MAÑANA HABRÁ CANDIDATO DE IZQUIERDA
Más que hablar sobre el político que organizará al Movimiento de Transformación, rumbo a la elección federal y presidencial del 2024, quiero referirme al escenario que vemos un día antes de que la dirigencia de Morena, dé a conocer el resultado final de la encuesta nacional aplicada.
Vemos a una prensa tradicional, que intenta minimizar un acontecimiento histórico para el país, en aras de no minar el poco respaldo que le queda a la ridícula candidata opositora Xóchitl Gálvez.
Para el periodismo añejo y falto de credibilidad, esa encuesta pasa de noche. No le dan mayor cobertura en sus espacios informativos.
Para el pueblo de México en cambio, significa un paso importante hacia la verdadera democracia, donde la sucesión presidencial no se define en Palacio Nacional, o en los salones de la antigua residencia oficial en Los Pinos. Es el primer ejercicio democrático, donde los ciudadanos eligen a quien será el candidato presidencial, representando a un enorme Movimiento, en donde caben millones de ciudadanos.
No hubo dedazo. Ni vimos como el presidente daba a luz a su “delfin”.
Mañana conoceremos el resultado de una encuesta donde se disputan esa candidatura tres piezas importantes dentro de Morena, en compañía de otros tres políticos menores y sin posibilidad alguna de triunfo. De esto deberían estar hablando todos los medios de información en el país y también el metiche periodismo extranjero, que opina severamente cuando se trata del gobierno del presidente López Obrador.
Este inédito ejercicio democrático tuvo fallas. Pero eso resulta natural al ser el primer paso importante en la ruta hacia una democracia real. Los aspirantes contrataron durante la campaña, encuestas a modo. Las granjas de bots trabajaron horas extras en redes sociales. Los oportunistas y lambiscones hicieron lo suyo, atacando a los rivales de su “corcholata”. Y muchos simpatizantes y militantes se subieron a una guerra sucia, donde el lodo fue lanzado en todas direcciones, en un impresionante “todos contra todos”.
Una de las situaciones más inquietantes, es ver como se está formando una nueva “casta” de periodistas que intentan vivir de la política. Este nuevo sector informativo (y desinformativo también), lo vemos en plataformas independientes, redes sociales, canales de Youtube, blogs y demás espacios virtuales. Vimos a esta gente mentir descaradamente, en un intento por “inflar” a la corcholata considerada con más oportunidad de triunfo.
Jóvenes que se inician en la profesión, haciendo uso de las viejas prácticas para conseguir “chayote”. “Hoy respaldo tu campaña, para que más adelante me respaldes con contratos publicitarios, o espacios en medios oficiales”. Periodistas profesionales, en verdad se ven pocos y esos pocos, son generalmente ciudadanos que hacen periodismo no lucrativo. No viven de eso y por lo mismo, realizan esa actividad por gusto, o por responsabilidad social.
Ojalá y esta nueva generación de comunicadores, no termine igual que sus veteranos colegas. Desenmascarados y desacreditados por una sociedad a la que hoy resulta difícil engañar.
El día de hoy, en redes sociales, todas son porras y certeza en el triunfo del candidato de nuestra preferencia. Nadie admite una eventual derrota. Y con el anuncio del aspirante triunfador, dará inicio de inmediato la “operación cicatriz”, para limar asperasas de todo tipo, y consolidar la fuerza del bloque de izquierda.
Se habla de fracturas y rompimientos. Pero muchos de esos comentarios nacen de la misma guerra sucia, impulsada por todos. De “traidores potenciales” no han bajado a determinadas “corcholatas”, sin que ninguno de estos políticos haya hablado de su salida del Movimiento. El chirme, utilizado como propaganda, vive sus últimos momentos en esta etapa final para la elección de un candidato.
Si la aduana del resultado final de la encuesta, se trabaja adecuadamente, tendremos un Movimiento unido, definido y bien aceitado, para alcanzar la presidencia del país en 2024 y para dar al presidente López Obrador la última herramienta política que nos pide a todos, para asegurar el futuro social y político del país.
Un Congreso de la Unión con mayoría calificada, que le permita sacar adelante las reformas constitucionales que se requieren, antes de terminar su mandato y jubilarse.
Después de este periodo de confrontación interna, en favor de una u otra “corcholata”, debe llegar la paz, la tranquilidad y el buen juicio.
El Movimiento somos todos los que respaldamos a un Gran Proyecto Nacional.
Aquí no hay ganadores, ni vencidos.
El carro es grande y cabemos todos.
Que bueno si gana Claudia, o si gana Marcelo, o si gana Adán Augusto.
Mañana será un nuevo día y habrá fiesta, porque dará inicio de manera oficial, la Segunda Etapa del Movimiento de Transformación.
Somos millones los que vamos unidos para derrotar al verdadero enemigo. Los corruptos a los que no dejaremos regresar a gobernar.
Malthus Gamba