El muro de los lamentos panistas
No hay nada peor para un tonto encaramado en la soberbia, que alguien más le demuestre que es un tonto encaramado en la soberbia. Eso le ha pasado a los panistas y priistas durante los últimos 4 años en los que han venido observando cómo se hacen las cosas que ellos prometieron durante décadas y no lograron realizar, porque no se puede invertir el dinero en obra pública mientras te lo estás robando.
Así ante el desarrollo de los grandes proyectos de infraestructura que este gobierno ha venido llevando a cabo sin aumentar la deuda pública, evitando que todos estos sátrapas se siguieran robando el dinero, los berrinches de los prianistas exudan una frustración profunda. Se respira su odio y su resentimiento cada vez que leemos algún mensaje de ellos en las redes sociales o escuchamos sus comentarios venenosos en los medios y plataformas.
Tenemos un ejemplo clarísimo: uno de los muy pocos proyectos relevantes de infraestructura desarrollados durante el último gobierno panista del lamentable Felipe Calderón, fue la barda construida a medias que iba a custodiar el terreno donde se debería haber edificado una refinería en Hidalgo, que este corrupto tuvo que cancelar porque el dinero no alcanzaba para construir y robar al mismo tiempo, siendo lo segundo prioritario.
Sin embargo a pesar de que esta gran obra del sexenio panista no sirve para maldita la cosa, todavía hoy sigue sangrando las arcas de los mexicanos. Como en 2009 se solicitaron créditos para construirla, a la fecha se han pagado más de 1,800 millones del monto de esos préstamos y nos faltarían por pagar otros mil millones de capital insoluto.
Durante el año fiscal de 2020, Petróleos Mexicanos realizó 12 pagos mensuales por una cantidad de 125 millones de pesos cada uno, más otra cantidad de 71 millones de pesos que corresponden a los intereses de la deuda contratados hasta que se termine de pagar.
En resumen los mexicanos hemos pagado miles de millones de pesos por media barda, además del terreno que se compró que durante 15 años a permanecido inactivo, que antes producía vegetales y granos, donde no solamente hasta la fecha no se produce nada, sino que nos cuesta mantenerlo así como está.
Finalmente el gobierno de México anunció que en ese predio se construirá un hospital de zona del Seguro Social para aprovecharlo ya que nos ha costado a todos, pero especialmente a los que viven ahí, quienes fueron engañados por Calderón y su pandilla con una promesa de desarrollo para la que invirtieron en maquinaria, equipo y negocios, que nunca pudieron abrirse.
Por el momento sigue ahí la barda que no hemos terminado de pagar, que se podría destinar para que los miembros de la oposición que siempre respaldaron al Carnicero de Morelia en sus atracos y excesos, lleven a cabo peregrinaciones, hagan marchas o plantones para llorar la desgracia de no contar ya con las riendas del poder en sus manos.
Cómo no van a estar molestos cuando todos los días se informa de los avances que se van logrando en la aplicación de todas las estrategias que ellos repudiaron durante décadas y que les demuestran que son unos tontos presumidos.
Como dijo la actriz francesa Audrey Justin: “Cuando un dedo apunta al cielo, el tonto mira el dedo”.