La reforma energética de 2013 “fue una estafa y un engaño hacia los mexicanos”: CFE
Durante una serie de reuniones informativas con trabajadores, el director de Administración de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Rubén Cuevas Plancarte, aseguró que la reforma energética de 2013 “fue una estafa y un engaño hacia los mexicanos ya que prometía una serie de beneficios para la CFE y para el Sistema Eléctrico Nacional (SEN)”, y que ninguna de las promesas de esos cambios hechos en el sexenio de Enrique Peña Nieto se cumplieron.
El funcionario mencionó que, por ejemplo, uno de los objetivos era reducir los costos del servicio eléctrico en beneficio de la población y de la industria, pero solo se otorgan beneficios económicos ilimitados al sector privado con tarifas mínimas y preferenciales.
“Otro objetivo era regular el desarrollo del sector e imponer a las participantes obligaciones de interconexión y tarifas de porteo transparentes. ¿Cuál es la realidad? Las empresas privadas generadoras de energía no pagan el costo real de utilizar la red de Transmisión de CFE, ni pagan el respaldo a las energías intermitentes”, agregó.
Pero además en 2013 también se prometió que el Estado no perdería la rectoría en el control del SEN, pero el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) sólo despacha entre el 38 y 39 por ciento de la electricidad generada por CFE, por lo que, de continuar con este esquema, se culminará la programada desaparición de la CFE, con lo que el sector privado se adueñará en poco años de todo el mercado, permitiéndoles así imponer sus propias tarifas y hasta chantajear al estado, como sucede ahora mismo en España, Francia y la Gran Bretaña.
Cuevas Plancarte comentó que otro supuesto objetivo de la reforma de 2013 era asegurar la confiabilidad, calidad, continuidad, sostenibilidad y eficiencia del suministro eléctrico, pero actualmente suceden casos como el de febrero de 2021 en el que, ante el alza de precios de combustibles, los generadores privados apagaron sus centrales y la CFE tuvo que salir al rescate para satisfacer toda la demanda de energía, crisis que le costó a la empresa estatal 75 mil millones de pesos.
El funcionario señaló que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) otorgó permisos de generación de manera indiscriminada, sin considerar la estabilidad del SEN, lo que provocó un exceso de permisos y una sobreoferta de electricidad, a pesar de que la reforma aprobada durante el sexenio de Peña Nieto prometía una interconexión transparente y eficiente para el acceso a la red.
Pero quizá uno de los mayores problemas causados por la reforma de 2013 sea el fraude que esconde la creación de las llamadas “sociedades de autoabasto”, por el severo daño que causan a las finanzas de la CFE, pero también al erario, vía evasión de impuestos, ya que con este esquema se disfrazan como socios quienes en realidad son clientes de los generadores privados de electricidad.
El directivo enfatizó que la CFE ha sido afectada en sus finanzas al absorber parte de los costos de generación y de transmisión de los privados, además de que la energía no despachada, debido a las restricciones impuestas, también genera una pérdida para la empresa nacional.
La CFE cuenta con capacidad suficiente para suministrar el 85 por ciento de la energía que necesita el país, sin embargo, las restricciones impuestas en las reglas de despacho actuales la limitan a proveer sólo el 39 por ciento de la electricidad que se consume en México.