Para entender el nivel de retraso ideológico en el que se encuentra sumida la extrema derecha que hoy representa el PAN en México, hay que empezar por definir las ideas a las que se opone, porque lejos de proponer algo, su esencia es oponerse a todo y esto es lo que los define realmente.
Se unen para detener el avance del comunismo, una teoría cuya prevalencia terminó a finales de los años 80s; sí, hace 40 años y cuya definición es la de una doctrina económica, política y social, que defiende una organización de la sociedad en la que no existe la propiedad privada ni la diferencia de clases y en la que los medios de producción estarían en manos del Estado, que distribuiría los bienes de manera equitativa según las necesidades.
Así es que, por lo que dicen el PAN y el partido español VOX, del que hoy muchos panistas y priistas se desmarcan, también sin saber por qué lo hacen, estarán luchando juntos para detener el avance de esta doctrina, que ya no avanza en ningún lado desde hace 4 décadas.
Hoy México pasó de ser un botín a disposición del saqueo descarado por parte de grupos oligárquicos, a ser un país con un gobierno que promueve los negocios privados en un marco legal que les permita ejercer sin obstáculos la libre competencia, pero que también toma el control de sus actividades estratégicas para evitar que las continúen saqueando y sigan destruyendo las empresas del Estado.
También es un gobierno que defiende la propiedad privada, pero que está evitando que un grupo de ladrones de cuello blanco priven de propiedad a la mayoría de los habitantes, como lo venían haciendo durante más de 40 años.
Que distribuye apoyos económicos a los que los necesitan, pero que también entrega cientos de proyectos de infraestructura para que la iniciativa privada invierta en ellos y los desarrolle generando utilidades, empleo y riqueza en la comunidad.
Que gestiona directamente la construcción de grandes proyectos de infraestructura, en los que participan empresas privadas cobrando su trabajo del erario y generando cientos de miles de empleos en un área geográfica donde las empresas nunca desarrollaron nada por su cuenta.
Que otorga derechos para utilizar el sistema de salud en forma gratuita a toda la población y que al mismo tiempo promueve vigorosamente el libre comercio con otros países, para que las empresas privadas puedan colocar sus productos en el extranjero, a un nivel tal, que hoy ya somos el primer socio comercial de los Estados Unidos y tenemos el mayor superávit de balanza comercial de la historia.
Que le cobra los impuestos a todos los causantes, pero que mantiene una administración financiera, fiscal y monetaria, que ha generado un ambiente tan favorable para la inversión, que hoy los flujos de inversión extranjera son mayores para México de lo que lo son para Gran Bretaña, Suecia y Canadá y la bolsa de valores ha incrementado a record histórico su nivel de precios y cotizaciones.
Probablemente a esto es a lo que los cerebros anacrónicos y subdesarrollados de los miembros del PAN y de VOX califiquen como comunismo y seguramente representa el avance de lo que quieren detener. Por fortuna para todos, su desorientación los mantiene corriendo en círculos y dando chillidos estridentes, mientras chocan unos contra otros en una situación de histeria injustificada, que solo puede ser fruto de la ceguera derivada de la ambición insatisfecha.
Como dice el refrán: “Quien todo lo quiere, todo lo pierde”.