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La guerra por el Litio
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La guerra por el Litio

En México, seguimos en este momento con atención, la resurrección de un modelo para imponer regímenes de gobierno, que creíamos muerto desde hace más de tres décadas.

La violencia que producen los Golpes de Estado de hecho (como en Bolivia), o de facto (Chile y Colombia), asombran por el nivel de brutalidad que desarrollan.

Teníamos la idea de vivir en un mundo civilizado, incapaz de desandar el camino que tanto trabajo costó construir. Y como por arte de magia, en una especie de epidemia de violencia extrema, las fuerzas del orden y militares, participan en actos de desestabilización nacional y reprimen con la mayor dureza a la protesta ciudadana.

La catástrofe del neoliberalismo y con ella, el descrédito de gobiernos conservadores corruptos, ha obligado a la derecha sudamericana a contener el descontento ciudadano, por medio del uso de la fuerza.

Sin embargo, en países como Bolivia, donde Evo Morales había conseguido desarrollar un tipo de gobierno nacionalista, que sacó de la miseria a millones de bolivianos, el panorama es el mismo que viven Chile y Colombia. La derecha, aún no siendo gobierno, tiene la fuerza suficiente para desarrollar una estrategia golpista, que consigue el apoyo de los elementos de seguridad pública y de los militares.

Evo Morales pierde el poder y tiene que refugiarse en nuestro país, al peligrar su vida en suelo boliviano.
Nos damos cuenta entonces, que el fracaso del modelo neoliberal es parte del problema social que vive la parte sur de nuestro continente en este momento. Pero no es la única causa que explica lo que sucede. Bolivia no tenía un gobierno de corte conservador y en este momento vive la misma violencia que padecen Chile y Colombia.

Hay otra razón y ésta es de corte internacional. Se trata de la gran batalla que libran en este momento las tres naciones más poderosas del mundo: China, Rusia y Estados Unidos. El orden señalado, puede ser el que en realidad les corresponde por su fortaleza militar y económica en este momento.

China es la primera potencia económica en el mundo y al mismo tiempo, está ganando la carrera tecnológica a los Estados Unidos. La batalla para desarrollar tecnología 5G, la tiene ganada el país oriental. En este momento, China ya se encuentra planeando el próximo desarrollo de la próxima tecnología 6G.

Se calcula que la 5G estará operando a plenitud en un plazo de diez años. Los dispositivos móviles chinos serán vanguardia.

Rusia le está ganando la guerra militar a los Estados Unidos. Su armamento es hoy en día más moderno y muy superior al norteamericano. La industria de la guerra, se inclina hacia el lado ruso.
Estados Unidos se está rezagando, pero mantiene aún un férreo dominio financiero, que le permite disputar con sus contrapartes rusa y china, el predominio mundial.

Y en este juego entre los países más poderosos, quedan atrapadas las pequeñas naciones, que de alguna forma adquieren el carácter de “estratégicas”, para quienes intentan dominar el planeta.

Las materias primas, los yacimientos de minerales, energéticos y “tierras raras”, son codiciados por las superpotencias, para asegurar así su supremacía sobre sus también poderosos competidores.
El Litio, es un mineral estratégico, que será de capital importancia en el futuro próximo, para la fabricación de las baterías requeridas por los teléfonos inteligentes y los carros eléctricos que se están desarrollando.
El 75% de las reservas mundiales de Litio, se ubican en un triángulo que comprende territorios de Argentina, Chile y Bolivia.

Quien domine la zona, tendrá garantizado el recurso mineral durante muchos años.
Evo Morales en fecha reciente, firmó un acuerdo con China por mil millones de dólares, mediante el cual se permitía al país asiático, la explotación de los yacimientos minerales.

Ésa es la razón de la caída del gobierno de Evo Morales. Estados Unidos no iba a permitir que China se llevara de América un recurso que considera de su propiedad, de acuerdo a lo que estipula la antigua y ventajosa Doctrina Monroe, que a la letra dice: “América para los americanos”, entendiéndose como americanos, exclusivamente a aquellos que habitan en los Estados Unidos.

Chile tiene territorio rico en Litio y no está en los planes de los norteamericanos, el permitir que una revuelta o revolución social, lo priven de un mercado que tiene controlado con el gobierno neoliberal de Sebastián Piñera.
Así que las intenciones de poder de los grupos conservadores en estos países, son apoyados directamente por el gobierno norteamericano.

Estados Unidos pretende establecer un control severo, sobre los gobiernos de las naciones de Latinoamérica. En Venezuela, el acoso norteamericano se debe a las reservas petroleras que existen en el país. Con un gobierno nacionalista, sabe que no podrá disponer de ellas para beneficio propio.
Estados que no se alinean a sus intereses, son atacados económicamente para crear las condiciones de inseguridad y hambre, que faciliten el golpe de Estado.

En realidad, personajes como Guaidó y Jeanine Áñez, son títeres manipulables, carentes de cualquier tipo de apoyo social.

Hay algo más todavía. Hemos sido testigos de cómo los “organismos internacionales” en este tipo de situaciones, actúan como descarados cómplices del gobierno norteamericano, o se mantienen callados ante la gravedad de los hechos criminales que se registran. La OEA es un organismo sucio, servil y viciado, que no solo no trabaja por la tranquilidad y respeto de las naciones. Es un operador de fraudes electorales y promotor de golpes de Estado.
La ONU, cumple una función meramente burocrática, pidiendo investigaciones “imparciales”, a los mismos conservadores que desatan la violencia.

En situaciones intervencionistas directas o disfrazadas del gobierno norteamericano, estos organismos sirven para nada. Permiten que se consume todo hecho violento y hasta muy después, mandan observadores y solicitudes que nadie atiende.
Por último, está la postura que asumen las naciones desarrolladas del planeta. La Unión Europea guarda silencia cuando se dan estos golpes represores en Latinoamérica. Y lo hacen porque tienen empresas interesadas en invertir en esos países. Les interesa participar en el saqueo de las riquezas de otras naciones. Europa en realidad, apoya a los represores con su silencio.

¿Qué le queda a la sociedad de un país atacado por diferentes frentes? ¿Qué puede hacer ante la violencia del Estado, el intervencionismo extranjero y el silencio de quienes observan indiferentes?

Quizá la única medida que puede adoptar esta sociedad, es la conoce desde hace mucho tiempo.
Una frase que López Obrador ha revivido y ajustado a la realidad del momento que vivimos: “Solo el pueblo puede salvar al pueblo y solo el pueblo organizado, puede salvar a la nación”

Los gobiernos dictatoriales y autoritarios, no son eternos. En décadas pasadas se vivió la misma experiencia y hoy, no queda huella de ninguno de ellos.

Sociedad organizada en defensa de la democracia y la soberanía, es la forma de lucha que ha utilizado el pueblo, para derribar a estos gobiernos.
Ni el Imperio norteamericano ha podido sostenerlos, después de cierto tiempo.

Malthus Gamba

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