La opo, en el país de las ‘marranillas’
Por: Rafael Redondo
@redondo_rafa
Los traspiés de la oposición visceral y, tal parece, bastante iletrada, proyectan su incapacidad y deficiencias, en el personaje que, están postulando como su gran candidata presidencial para 2024.
Protegida por su mímesis, Vicente Fox, su incapacidad, evidenciada una y otra vez en cada discurso de Doña X, tan “x” como las habilidades políticas de Claudio X, se manifiestan un día sí, y otro también.
Dejemos a un lado, la forma: sus intentos infructuosos por parecer simpática (igual de simpáticos que, los comentarios de Fox), su lenguaje vulgar en extremo que, resulta repulsivo (igual al lenguaje de Fox) y sus huipiles como disfraz, para intentar empatizar con los grupos menos favorecidos (igual que Fox y su traje de vaquerito).
Vayamos al fondo: los esfuerzos infructuosos por tratar de mostrarnos a un candidato sólido, a quien ya realizó un diagnóstico minucioso del país, que tiene en sus manos un plan de país perfectamente trazado, propuestas para solucionar los problemas de México, una ideología bien definida, congruencia, convicciones, no se logra en unos cuantos meses. Hasta hace muy poco tiempo, Doña X, no era más que una “doña denuncias”, o una “doña performances” dignos de un “standopero” de la peor calaña, sin talento, ni gracia.
La desesperación, nunca da buenos resultados. La desesperación de los que odian al presidente, quienes ya no analizan, simplemente reaccionan. La desesperación del PRI, sobreviviendo en terapia intensiva. La desesperación del PRD, gritando auxilio por un halo de vida que, lo saque de su calidad de muerto viviente. La desesperación de Claudio X, y su obsesión por hacer algo útil con su vida. La desesperación de toda la oposición, quien parece estar embriagada por alguna bebida adulterada, coloquialmente conocida en México como, “marranilla”. Marranilla, palabra incluida en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española, se define como, “bebida adulterada o de baja calidad”.
Teniendo frente a sí, su propio Armagedón, el Frente (ya no sé cuál es el nombre completo del Frente), se sigue deshaciendo de personajes que, por lo menos, tienen experiencia y conservan un poco de lógica en sus dichos y hechos, como, Beatriz Paredes y, siguen apostando por una advenediza que, tiene encima los focos de atención, no por su lucidez, sino por ser una copia pésima del, de por sí ya pésimo personaje, que es Vicente Fox. Eso sí, Claudio X, tiene en Doña X, el títere perfecto para manejarla a su antojo.
La columna vertebral de la propuesta de AMLO, fue y es, separar el poder económico del poder político. Justamente lo que, Claudio X, ingenuamente, quiere recuperar y ve en Doña X, la oportunidad de regresarnos a un país en donde, “el que paga manda”; y digo ingenuamente, porque los números, no sustentan sus pretensiones. México, ya no es el mismo de hace 5 años.
La oposición, se regocija en la embriaguez, producto de la marranilla, bebida de dudosa procedencia.
Al cóctel de bebidas adulteradas convocado por Claudio X, asistieron no sólo los partidos políticos; también, fueron convocados varios medios de comunicación que, sin experiencia en los temas, han criticado, sin evidencia, lo mismo a Gattel y la política nacional contra la Covid 19, o el nuevo modelo educativo y los libros de texto. También, corearon al unísono y se arañaron el rostro, ante el escándalo de, ¡AMLO contó un chiste cuando se le preguntó sobre los jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno¡ ¡Qué falta de humildad! ¡Oremos todos! Todos los que vemos la conferencia presidencial, sabemos no fue cierto.
Al convite, también fue solicitada la presencia de la iglesia católica, acusando de ideologizar a la infancia con los nuevos libros de texto, cuando la iglesia, en sí misma, es una máquina productora de ideología.
Los seudo intelectuales que, durante la borrachera, limpiaron sus bigotes con sus flamantes títulos de Harvard, o de Yale.
También, estuvieron presentes los ministros de la Suprema Corte, intentando usurpar al Ejecutivo y al Legislativo, siendo, el Poder Judicial, el más repudiado por el pueblo de México. Y aún, así, quieren volar sin escoba.
Los colados, también se hacen presentes: la gente en redes sociales para quien, este grupo del Frente, en realidad están trabajando. Personas que, ya no analizan e incluso, ya ni siquiera escriben, solo dan copy-paste.
El nivel de toxicidad es tan intenso que, para el grupo opositor, la honestidad, tratar de crear un Estado que, trabaje para ricos y pobres, es una afrenta. Tener la visión y compasión suficiente para trabajar con el ojo puesto, sobre los grupos vulnerables, intentar poner en marcha un modelo educativo que, responda a la nueva realidad del mundo, favorecer y dignificar a los pueblos originales de América, les parece un pecado mortal, incluso a las altas esferas de la iglesia. Incentivar la inversión privada con inversión pública, poner justicia en la recaudación, detener la tendencia al alza en la criminalidad y hasta lograr fortalecer nuestra moneda, les parece punible. Yo creo que, en su fiesta, se distribuyó no solo marranilla sino, sustancias que superan al alcohol.
Toda la oposición reunida, haciendo de comparsa durante el aquelarre de Doña X, bailando una danza tenebrosa, a través de un viaje al país de la marranilla.
Doña X, mientras tanto, no ha aclarado el supuesto conflicto de interés entre, su empresa, y su cargo como delegada. Tampoco, nos explica su visión de la aritmética, ni su visión de seguridad, en la que, las micheladas y Felipe Calderón, tienen el papel protagónico. Tal parece que, en su deseo de volver a la política de seguridad calderonista, Doña X, pretende también, sacar de la cárcel a García Luna, y regresarlo a su puesto para regalarle más “pas, pas, pas” a México.
Claudio X por su parte, no nos explica cómo fundamenta, otra vez, con evidencia, tener como ideólogos del Frente, a José Ángel Gurría y a Cabeza de Vaca. La evidencia y el método científico, parecen ser enemigos de la oposición.
Pareciera que, los señores equis, vivieran en un país que, no es México y que, quizá, ni siquiera esté en el planeta Tierra, tratando de satisfacer y teniendo en sus bases, a la gente más influenciable, y más clasista (el clasismo, señores de la iglesia, sí es una ideología, y además, muy vulgar y va totalmente en contra del cristianismo genuino).
El país de la marranilla, quedó claramente descrito, en la declaración que, Doña X, hizo en Monterrey. Un discurso, una vez más, carente de convicciones, cuyo objetivo fue solamente, complacer a la audiencia, dándoles lo que quieren escuchar.
En Monterrey, Doña X,dijo, y cito: “Hay una cultura distinta en el sureste del país y no podemos aplicar un modelo similar al del norte. Recuerdo que, cuando trabajaba con Fox, quisieron instalar maquiladoras en San Cristóbal de las Casas, y yo les dije, va a ser un fracaso. Nadie va a ir a trabajar 8 horas seguidos (sic) porque no es su cultura… pero, tampoco, si el sur no tiene gas natural, no va a llegar Tesla, aunque el presidente quiera.”
Doña X, presume su título como ingeniero, pero, no sabe que el 75% del gas natural, está en Tabasco, Veracruz y Campeche. Aunque, más allá de este dato duro que, Doña X no tiene en el radar, detrás de esta declaración, se encuentra, “el complejo del conquistado”, del que hablé en mi artículo anterior.
Este pensamiento colonial de que, en el sur la gente es fea y floja, en el sur, dicen, viven los flojos, los ignorantes, los perdedores y los nacos.
A Doña X, se le olvidó que, en esa maquiladora que se instaló en San Cristóbal de las Casas, estaba involucrado el impresentable Camel Nacif y que, las obreras, recibían un sueldo de 40 pesos diarios, con una cuota de 1500 playeras diarias, de la marca Tommy Hilfiger, a la venta en JCpenny en 50 USD cada una. La planta la pagó el gobierno de Fox; o sea, Doña X, encargada en ese sexenio, de defender a los indígenas, se sumó para reproducir un mecanismo de explotación, no muy diferente al de las haciendas henequeneras. Pese a ello, Doña X se ufana de ser indígena. ¿Cinismo o incongruencia? Decidan ustedes.
No está de más resaltar que, en el sur de México, florecieron civilizaciones que están a la par de China, Mesopotamia o Egipto. La cultura Maya, no floreció en Monterrey o en Ciudad Juárez. Los Mexicas, no hicieron su imperio en Hermosillo o Aguascalientes. Los vestigios olmecas, están muy lejos de Apodaca. Teotihuacan, está muy lejos de Ciudad Delicias.
Las reservas de la biosfera del Gran Calakmul, con la incorporación, promovida por este gobierno, para los que se dicen ecologistas, del corredor biológico del Tren Maya, la Nueva Uxmal, el manglar de Puerto Morelos y el área protegida de El Jaguar, anexa al Parque Nacional de Tulum, la coloca en la segunda reserva biológica más grande del mundo, después de la amazonia, y esta, que yo sepa, no está en Matehuala.
En el sur, están los recursos naturales, oxígeno, agua hidrocarburos. Del sur, eran Juárez, Sor Juana, Octavio Paz e incluso, Porfirio Díaz. Del sur, es también López Obrador (¿entendemos ya de dónde viene el repudio irracional -aunque suene a pleonasmo- contra el presidente López Obrador, por parte de ciertos sectores de la sociedad mexicana? No señores, no es el “comunismizmo” o la “diptadura”. Se trata de un asunto, norte-sur)
Las civilizaciones y el mundo indígenas, sin tratar de sacralizarlos, pueden llenar muchos vacíos de la cultura occidental, como el sentido de comunidad y, el respeto por el entorno, por la vida. Doña X, seguramente jamás ha escuchado hablar de Los Guardianes de la Selva o de los Amoxoaque. Del tequio, del rebozo y la importancia de la maternidad y la lactancia dentro de la cosmogonía indígena.
Los pueblos indígenas, se han visto obligados a mantenerse al margen de la dinámica social y sus beneficios, durante siglos, justamente por ideologías como la de Doña X. Traer de vuelta el discurso del colonizador, blanco, bello, trabajador y exitoso, discurso ya obsoleto ante la coyuntura, ha significado repetir una y otra vez, el fenómeno de la colonización; es decir, ponerle el pie en el pescuezo a los morenos, a los indios, a los feos. No doña equis, usted como indígena e indigenista, se parece más a una malinche, pero, sin inteligencia, sin talento. Una caricatura de Doña Marina, por anacrónica y sin cultura.
Dejemos que los personajes X sigan escenificando su propio cataclismo, su propia ignominia, que sigan cayendo como Alicia, de un mundo malo, a otro peor. Nuestra recomendación de forma gratuita: cuidado con la resaca. La marranilla, puede llevarlos a todos, incluso, al hospital.