¿Qué pasa en Ecuador? ¿Por qué la derecha en México está tan callada?
Durante los últimos días, las noticias que dan cuenta de la grave situación política que se vive en el pequeño país sudamericano, Ecuador, han sido abundantes y preocupantes.
Esta nación exportadora de petróleo y productora de plátano para fines de venta en el extranjero, estaba considerada hasta el 2018, como de alto desarrollo humano, ubicándose en el décimo lugar a nivel continental.
Después de diez años de mandato por parte del economista y catedrático Rafael Correa, quien gobernó con una visión de impulso permanente al desarrollo nacional, basado en la atención a las necesidades de las clases más desprotegidas, llega al poder Lenin Moreno, que promete de inicio continuar con las políticas impulsadas por el anterior gobierno, donde ostentó el cargo de vicepresidente.
Esta promesa no se cumple. Moreno cambia su posición política y decide impulsar medidas de corte neoliberal, que son dictadas desde el extranjero y obligan al país a un ajuste brutal en su economía, que se traducirá en despidos, aumentos en tarifas energéticas, reforma laboral a favor de las empresas, recorte salarial y otras medidas atentatorias a la economía familiar.
La sociedad ecuatoriana se ha mostrado indignada ante ese “paquetazo” de corte neoliberal, que afecta principalmente a las clases sociales más desprotegidas.
Las comunidades indígenas y los sindicatos, han salido a las calles y tomado la capital del país, no obstante el clima de represión que las autoridades afines al actual presidente, han desplegado intensamente, con la intención de evitar que esta protesta social prospere. El reclamo principal de estos grandes contingentes, es que no se retire el subsidio oficial a las gasolinas. La reforma laboral que pretende Lenin, también es repudiada.
En este momento, el gobierno se ha visto obligado, ante la fuerza de la protesta popular, a abandonar el palacio de gobierno en la capital Quito, para trasladarse, en franca huida, a la ciudad de Guayaquil.
Este problema que es comentado a nivel internacional, pone de relieve la intención de los grupos conservadores, que forman parte de la sociedad en todos los países del mundo, para intentar retomar el poder por cualquier medio y reimplementar las políticas neoliberales de corrupción e impunidad, que tantos beneficios les han redituado en el pasado.
Lenin Moreno, está obligado a observar las indicaciones que le llegan del extranjero, por la vía del Fondo Monetario Internacional, debido a que, por su falta de capacidad para gobernar, se ve obligado a solicitar un préstamo millonario, que le permita afrontar la caída de la economía nacional.
Para ello, se ve forzado a sacrificar a la población del país, impulsando las medidas ya conocidas que prescriben tanto el Banco Mundial, como dicho Fondo Monetario.
En este momento, se libra una batalla entre dos fuerzas que en realidad, son irreconciliables históricamente: un pueblo trabajador que reclama su derecho al bienestar y la ambición desmedida de las grandes empresas nacionales y extranjeras, apoyadas por los organismos financieros más poderosos del mundo.
El resultado de esta batalla puede ser lamentable, tanto en vidas, como en la estabilidad económica y política en este pequeño país.
Aquí en México, estamos saliendo de una etapa oscura, tan negra como la que está padeciendo Ecuador en este momento.
Han sido décadas de gobiernos neoliberales entreguistas, que empobrecieron al país, aplicando las mismas políticas económicas que una y otra vez, intentan imponer en los países emergentes, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, alfiles de los más poderosos capital del planeta.
Por fortuna, en México la transición a un régimen con visión distinta de lo que debe ser el desarrollo nacional, se dio por la vía pacífica. Las elecciones federales del año pasado, permitieron una transición del caduco y corrupto régimen neoliberal, a uno nuevo, donde la atención principal del gobierno, tiene que ver con el diseño de programas de atención, dirigidos a los que menos tienen.
México dejó de planificar su economía y su política en base a las indicaciones que llegaban del extranjero. Esto ha sido posible, gracias a la firme determinación del gobierno de la Cuarta transformación para no endeudar más al país. Si no pides prestado a los organismos internacionales, no tienes obligación alguna de seguir sus políticas de sumisión total.
Sin embargo, lo que está pasando en este momento en Ecuador, debe prender las alarmas en la sociedad mexicana, para estar pendientes de la actividad que están desarrollando las fuerzas conservadoras en nuestro país, tal vez disminuidas en este momento, pero dispuestas a recuperar el poder, en la primera oportunidad que se les presente.
En Ecuador, las políticas de beneficio social, caen rápidamente, debido a la intención del presidente del país, de dar entrada a nueva deuda pública, que trae consigo la imposición de medidas de reajuste económico, que atentan contra el bienestar de los ciudadanos. El entreguismo del presidente, arrastra a toda la sociedad en su conjunto. La respuesta del pueblo es firme y contraria a la aplicación de estas políticas económicas, que destruyen la economía y el tejido social.
En reiteradas ocasiones, el presidente López Obrador nos ha señalado que la democracia, no es una actividad que se concrete a la emisión del voto, en época electoral. Es la participación permanente en las actividades públicas, que tienen que ver con la vida política y económica del país. Es la supervisión, aprobación, o inconformidad que cada individuo expresa, sobre el desempeño de quienes gobiernan a la nación.
Sabemos, que los grupos conservadores trabajan todo el tiempo, para descarrilar, de una forma u otra, al gobierno de la Cuarta Transformación. Su intención es recuperar el poder y revivir las políticas del pasado, que solo sirvieron para enriquecerlos.
Es tarea del pueblo, no permitir el regreso de los neoliberales al gobierno. Acabar con los partidos políticos del pasado, en las próximas elecciones intermedias. Señalar y denunciar a quienes intentan detener al avance del país, para recuperar beneficios personales o de grupo.
Solo ejerciendo el trabajo democrático a diario, tendremos la garantía de que lo que está sucediendo hoy en Ecuador, no se verificará en el futuro próximo, en México.
A los conservadores les basta con recuperar de nueva cuenta parte de su antiguo poder, para solicitar la ayuda internacional necesaria y restablecer el régimen de injusticia social que padecimos por décadas.
Eso está viviendo Ecuador en este momento: el regreso del neoliberalismo opresor.
No permitamos que en el futuro, a México le suceda lo mismo.
Participemos en la vida pública a diario. Es nuestra única garantía.
Malthus Gamba