Por: Serafín Morón
@elcriticopol
El triunfo de la izquierda mexicana en el Estado de México marca un momento histórico significativo en la lucha por la justicia social y la equidad en el país. Durante cien años, el gobierno en el Estado de México estuvo en manos del PRI, un partido que perpetuó una desigualdad social abrumadora y permitió que el crimen organizado tomara el control en numerosas comunidades. Este gobierno descompuso el tejido social y solo se preocupó por atender los intereses de una minoría privilegiada, una realidad completamente opuesta a los principios democráticos.
El desafío que enfrenta la izquierda mexicana, representada por el partido MORENA y su nueva gobernadora, la maestra Delfina Gómez, es monumental. Se requiere un esfuerzo sobrehumano para remediar los daños causados por aquellos que gobernaron anteriormente.
Los mexiquenses ahora tienen una nueva dirección, un rumbo diferente que trae consigo cambios en todos los ámbitos, tanto en la forma de hacer política como en la implementación de políticas públicas.
Fue un siglo en que los mexiquenses estuvieron sometidos a una oligarquía codiciosa que solo velaba por sus propios intereses, sumiendo a la mitad de la población en la miseria y el abandono total. Durante ese tiempo, se saqueó la riqueza del territorio y se explotó a los más desprotegidos.
Es hora de mirar hacia un nuevo horizonte, hacia la reconstrucción del tejido social y la implementación de la justicia, la verdad y la igualdad. Estos valores fundamentales fueron abandonados por los gobiernos anteriores, dando paso a una era marcada por la corrupción.
El camino hacia la transformación será arduo y requerirá el compromiso y la participación activa de todos los ciudadanos. La izquierda mexicana, encabezada por MORENA, tiene la responsabilidad de romper con el legado de injusticia y corrupción, y construir una sociedad más equitativa, inclusiva y justa para todos los mexicanos.
El reto de la izquierda no solo se limita al Estado de México, sino que también tiene implicaciones a nivel nacional. La victoria en el Estado de México envía un mensaje claro de que es posible lograr un cambio real y transformador en el país. La izquierda mexicana tiene la oportunidad de demostrar su capacidad de gobernar de manera responsable y efectiva, implementando políticas que aborden las desigualdades y promoviendo la participación ciudadana en la toma de decisiones.
Es fundamental que la izquierda mexicana se mantenga fiel a sus principios y valores, evitando caer en las tentaciones de la corrupción y el autoritarismo que han caracterizado a otros regímenes en el pasado. La transparencia, la rendición de cuentas y la inclusión deben ser los pilares fundamentales de su gobierno.
En conclusión, el triunfo de la izquierda mexicana en el Estado de México representa un hito significativo en la historia política del país. Sin embargo, el verdadero desafío radica en la capacidad de la izquierda para revertir los daños causados por décadas de gobierno corrupto y desigualdad. Solo a través de un esfuerzo conjunto y el compromiso con la justicia social.