01 Ene 2025

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Feliz 2025, presidenta Claudia Sheinbaum
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Feliz 2025, presidenta Claudia Sheinbaum

La presidenta Claudia Sheinbaum tiene el respaldo de millones de mexicanos que dan vida a la 4T.

La siembra que inicia en el 2018, con la llegada de López Obrador a la presidencia, fue más que buena. Se arrancó de raíz la mala yerba que invadía por completo el territorio nacional y se preparó el terreno para la llegada de la primera mujer presidengta: Claudia Sheinbaum Pardo.

Llegaron los programas sociales y los incrementos salariales que dieron esperanza y seguridad a millones de mexicanos. La luz, el gas, la gasolina y la canasta básica en alimentos, mantuvieron una estabilidad desconocida para cualquier ciudadano en sexenios anteriores. Los empresarios más ricos en el país, se vieron obligados a cubrir el pago de sus impuestos actuales y aquellos otros relativos a ejercicios fiscales anteriores.

La presidenta Claudia Sheinbaum es una gobernante de territorio.

Los partidos políticos opositores quedaron reducidos a escombros, por voluntad del pueblo. Y los viejos comunicadores, antes todopoderosos, viven hoy un final patético, ante la evidente falta de credibilidad que los aqueja. Los logros en el corto plazo del Primer Piso de la Cuarta Transformación, son indiscutibles.

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La siembra dio frutos en forma casi inmediata. Los por proyectos insignia del gobierno del presidente López Obrador están concluidos, o en su recta final. Las remesas en dólares crecen, así como la inversión extranjera y el número de empleos creados.

2024 cierra con la aprobación de reformas constitucionales que deja firmes y preparadas el presidente saliente, mismas que salen adelante en la nueva legislatura, al contar Morena y aliados con mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso de la Unión y en buena parte de los congresos estatales.

La firmeza con que arranca el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, se debe en mucho a un cambio de mando “terso” que no cierra un ciclo sexenal, sino que da continuidad a un trabajo de seis años, que permite heredar un terreno bien trabajado, donde es posible construir un segundo piso a la nueva estructura nacional.

El cambio de régimen es una realidad patente e inocultable

La fortaleza de la actual presidenta es indiscutible. La solidez de su gobierno es reconocida tanto al interior del país, como a nivel internacional. Incluso por la prensa extranjera con marcada tendencia hacia la derecha. En un comparativo con la postura política mostrada por el primer ministro canadiense, ante las amenazas lanzadas por el próximo presidente norteamericano Donald Trump, Claudia Sheinbaum es presentada como ejemplo de dignidad, firmeza soberana y ánimo cooperativo con el socio comercial que intenta cruzar la línea del respeto mutuo. Claudia mantiene una postura cordial, pero de iguales, ante al próximo presidente de la nación más poderosa del planeta.

La presidenta Claudia Sheinbaum es recibida en Jalisco

Los enemigos del segundo piso de la Cuarta Transformación, son pequeños ratones escapados de la ratonera electoral del 2024. Claudio X González, o el “Junior Tóxico”, totalmente derrotado en la arena política. Ricardo Salinas, o “Dientes de Burro” hoy promotor del fascismo al muy particular estilo de Javier Milei. Alejandro Moreno, “El Sepulturero” del viejo dinosaurio priísta. Jorge Romero, líder del “Cártel Inmobiliario” panista. Y con ellos, el conjunto de parásitos a sueldo que intentan minar la fortaleza de una Cuarta Transformación que ni siquiera los mira. Ciro Gómez Leyva, López Dóriga, Azucena Uresti, Brozo, Aguilar Camín, Krauze, Alazraki, Aristegui.

Hoy se agrega a esta lista de eminentes odiadores, Max Cortázar, responsable de la construcción de la imagen y desastrosa campaña de Xóchitl Gálvez. Todos ellos conforman el último continente de un neoliberalismo derrotado, que no entiende que carece de futuro posible en el corto y mediano plazo.

El sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum, seguramente transitará sobre terreno firme y sin contratiempos mayores. Es probable que con el nuevo gobierno norteamericano se presenten algunas tensiones, pero desde ahora se trabaja inteligentemente para evitarlas, en el margen de lo posible. O para disminuir cualquier efecto negativo, en caso de que se presenten. Por lo mismo, los mercados y calificadoras extranjeras, no muestran inquietud alguna hacia México.

Tampoco son inquietantes las fricciones ocasionales que se dan al interior del Morena y con los otros partidos aliados. Dentro de la izquierda, esos desencuentros entre visiones y posiciones políticas, son naturales. La izquierda es crítica por naturaleza y se compone de fuerzas sociales y políticas que en ocasiones chocan superficial y a veces incluso, con demasiado encono.

En ese último caso, siempre se debe tener presente que Morena es únicamente el brazo político del Movimiento de Transformación. Morena no es en sí mismo el Movimiento de Cambio.

La presidenta Claudia Sheinbaum sigue los pasos de AMLO

Si llegara a fallar algún integrante del partido, o incluso varios políticos militantes, las faltas cometidas no debilitan en nada al proyecto de nación que se está construyendo. Debilitan a la gente del partido. Debilitan a las corrientes internas que subordinan un proyecto nacional con amplio respaldo nacional, a sus intereses personales o de grupo.

A la presidenta Claudia Sheinbaum, igual a lo que se dio durante la presidencia de López Obrador, la respaldan millones de mexicanos que en su conjunto y con su fuerza, dan vida a un Movimiento Social que tiene la capacidad y el conocimiento político suficientes, para reorientar el rumbo, cuando alguien pretenda dar marcha atrás, o poner obstáculos en el camino.

Porque al Movimiento de Transformación lo compone el pueblo, que pone y sostiene a representantes que cumplen al proyecto, o en caso contrario, abandona a quienes olvidan que su tarea es trabajar en favor de quienes menos tienen. Pero incluso este escenario de disfunción interna, es difícil de imaginar en el momento actual. Las fricciones son menores y por lo mismo, irrelevantes.

Toda ley y reforma propuestas por el gobierno de la presidenta, prosperará sin dificultades mayores. Todo proyecto y acción de gobierno, aplicará sin tropiezo alguno. El segundo piso de la Cuarta Transformación no tiene enemigos, ni viento en contra a la vista.

La cosecha en este sexenio promete ser abundante. Y eso sentará las bases para la construcción del tercer piso de una transformación, que se antoja imparable y siempre en favor del pueblo de México. La derecha odiadora y radicalizada que hoy vemos, no tiene futuro alguno en las siguientes décadas.

Por: Malthus Gamba

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