La desmoralidad de una opinóloga (politóloga)
Por: @jpms1500
Pablo Meléndez
En el año 2006, la incipiente Denisse Dresser describió las elecciones presidenciales en una frase: “perdió la elección”, refiriendo a AMLO, cuando todos los demás sabíamos con mucha seguridad que se había tratado de un fraude electoral tanto en las urnas como en una campaña en la que se rompió en varias ocasiones las reglas del juego (compra de votos, acciones de precampaña, el desafuero, etc.), patrocinadas por el presidente de ese entonces, Vicente Fox; mientras tanto el aún Instituto Federal Electoral (IFE) hacía caso omiso a cada una de las pruebas.
Mientras tanto la hoy autonombrada “decepcionada de AMLO” escribía un texto titulado:
“Cuando éramos huérfanos”, nos relata como: “…el 2 de julio voté por Andrés Manuel López Obrador. Fui de esos votantes indecisos hasta el momento de entrar a la casilla…”.
Si son sinceras sus palabras (lo que dudo) nunca creyó en el proyecto de nación que el hoy presidente planteó, como una pobre y patética politóloga que no puede hacer un razonamiento eficaz optó por votar por el menos peor.
También alegaba: “Pero voté con ambivalencia, porque a lo largo de la campaña siempre pensé que AMLO tenía el diagnóstico correcto pero no las soluciones adecuadas.(…) Recuerdo habérselo dicho: Andrés Manuel, estás ofreciendo pobreza con dignidad.”
La politóloga despectivamente expresa que la pobreza con dignidad es un insulto, en su pensamiento clasista conservador cree que el pobre es pobre porque quiere y es obligación del presidente, de alguna manera que no explica, darle “herramientas” para que deje de serlo (algo que tampoco logran ni plantean los que defiende en la actualidad).
Más adelante describe y nos recuerda de dónde viene la lucha de clases: “Y López Obrador no me asustaba como asustaba a otros miembros de mi clase social.”, recordándonos que desde esa elección la clase a la que ella pertenece lo odiaba al punto de “sacar espuma por la boca” (palabras que ella usa); mientras que en la actualidad plantean que es él quien creó esa guerra entre los “chairos” como ellos nos denominan y “fifis” como ellos mismos se describen.
En el 2018 cambió la perspectiva de Dresser y surgió una mujer más ambiciosa: “Me voy a tener que lanzar al ruedo y no me va a quedar de otra” dijo creyendo que tendría oportunidad con una candidatura independiente, en un primer y único podio una pequeña multitud la alentaba pero al final no lo logró vender.
Fue sólo un intento mediocre por parte de la indisciplinada, clasista y poco célebre Denise Dresser tal vez para probar el camino, tal vez como un intento de quitar votos a AMLO pero se bajó al ver que le quitaría más a uno de sus candidatos (Anaya o Meade) o quizá tuvo la ingenua creencia de que en verdad podía ganar; sea lo que sea terminó saliendo de la contienda sin haber empezado y regresó a ser una “defensora de AMLO”.
En cuanto el presidente tomó poder y redujo los costos de publicidad para los medios defensores de darle dinero a los que más tienen e impuestos a los que menos tienen, la molestia no se hizo esperar y Dresser al fin se unió a la gente “que saca espuma de la boca” de su propia “clase” y lanzó un ultimátum al presidente: “A vigilarte” una carta que sólo puede ser leída por el que compre la suscripción de Reforma, …y no seré yo.
En las primeras líneas escribe: “Te escribo estas líneas, sentada en mi escritorio, con el pulgar manchado de tinta indeleble, con sentimientos…”
No se cuales sean sus sentimientos y demerita por completo su objetivo de ser clara y nos muestra a la nueva Dresser, rompe furiosa por la victoria que la gente, la de otra clase social, celebraba.
La politóloga se ha cansado diciendo que ella votó por AMLO tres veces y casi se le escapa frente a Tatiana Clouthier que era un favor a los más jodidos; sin una agenda específica o un verdadero plan de trabajo o propuesta, la “doctora” no ha sido más que una triste “opinóloga” en su posición cómoda como una verdadera NINI que ni informa, ni propone, ha pasado los últimos cuatro años en el “arguende” de mercado.