Postigo
Por José García @Josangasa3
Las redes sociales convierten a cada ciudadano en un medio de comunicación y ahí es donde la subjetividad de la información cobra sentido y fuerza para instalarse en la vida cotidiana y pasar de un “darse cuenta”, a un evadirse de la realidad.
Ya no es importante que los comunicadores sean confiables, tengan credibilidad o una trayectoria de verticalidad o diálogo permanente con la realidad, lo que importa es dar gusto a quien recibe dicha información, como si se tratara de escoger un platillo en un restaurante.
Lo que en su momento se llamó líderes de opinión quedó en el museo de la información, aunque algunos, –entre quienes así se autodenominaron por mucho tiempo por poseer información directa de funcionarios corruptos y empresarios cómplices de corrupción con el gobierno–, quieren continuar con ese título.
Esos mismos seres extrañan tener la verdad en un puño y la relación directa con el poder. Ahora, simplemente balbucean sus comentarios a través de las fake news. La gran cantidad de información, verdadera y falsa, empieza por desorientar a quienes consideraban que poseían en exclusiva una información que siempre fue relativo, sesgada y, en su asombro ante la información real, cuestionan cualquier noticia que provenga de quienes los desenmascaran porque no la entienden. No estaban acostumbrados a convivir con la verdad.
Su trabajo nunca tuvo una relación seria con la realidad, y ahora sólo dialogan con los deseos de quienes quieren que el pasado regrese, es al público del viejo periodismo que va dirigido una información a la medida que forma parte de la voluntad conservadora que es irrenunciable a sus orígenes, que tiene que ver fundamentalmente con el mundo ideal.
Se informa sobre lo que se desea saber pero no sobre lo que existe. La gente elige desinformarse por primera vez en la historia, elige no votar, elige no ser democráticos. Elige vivir en el pasado, o, por lo menos suspirar por tiempos idos.
Con el pretexto de que es más importante informar oportunamente que de manera veraz, la mentira prolifera en las redes, ya en los medios estaba instalada. La politización o polarización actual en México no es sólo producto de un gobierno que convoca a la sociedad a participar en el ejercicio público sino que las redes sociales tienen un papel importante en este proceso, porque se le otorga voz además de voto a quienes no tienen relación con datos reales.
La información desde las redes tiene poco más de 30 años, se informó, desde el génesis de las redes, cualquier cosa, verdad o mentira es lo de menos, desde ese momento sus emisores se dieron cuenta de que es mayor la dificultad para rastrear el origen de la difusión falsa. Es decir, se engañaba impunemente.
Por otra parte, los políticos pudieron tener sus propios canales de comunicación en las redes, para contrarrestar las mentiras que sobre ellos difunden.
En este panorama informativo surgen las conferencias matutinas para crear equilibrios informativos. De no ser por esas “mañaneras” la República de Twitter ya hubiera desbarrancado la actual administración.
La derecha se preparó para arrebatarle al gobierno su agencia de noticias al año de haber iniciado, los pretextos de la huelga de Notimex no fueron otra cosa que la denuncia de los viejos vicios que hasta ese momento indignaron a los trabajadores. Siempre existieron y cuando estaban por corregirse dijeron que ya no podían más.
“Cuando Pablo Hiriart dirigió esa agencia, a pesar de ser extranjero, se quedaba con los viáticos de los reporteros que viajaban, despedía a placer a quienes quería, hacía cálculos de gastos alterados, pero todos callaban. Lo malo según el movimiento huelguístico, empezó en este sexenio.”
La derecha tardó 15 meses en echar a andar la huelga de la agencia de noticias del gobierno para aislar al Presidente de los medios que están en manos de la derecha, y distanciarlo de la población. Se intensificó la difusión de fake news como única alternativa informativa disfrazada de la democratización de la información, pero la gente sigue consumiendo lo que quiere degustar no la verdad. México es un país de verdades escasas a causa de un empresariado de la información que dedicó todos sus espacios a mentir.
Las fake news tienen el futuro asegurado en México, las mantienen los dueños del dinero, de los medios de la mentira a la que alimentan con monstruo de su rancia mitología política conservadora. Es necesario aguzar los sentidos, afinar la percepción y abrir la conciencia para llegar a la verdad y sus causas, sus causas verdaderas.
