Por: Rafael Redondo
@redondo_rafa
La oposición a la presente administración sigue inmersa en el caos provocado por su derrota aplastante el pasado 2 de junio, aunque esforzándose por emerger de entre los escombros. En esta lucha por la supervivencia, están poniendo aún más en evidencia su verdadero código de valores y objetivos: encontrar a toda costa, poder y/ o dinero. Siempre movidos por la avaricia.
Una persona que persigue objetivos nobles, ante una derrota, recurre de inmediato a la autocrítica; sin embargo, un vulgar ambicioso, opta por echar culpas a los demás.
Los ejemplos son muchos. Xóchitl Gálvez insiste en que, su derrota, se debió, según ella, a la intromisión del Ejecutivo en la elección. Nada tuvieron que ver, ni su incapacidad, ni sus carencias, ni sus errores. Todo es culpa del presidente.
Claudio X González, el junior longevo que, fracasó en el intentando de colocarse como líder político con base en disparates, y desde su mundo de caramelo, al ver frustrado su objetivo de regocijarse en el poder, culpa de sus limitaciones también, al presidente López Obrador.
Marko Cortés y Felipe Calderón, se enfrascan en una pelea pública en una red social. Calderón acusando a Marko Cortés de ambicioso, al ponerse en el número uno de la lista de plurinominales al Senado; por su parte Marko Cortés, revira contra Calderón, acusándolo de tener en su currículum, la peor derrota del PAN en 2012 por no haber apoyado a su candidata de entonces. Pero, sobre todo, lo cuestiona sobre su relación con García Luna, lanzando una pregunta al expresidente, ¿tú no te enterabas de lo que pasaba en tu gobierno (refiriéndose a las actividades ilícitas de García Luna) o lo consentías?
TE PUEDE INTERESAR:
Delegados del PRI aprueban reelección de Alito Moreno; podría quedarse hasta 2032
Resulta lógico subrayar que, tanto Marko Cortés, como Felipe Calderón, tienen razón en sus planteamientos; aunque también es cierto que, al hacerlo públicamente, están evidenciando su falta de escrúpulos al exhibir sus métodos, y también sus verdaderos objetivos que los llevan a insistir en mantenerse en el poder: la vulgar ambición.
Cuando como ciudadanos somos testigos de este tipo de espectáculos de comadres que, enojadas, se dicen sus verdades, nos damos cuenta de sus intenciones genuinas, bastante perversas por cierto y en las que, tanto la ciudadanía, como el país, les importan un pepino. No existe en ellos ninguna convicción, ni virtud, moral, simplemente la búsqueda del poder.
Si alguien pone a la venta su propia dignidad, por avaricia, por poder o por dinero, este intercambio en el lenguaje coloquial, se llama prostitución.
En el periodismo mercenario, herramienta preferida de la oposición, encontramos claros ejemplos de cómo se ponen en oferta las convicciones, el prestigio, la credibilidad, la profesión; en fin, la dignidad.
Fingiendo ejercer el periodismo, muchos personajes seducidos por el poder, el protagonismo, el dinero, la fama, están desde Anabel Hernández y su histrionismo o Denise Dresser y su vedetismo; aunque todo indica que, la gran aventurera del periodismo es Loret de Mola.
El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno federal, Pablo Gómez, informó acerca de los ingresos de Latinus, empresa en la que trabajan Loret de Mola, Víctor Trujillo y compañía. Aunque Loret de Mola hable de persecución política, la Unidad de Inteligencia Financiera es un instrumento con estructuras normativas, que, tiene sus pares en todo el mundo, con el propósito de seguir el rastro de dinero que aparenta movimientos extraños, y así mantener el equilibrio de las instituciones financieras, a través de la información bancaria; esto, con el propósito de perseguir posibles actos de corrupción, crimen organizado y terrorismo. La Unidad de Inteligencia Financiera, solo proporciona información de los destinos de dinero, obtenida en México y el mundo, proporcionarla al Ministerio Público, y sea entonces la Fiscalía que no es parte del gobierno, quien integre la información a una carpeta de investigación, y decida si se procede legalmente o no. Es decir, la UIF, no tiene la facultad de hacer acusaciones legales.
Las cantidades que recibe el medio Latinus, no solo son escandalosas porque parecen no entrar en congruencia con su venta de publicidad, verdadero origen de los ingresos de un medio de comunicación. Lo son también, por el origen de este dinero. Desde hace tiempo el medio Polemon había publicado que, Latinus, recibía dinero público destinado a servicios de salud, por parte de gobiernos de Tamaulipas con Cabeza de Vaca. De Michoacán con Silvano Aureoles. De Sinaloa con Quirino Ordaz. De Hidalgo con Omar Fayad. De Alfredo del Mazo por el Estado de México, y de Nuevo León con el Bronco. Estamos hablando de dinero público. Pablo Gómez informó que, desde el 20 de mayo de 2021, existe una denuncia contra Latinus, por probable lavado de dinero, y contra quien aparece como su propietario, Cristian González Guadarrama, no contra los periodistas que ahí trabajan. Loret ni está siendo acusado de nada, ni aparece como propietario de Latinus. ¡Lástima! Loret de Mola, sigues estando aún, muy lejos de Julian Assange.
Loret respondió dando la cara por Latinus, diciendo ser víctima de una venganza por parte del Ejecutivo (otra vez, AMLO es el responsable) y que, en Latinus, no hay, ni sobres amarillos, ni recursos de procedencia ilícita, refiriéndose a los reportajes en los que, supuestamente, él ha evidenciado la corrupción del gobierno de López Obrador y de sus hijos. Pero a Loret de Mola se le olvidan dos detalles:
1) Ni juntando las cantidades de los sobres amarillos, ni el supuesto enriquecimiento de los hijos del presidente, alcanzaría para pagarle un mes de sueldo a Loret de Mola o a Víctor Trujillo.
2) Cuando se habla de venganza, es porque las denuncias de Loret en Latinusfuncionaron, dañando políticamente al presidente. Pero, la evidencia nos demostró lo contrario, en las pasadas elecciones. ¿Para qué querría el presidente tomar venganza contra algo que no funcionó?
En otro artículo mencionamos que, el nivel de periodismo que hace Loret de Mola y los personajes de Latinus, no muestra ningún rigor metodológico ni ningún valor agregado como para tener esos sueldos estratosféricos, y sí muestran un periodismo teatral, fabricado, con el único fin de atacar al gobierno. O sea, hacer propaganda.
Pero una vez más, observamos la misma metodología y objetivos de la oposición; la avaricia, no importa empeñar en ello la dignidad, la credibilidad, las convicciones, todo sea por obtener poder y dinero, tal como lo hace una aventurera. En este rango se encuentran desde Xóchitl Gálvez, pretendiendo convertirse en presidente sin poseer los mínimos requeridos, pasando por Claudio X González, pretendiendo colocarse como líder político por un berrinche de niño mimado; Felipe Calderón, creyendo que aún es presidente. Marko Cortés al que no le importan ni los afiliados al partido que dirige, Loret de Mola y Víctor Trujillo, usurpando actividades que corresponden a un periodista. Todos, vendiendo muy caro su amor, ofreciéndolo al mejor postor: el que mejor pague.
