El Milagro Mexicano. Capítulo 7: Educación
En los capítulos anteriores hemos hablado de economía, desarrollo, infraestructura y combate a la incidencia delictiva, pero el Milagro Mexicano lo está tocando todo y hoy hemos decidido presentarles información sobre educación, que es uno de los pilares principales en los que se seguirá sosteniendo y continuando este milagro en el futuro.
En el billete de 2 dólares de Singapur, tal vez el país más desarrollado de la tierra, aparece la imagen de su héroe principal: Un maestro impartiendo clases frente a un grupo.
En México existen casi 30 millones de alumnos de niveles básico, medio y medio superior, que estudian en más de 250 mil escuelas en todo el país y son atendidos por 2 millones 100 mil maestros.
Antes de 2019 y durante muchos años, los gobiernos abandonaron las escuelas, hostigaron a los maestros, se evitó regularizar su situación laboral, incluso se les persiguió y se les encarceló como a criminales, se les pagaron salarios de miseria, se dejó a los estudiantes pobres a su suerte para que fueran desertando y dedicándose al crimen organizado, se limitó el ingreso de estudiantes a las matrículas de nivel superior, dejando a la mayoría en las calles, el contenido de los libros de texto gratuito se privatizó en manos de gente inexperta y mal preparada que produjo grandes cantidades de basura educativa; todo esto se hizo para ir preparando la excusa de que la educación púbica no servía, que solamente nos salvaríamos como país privatizándola y convirtiéndola en un negocio de pocos, así como en un privilegio para quienes pudieran pagarla.
De esta forma, nuestro país se quedó con millones de jóvenes trabajando para el crimen organizado, millones de maestros luchando en plantones en todo el país para que se les respetaran sus derechos, decenas de miles de escuelas en ruinas, un déficit enorme de profesionales y especialistas que hoy hacen tanta falta, al igual que millones de libros impresos anualmente que contenían información incorrecta, distorsionada y fuera de la realidad que vivimos los mexicanos.
En 2019 la óptica con la que se percibe a la educación pública cambió, considerándola como lo que es en realidad, un derecho al que debe tener acceso toda la población, no solamente los que han sido privilegiados con una condición económica superior a la de los demás y bajo ese precepto se comenzó a trabajar para levantar el sistema educativo que los neoliberales se habían esmerado en destruir.
De los 30 millones de alumnos, más de 12 millones vienen de familias con bajos recursos, esa era la razón principal por la cual muchos de ellos desertaban cada año de la escuela; hoy todos ellos reciben una beca bimestral, para que cuenten con algo de dinero que les permita pagar lo más básico sin tener que dejar de estudiar por esa causa.
Una enorme proporción de los más de 2 millones de maestros, no contaban con una plaza que les garantizara prestaciones sociales y un salario decoroso. De 2019 a la fecha se les ha otorgado una plaza a 500 mil maestros que no la tenían y el programa para hacerlo sigue en marcha para que todos los ellos tengan su base en 2024.
Adicionalmente, por disposición presidencial, a partir del 2023 ningún maestro podrá percibir menos de 16 mil pesos al mes, que es el nivel promedio de ingresos que reciben los trabajadores inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social y la pensión de los maestros retirados se elevará en más de un 8% en 2024 para homologarla con los salarios que perciben los maestros en activo. Solo este año se basificó a 40 mil maestros en la Ciudad de México, lo que no sucedía desde hace más de 30 años.
Se abrió el programa La Escuela es Nuestra, por medio del cual se promueve la participación de la comunidad escolar, para que los maestros y padres de familia decidan sobre los recursos destinados a dignificar las condiciones de los espacios educativos públicos, en beneficio de niñas, niños y adolescentes. Los recursos podrán utilizarse en cada escuela decidiendo en conjunto y partiendo de la confianza en que todos somos capaces de participar para mejorar nuestro entorno. La comunidad escolar puede elegir uno o varios de los siguientes usos para el dinero: Horario extendido, servicio de alimentación, equipamiento, rehabilitación o ampliación de las condiciones físicas del plantel.
Este año ya son 113 mil escuelas de las 250 mil existentes y casi nueve millones de alumnos los que recibirán recursos directos del programa; para 2024 lo recibirán todas. Aquellos planteles que atienden de 2 a 50 alumnos reciben 200 mil pesos anuales, los que tienen desde 51 hasta 150 estudiantes, reciben 250 mil y en las que estudian de 151 alumnos en adelante se les asignan 600 mil pesos para estos fines.
En otro rubro, los libros de texto gratuitos abandonados en manos de generadores incompetentes de contenidos especializados, presentaban información histórica inexata o tergiversada al más puro estilo neoliberal, en aritmética por ejemplo, habían problemas irresolubles, así como errores e que servían para distorsionar la percepción de los alumnos que los estudiaban. Hoy volvieron a encomendárseles a personal calificado que elabora los contenidos con visión humanística y científica de alta calidad, con un enfoque objetivo sobre la realidad nacional y el entorno de los alumnos.
Mientras los neoliberales hacían todo para delegar su producción en manos privadas a fin de obtener la mayor cantidad posible de moches derivados de la corrupción, hoy el esfuerzo editorial de la Comisión de Libros de Texto Gratuito es el más grande del mundo. En todo el planeta se calcula que se venden 147 millones de libros al año. México imprime y distribuye casi 200 millones de ejemplares gratuitos en ese mismo período, además de los que editan, fabrican y distribuyen todas las editoriales del planeta juntas.
Pero el milagro también está sucediendo en la educación superior, donde cientos de miles de estudiantes de bajos recursos que no podían mantenerse en la universidad por falta de ellos, hoy reciben 2,400 pesos mensuales para solventar sus gastos más básicos y no tienen que desertar por no tener ni para el transporte.
A falta de médicos especialistas que atiendan a los enfermos en todo el país, se han contratado médicos mexicanos, extranjeros y jubilados para que presten sus servicios en todo el sistema de salud que se está construyendo, para dar servicio completo, de calidad a 130 millones de mexicanos, así se han abierto 10 mil plazas anuales adicionales en las escuelas de medicina, para que estudien especialidades y se ofrecen becas en el extranjero para este mismo fin.
Cuando escuchamos las 100 promesas presidenciales el 1º de diciembre de 2019, entre las que mencionó que se construirían 100 universidades nuevas, muchos pensamos que era una tarea imposible. Hoy a 4 años y medio, a través del programa Universidades Benito Juárez, se han construido 148 y se llegarán a terminar 200 en 2024, 55 de las cuales se destinarán a la formación de médicos, enfermeras y especialistas que hacen tanta falta.
Estas universidades se crearon para ofrecer educación superior gratuita y de calidad a estudiantes de bajos ingresos. El programa está diseñado para ayudar a transformar la educación en México y reducir la brecha de desigualdad en el país, en lugares y con personas que no podrían estudiar una carrera profesional de otra manera.
Estas universidades se encuentran en zonas rurales, construidas con diseños adaptados a los climas y características donde se ubican. En un área de 1,856 metros cuadrados, se han contruído 20 aulas, un auditorio, una biblioteca, 2 laboratorios, un comedor, 6 salas de estudio, 8 baños, una bodega, una residencia de docentes y oficinas administrativas. Se ubican en 148 localidades de los 32 Estados de la República y en ellas estudian 46 mil alumnos atendidos por 1,168 maestros de diferentes disciplinas, entre las que se cuentan 18 ingenierías y 15 licenciaturas, incluyendo medicina y enfermería. Cada uno de estos estudiantes recibe los 2,400 pesos mensuales de apoyo de los que ya hablamos y representa una inversión de 22 mil pesos anuales por alumno, incluyendo instalaciones, equipamiento y operación, sumando un gran total de mil millones de pesos anuales para todas estas universidades, que es equivalente a lo que nos cuestan los parásitos del INAI.
Todo esto no solamente representa parte del Milagro Mexicano actual, sino que es la mejor forma de asegurarnos de que ese milagro continúe expandiéndose en el futuro para avanzar como una sociedad con bienestar, crecimiento y desarrollo. No sería mala idea seguir el ejemplo de Singapur imprimiendo un billete mexicano con la imagen del maestro dando clases, como el héroe al que deberemos nuestro desarrollo futuro.
Para quienes estén interesados en consultar directamente las fuentes de donde se tomaron los datos que aquí expusimos, les sugerimos referirse a la página de la Secretaría de Educación, la de las Universidades del Bienestar Benito Juárez García, la del Instituto Mexicano del Seguro Social, la de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la de Statista.com y la de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos.