El presidente López Obrador nos ha dado el día de hoy, su opinión personal sobre la verdadera dimensión de la oposición mexicana.
La calificó de pequeña, resentida, deseosa de que al pueblo de México le vaya mal. Sumamente mentirosa e hipócrita.
Tal vez esa claridad tenga que ver con un hecho que de comprobarse, dejaría ver que la desesperación dentro del segmento conservador, lo está convirtiendo en un peligro real para los mexicanos.
Los reiterados accidentes que se han registrado en las estaciones del Metro de la Ciudad de México, son algo que no puede ser considerado como situación nacida de la falta de mantenimiento que debe darse a este servicio de transporte.
Es cierto que hay quejas en contra de las autoridades del Metro, por darse situaciones donde la falta de atención oportuna, genera que escaleras eléctricas, sistemas de iluminación al interior de algunas estaciones, regulación de flujos en horas pico, control del ambulantaje y algunas deficiencias más, impiden al usuario cotidiano del servicio, realizar sus trayectos diarios en forma ágil y confortable, en la medida de lo posible.
Pero esta problemática no es nueva y tiene que ver en parte, con la cantidad de gente que mueve el Metro diariamente y a que las horas para realizar el mantenimiento requerido, son pocas y necesariamente en horario nocturno.
Hay problemas en el Metro indudablemente, pero lo que está sucediendo en este momento, es una situación fuera de toda proporción y no se trata de un problema que fuera observado en años anteriores, con gobiernos de la misma, u otra filiación política.
Las supuestas fallas que originan accidentes graves y desalojos apresurados en diferentes estaciones de las líneas del Metro, han ocasionado una muerte y lesiones en personas que han requerido asistencia médica.
Esas fallas han sido constantes durante las últimas semanas y hay elementos para sospechar que esto nada tiene que ver con cuestiones de mantenimiento.
Se habla ya de posibles actos de sabotaje. De acciones intencionadas para causar daño. Para generar desconfianza, malestar y alarma social, sin importar que la gente que utiliza el servicio salga lastimada, o que incluso pierda la vida.
Después del alcance de trenes que se dio en la estación Potrero de la Línea 3 del Metro, ocurrió un incidente que han querido desvirtuar o empequeñecer los medios de información controlados por el grupo conservador.
La “caja negra” del tren que choca de frente, no queda como evidencia en el lugar del accidente. Es trasladada, violando todo procedimiento judicial, al interior de una camioneta oficial del Metro.
Periodistas como Ciro Gómez Leyva, argumentan de inmediato que ese acto no es indebido. Se trata dice, del procedimiento administrativo establecido por la autoridad del sistema de transporte, ya que se debe abrir la caja, para saber las razones del accidente.
Lo que trata de esconder Gómez Leyva, es que esa caja no debió moverse del lugar de los hechos, mientras el personal de la Fiscalía de la Ciudad de México, no hubiera concluido la inspección ocular y elaboración de las actas y documentación correspondiente. Solo entonces y con su autorización, podía retirarse cualquier objeto del lugar del accidente.
Cuando se habla de posible sabotaje, no se descarta que en el mismo, tenga que ver gente que tiene relación directa con la actividad de este medio de transporte. Empleados incluidos.
La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México lo dijo con claridad el día de ayer en la conferencia mañanera del presidente López Obrador: “¿Por qué la urgencia de llevarse la caja negra del sitio donde se dio el alcance de los trenes? ¿Qué datos contiene esa caja, como para preocupar a alguien, que intenta sacarla de inmediato del sitio del accidente?”.
Hay investigaciones abiertas al respecto, según comenta Claudia Sheinbaum. Y eso es algo preocupante para los ciudadanos.
Hoy en su conferencia mañanera, el presidente López Obrador habló sobre la politiquería que impulsa el periodismo reaccionario en este momento, donde en su acostumbrado “nado sincronizado”, se oponen a la presencia de elementos de la Guardia Nacional en instalaciones del Metro de la Ciudad de México.
A ese respaldo a la seguridad de los ciudadanos que utilizan a diario este servicio, lo llaman “militarización”. Y lo hacen a sabiendas de que se trata de una participación que garantiza el bien de la gente, ante hechos extraordinarios que ya han cobrado vidas y provocado lesiones.
“Al pequeño segmento conservador resentido, no le interesa la seguridad de la gente. Es más, no le interesa el cuidado de la vida de quienes son pueblo. Varios de ellos quisieran en verdad que hubiera muertos, para usarlos políticamente en contra del gobierno. Le apuestan a eso y por lo mismo, les molesta en este momento la presencia de la Guardia Nacional en las instalaciones del Metro de la capital del país”.
Eso dijo el presidente el día de hoy.
Para nadie es un secreto que los grupos conservadores comandados por Claudio X González, quien representa al fuerte Poder Económico afectado por el combate a la corrupción, están financiando una campaña de lodo en contra de los tres aspirantes a la presidencia por Morena.
Lo que sucede en el Metro de la capital, es para muchos ciudadanos, evidencia clara de un golpe directo a las aspiraciones de Claudia Sheinbaum. De tratarse de acciones de sabotaje, la intención sería ésa.
Adán Augusto López, Secretario de Gobernación declara hoy que la permanencia de la Guardia Nacional en instalaciones del Metro, es solo temporal. La Jefa de Gobierno por su parte, nos dice que hay investigaciones en curso y que se llegará al fondo del asunto.
Mientras tanto, la guerra sucia en medios de comunicación y redes sociales, continúa, según el plan acostumbrado.
El fascismo reaccionario dice defender la democracia, el Estado de Derecho, la legalidad y sobre todo, defender al ciudadano.
Pero lo hace de idéntica manera a como lo hacía el tribunal de la Santa Inquisición en el pasado. Con el nombre de Dios en los labios y la maquinaria de tortura en las manos.
La Santa Oposición piensa y actúa igual en el presente. Habla de valores, humanismo, democracia y ética, mientras utiliza a su maquinaria desinformativa, para agredir al Pueblo.
Lo único que les faltaba hasta el día de hoy, era la acción directa, donde se pasa de las palabras a los hechos y comienza a intentarse la misma guerra sucia, pero haciendo uso de la violencia en contra de la gente.
Ojalá y nos equivoquemos y el sabotaje no entre aún en los planes conservadores, como elemento activo para recuperar el poder en 2024.
Esperemos el resultado de las investigaciones en curso.
Este asunto nos atañe a todos.
Malthus Gamba