Después de una aventura de 3 años, el michoacano, Germán Martínez, regresa al lugar que lo vió nacer como político: el Partido Acción Nacional (PAN), donde lo premian con una senaduría plurinominal, quizá por su infructuoso esfuerzo por descarrilar la cuarta transformación desde adentro.
Y es que, con una dura carta dirigida a la presidencia del PAN en 2018, Martínez Cázares renunció a “treinta años de simpatía y militancia en el Partido Acción Nacional”, reclamando que “hoy ese partido arrinconó a González Morfín, olvidó su deber social, el adeudo con los menos favorecidos”, señalando además que en el PAN “ya no tienen el coraje cívico para hacer valer la voz de aquellos descartables del mercado, que como no valen para el consumo, son irrelevantes para la política”.
Y advierte que “no enterraré mis talentos para conquistar el Palacio Nacional dentro del movimiento de Andrés Manuel López Obrador, y alumbrar una nueva forma de manifestación partidaria del pluralismo mexicano”.
Sin embargo, estas convicciones duraron tan solo cinco años, durante los cuales pasó de ser senador de la República por el partido Morena, a una breve dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social, para regresar al Senado, renunciando a Morena en 2021, sumándose al Grupo Plural, de senadores “sin partido”.
Pero, cuando renuncia al PAN en 2018, el presidente de ese partido era ya Marko Cortés, lo mismo que ahora, es decir: nada ha cambiado en ese partido y, sin embargo, Germán Martínez Cázares regresa con bombo y platillo a la misma organización política a la que tan efusivamente descalificó con una plurinominal bajo el brazo.
