EDMUNDO JACOBO “DON PORFIRITO”
Es el “indispensable”. El del trabajo de “excelencia”. El funcionario que ha llevado al INE al sitio que ocupa actualmente, como organismo autónomo.
Lorenzo Córdova y Ciro Murayama se deshacen en elogios hacia Edmundo Jacobo Molina, el hoy exsecretario ejecutivo del INE.
Los consejeros del INE que son considerados por buena parte de la sociedad mexicana, como un grupo que comparte lujos, privilegios y excesos, requiere de la presencia de Edmundo Jacobo, para dar continuidad a la actividad básica de este organismo autónomo. El fraude electoral.
Edmundo es el operador eficaz que prepara el terrero, actúa en su momento y cierra jornadas electorales con todos los triunfos que pueda lograr el fraude, en favor de los intereses conservadores.
Porque si alguien llora por la salida de Edmundo Jacobo del INE, aparte sus compañeros de causa, son los políticos de la derecha que miran apesadumbrados como su alfil dentro del Instituto Electoral, deja el cargo importante, que ha sido base de operaciones de la derecha, durante los procesos electorales del pasado reciente.
En algo tiene razón Lorenzo Córdova. “Don Porfirito” (como atinádamente lo calificó el día de hoy el presidente López Obrador, por ser un personaje que tiene 30 dentro de la estructura electoral), ha contribuido bastante para hacer del INEl lo que es en este momento, a los ojos del Pueblo.
Un organismo corrupto y sin credibilidad. Una fábrica de fraudes electorales y el castillo desde donde despacha la Mafia Electoral, rodeada de lujos y privilegios.
“Don Porfirito” posibilita todo eso, pues es el funcionario público que maneja el presupuesto, la plantilla de personal, los procedimientos que se observan en cada elección.
“Don Porfirito” es también el funcionario “Mil Usos” que después de 30 años de actividad electoral, conoce todo el entramado que rodea una elección y el aparato que califica cada proceso electoral. El hombre de confianza que sigue las instrucciones de sus jefes inmediatos.
Edmundo Jacobo es el “lamebotas” de lujo de Lorenzo Córdova. El incondicional del “jefe” que celebra el clasismo y la desvergüenza de Córdova Vianello, cuando éste discrimina y se burla de la forma en que habla y se conduce la gente de las comunidades humildes del país.
Este personaje está a punto de regresar a su puesto de “trabajo”, gracias a la complicidad del otro brazo de la Mafia Electoral.
El Tribunal Federal Electoral, que controla en la presidencia Reyes Rodríguez Mondragón. El personaje que cenó y “apapachó” públicamente a la candidata del PRI a la gubernatura de Hidalgo, en el pasado proceso electoral.
Alegando que se vulneran “sus derechos electorales” al desaparecer el área que controlaba en el INE, de acuerdo a las nuevas reglas que contiene el “Plan B” electoral aprobado por el Congreso de la Unión, “Don Porfirito” presenta una inconformidad ante ese Tribunal, para que le devuelvan los privilegios perdidos. Y los corruptos magistrados de ese órgano del Poder Judicial, preparan las justificaciones retorcidas, que servirán como base legal para restituirle privilegios.
¿Qué tiene que ver un tema laboral con el Tribunal Electoral?
El “Plan B” considera la desaparición de un área específica, dentro de la estructura del INE. Eso es todo. En un transitorio, se declara que al modificarse dicha estructura, el actual titular, que no tiene funciones a desempeñar, sale del organismo ya que el trabajo de la Secretaría Ejecutiva, pasa a otras áreas dentro del mismo INE.
Si “Don Porfirito” desea eternizarse en el poder, a la manera usual de un monarca o dictador, rompiendo las reglas elementales de la democracia, cuenta en este momento con la dirigencia corrupta en el INE y con el respaldo del no menos mafioso Tribunal Electoral para hacerlo.
Tan es así, que la magistrada del Tribunal, Janine Otálora, responsable de elaborar el proyecto que deberá someterse a votación al Pleno de Tribunal, filtró a medios de comunicación informes que no podían ser del conocimiento público, antes de ser conocidos y votados por los demás magistrados.
Además, adelantó su postura personal en el sentido de regresarle el “trabajo” a “Don Porfirito”.
Fue tanto el descaro de esta acción que viola la Constitución y el Reglamento del Tribunal, que la Consejería Jurídica de Presidencia, ya presentó un recurso de inconformidad ante el mismo Tribunal, por la conducta impropia de Janine Otálora, pidiendo se excuse de intervenir en este asunto, por haber demostrado ser parcial al respecto y por infringir las Leyes mexicanas.
Con todo, “Don Porfirito” puede regresar al puesto privilegiado que ha ocupado por espacio de 14 años, aunque sus actividades estarán más acotadas, mientras se mantenga vigente el “Plan B” que modifica la Ley Electoral.
Varios de los integrantes de su equipo de trabajo, abandonaron el barco del INE recientemente. Y tanto Lorenzo Córdova, como Ciro Murayama salen de ese organismo en forma definitiva dentro de unos días.
“Don Porfirito” llegará para intentar defender una dictadura que se le escapa de las manos. No podrá librar con fortuna la dura aduana que significa para la oposición la elección en el Estado de México. El margen de respaldo que tiene la maestra Delfina Gómez, con relación a la candidata priista, es enorme y no permite una operación de fraude para alterar resultados.
Aunque la Suprema Corte de “Injusticia” tire el Plan B, que limita el derroche de recursos en el INE, los días de privilegios en ese organismo están contados.
El Pueblo de México se dio cuenta de que la democracia no radica en las instituciones y organismos que se dicen garantes de la misma.
La democracia la define, practica y perfecciona el Pueblo.
En 2024, con mayoría calificada en el Congreso, tanto el Instituto Federal Electoral, como el Poder Judicial, vivirán una reforma integral, que dejará fuera los mecanismos de corrupción que imperan hoy en día en ambas instituciones del Estado.
Las manzanas podridas están a punto de caer del árbol del presupuesto público y esto que vemos, son los estertores de una muerte anunciada e inevitable.
Si no es hoy, será muy pronto cuando veamos salir a “Don Porfirito” en su “Ipiranga”, con destino al basurero de la Historia.
Ahí lo estarán esperando Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, que llegarán primero.
Malthus Gamba