los mexicanos que reconocemos en su labor, el futuro de progreso y desarrollo que merece nuestra patria. ¿así o más?
Si algo hace rabiar a esos poco-seso, es que AMLO sea reconocido dentro y fuera del país. La reacción es el ataque y ahora sí fue mas burdo que nunca antes: la chamarra Gucci del hijo de AMLO, con un Photoshop que no le cambió las manos de mujer mayor. En fin, una autogolpiza de la que probablemente nos reclamen por quedar chillando.
Cierro con esta invitación al festejo de nuestro Presidente, quien este 13 de noviembre cumple años y está sensacional el hombre. El festejo ha empezado este viernes, 12 de noviembre de 2021, pero continuará por todo el sábado 13 en la plancha del Zócalo, donde habrá miles de mexicanos que cantarán las #MañanitasParaAmlo como una sola voz, para demostrarle que trae barrio que lo respalda siempre.
Acompáñennos mañana, en la transmisión especial que haremos a través de @Sin Línea Mx, donde compartiremos mesa con nuestros amigos de redes sociales y, claro está, los hermanos migrantes y de organizaciones mexicanas que se encargaron de esta mega fiesta, porque queremos celebrar todos, desde cualquier rincón del mundo donde estén.
Muchas gracias y feliz cumpleaños, mi niño chulo, mi cabecita de algodón, mi querido Presidente, Andrés Manuel López Obrador.