Por aprobación de Reforma Eléctrica; dice Coparmex que no hay que convertir a México en una “vergüenza internacional”
En una continuación del falso discurso de que con la Reforma Eléctrica impulsada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador se pretende privilegiar el uso del carbón en la generación de energía, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) pretende que nuestro país atienda las “preocupaciones ambientales” del segundo mayor contaminante del planeta y cuya secretaria de Energía solamente se refirió a cuestiones comerciales.
Según Coparmex, México no debe pasar por alto la posición de la administración del presidente Biden en Estados Unidos en cuanto a su interés por conformar una región en América del Norte descarbonizada y el impacto en la inversión de las decisiones tomadas en materia energética.
“Si las leyes del año 2013 necesitan mejorarse que así sea, pero para poner a México a la vanguardia en competitividad, desarrollo económico y generación de energías limpias, y no convertirlo en una vergüenza internacional por su desprecio al medio ambiente”, señaló el sindicato patronal, a pesar de que a nivel nacional la generación limpia aportada por las centrales propias de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) representa el 55 por ciento de la generación limpia total en el Sistema Eléctrico.
Pero además, la proporción de generación limpia entregada por los generadores privados es de un 47 por ciento más energía con fuentes fósiles que la CFE y su proporción de generación limpia es únicamente del 20.3 por ciento lo que está muy por debajo de la generación de la CFE.
Sin embargo, Coparmex aprovecha la reciente visita de Jeniffer Granholm, secretaria de Energía de Estados Unidos, para intentar establecer una posición en contra de la Reforma Eléctrica, pues la funcionaria norteamericana expresó al gobierno de México las “graves preocupaciones” de la administración de Joe Biden sobre el impacto negativo de las reformas energéticas en la inversión privada de estadounidenses en México y tampoco sobre la oportunidad de asociarse con México en el impulso de la energía limpia “para hacer que América del Norte sea un área económica unificada con objetivos hacia la descarbonización”.
Pero resulta que esas “graves preocupaciones” vienen de un país que coopera con el 13.4 por ciento de las emisiones de Monóxido de Carbono (CO2) en el planeta, mientras México solamente aporta el 1.28 por ciento de ese contaminante, por lo que lo que realmente busca la secretaria norteamericana son los intereses económicos de su país.
Aún así, la Coparmex insiste en trasladar un discurso de defensa a los intereses comerciales de las empresas privadas al terreno de la “protección ambiental”: México no puede darse el lujo de ir en sentido contrario al mundo y a los esfuerzos globales por disminuir las emisiones contaminantes a la atmósfera. Las familias mexicanas merecemos energías limpias y a precios justos y accesibles para todos”, dicen.
Finalmente y desatendiendo las cifras de Semarnat,que revelan que en Nuevo León, los generadores privados de electricidad expidieron en el 2020 5 mil 821 toneladas de Monóxido de Carbono al aire regio, mientras que la refinería de Pemex en ese lugar produjo, en similar plazo, mil 043 toneladas, es decir, 82 por ciento menos, Coparmex señaló que “la reforma planteada eliminará uno de los grandes avances logrados, que es la competencia por la generación, que incentiva el desarrollo de Centrales Eléctricas Limpias, las cuales hoy despachan a costo cero. También están en riesgo los Certificados de Energías Limpias (CELs) y la cancelación de éstos afectará el derecho de las generaciones presentes y futuras de mexicanos a un ambiente sano”.