La Cuarta Transformación y el discurso conservador en la contienda electoral

Por: Ramiro Cadena Uribe
@RamiroCadenaU2

La secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel Reyes dio a conocer que, debido a que las campañas electorales empiezan el 1 de marzo y terminan en junio, la veda electoral impide el pago de los recursos que dispersan entre la población los Programas del Bienestar, por lo que el pago se adelantará dos bimestres.

Es absurdo que los recursos que se distribuyen a la población mediante los programas sociales sean considerados como parte de una estrategia electoral. Sería como aceptar que durante las campañas electorales no hubiera agua, corriente eléctrica, gasolinas y servicios del estado, porque podrían ser utilizados en la campaña del partido en el poder.

Pero es que así actuaron en las campañas locales, estatales y federales los partidos de los grupos de poder: El PRI y el PAN, desde el nacimiento mismo de esos partidos. Pero ahora las condiciones son diferentes.

El adelanto, lejos de ser una medida perjudicial, será de gran utilidad para los beneficiarios de los Programas de Bienestar. La población sabe que antes los recursos eran distribuidos en pequeños grupos del poder político. Ahora se distribuyen entre la población y, otra parte, son utilizados para beneficio del país. Es una “pequeña” diferencia.

Para este pago adelantado 12.1 millones de Adultos Mayores van a recibir su pensión de 12 mil pesos, correspondiente a los bimestres marzo-abril y mayo-junio. La inversión social anual de este programa es de 465 mil millones de pesos.

En el caso de las Personas con Discapacidad, un millón 482 mil beneficiarios recibirán este pago adelantado de 6 mil 200 pesos, por los dos bimestres. La inversión social anual es de 27 mil 860 millones de pesos.

Las Madres Trabajadoras, 276 mil 416 beneficiarios y beneficiarias van a recibir el pago adelantado de dos bimestres. Tres mil 200 pesos La inversión social anual es de dos mil 926 millones de pesos.

Todos los Programas Sociales anticiparán los pagos para no afectar a la población. Hay que considerar que las campañas electorales de este año estarían de más. Y nos podríamos ahorrar esos recursos para algo de más de utilidad. La gente ya se ha dado cuenta, lo sienten en su entorno y en sus bolsillos, saben qué es la transformación y no los van a hacer cambiar de parecer en tres meses con palabrería. Son los tiempos de los hechos, no de los discursos.

Es una larga historia de saqueos e injusticias, de enriquecimientos a costa de la población durante 78 años. Desde 1940, en que termina el gobierno de Lázaro Cárdenas, hasta 2018 que inicia el gobierno de la Cuarta Transformación.

La gente pensante tiene su voto ya decidido por los hechos. No requieren de peroratas para cambiar su decisión.