El INE sí se tocó
Hace algunas semanas terminó el espectáculo de la oposición donde hicieron un gran escándalo por la fantasiosa militarización del país; hoy ya ninguno de ellos se acuerda de eso, fue como siempre solo un montaje para desinformar despistados. En cuanto se votaron las leyes al respecto, este grupo de simuladores desmontó su teatrito y armo la escenografía estelar para comenzar con el siguiente show: El INE no se toca.
Fue el escándalo del sexenio para ellos, echaron su resto. Comenzaron como siempre con su ejército de opinadores, sus medios de propaganda convertidos en pasquines y multitud de bots diseminando el slogan, que poco a poco fue adoptado por beligerantes amas de casa muy poco informadas, residentes de las colonias caras y medio caras de México, que pegaron sus letreros a las bardas mientras vociferaban contra los “pelados” de la izquierda.
Así la creciente propaganda sin argumentos, basada en slogans y arengas que ni siquiera entienden, fue invadiendo paulatinamente los corazones de los mismos clasistas, racistas y aspiracionistas extranjerizados de siempre. El guion incluyó hasta la organización de un paseo dominical por Reforma que resultó en una verbena de odio, diluyéndose mientras avanzaban, para quedar al final solamente con unos 700 despechados, en un mitin de bostezo ante el monumento de la Revolución.
A esto todavía siguieron semanas de abundante repetición de su grito de guerra: El INE no se toca. La votación de la reforma constitucional del INE, que lo hubiera reforzado como nunca, no se aprobó por falta de mayoría calificada de la izquierda en el Congreso, pero no tuvieron tiempo de festejarlo porque de inmediato se dio entrada a la reforma legal de este organismo, para entre otras cosas, quitarle 5 mil millones de pesos al año que no necesita y reformarlo en asuntos sustanciales.
Con la novedad de que a pesar de todos los componentes espectaculares a los que estos disfuncionales nos tienen acostumbrados cada vez que toman un tema en sus manos para entretenerse, el INE sí se tocó y la reforma legal pasó por la cámara de diputados y por la de senadores, no sin antes dejarnos algunos regalos inolvidables, como el de Claudio X González actuando como colado en una tribuna del patio del senado, desde donde tácitamente le ordenó a Monreal que desquitara el soborno y antes de salir vistió de dinosaurio a Xóchitl Gálvez.
O como el de Monreal, líder de la bancada que tenía como obligación aprobar la reforma, ese que creía poder engañarnos para terminar encabezando la 4ª transformación desde la presidencia en 2024, le hizo caso a su patrón X González y votó en contra.
Ahora el espectáculo está por terminar, el INE ya se tocó y ahora estos ociosos se van a tener que buscar otro tema para intentar distraénos mientras la transformación sigue avanzando a tambor batiente, pasándoles literalmente por encima.
No nos debe llamar la atención el entusiasmo y la enjundia con la que desempeñaron sus lamentables papeles a lo largo de este espectáculo, sin contar con todo lo que esto les costó, porque el INE, junto con la Suprema Corte, la COFECE, la CRE, el INAI y otros órganos autónomos, representan los tumores cancerosos y las minas sordas que estos ladrones asesinos de la derecha, dejaron enquistados en las entrañas de las instituciones para usarlos en nuestra contra si perdían la presidencia, como les sucedió.
Son las únicas armas que les quedan para intentar hacer algo como lo que han hecho últimamente en Argentina y en Perú. Por fortuna ya comenzamos a desactivar sus bombitas tocando al INE y a hora tenemos que asegurarnos de que para 2024, todos votemos en cascada por Morena para, ganar la mayoría calificada en el Congreso y podamos extirpar de raíz todos estos quistes malignos que podrían perjudicarnos en el futuro, aunque haya quien pueda morirse de rabia.
Como dijo Buda Gautama: “Aferrarse a la rabia es como agarrar un carbón ardiendo con la intención de aventárselo a alguien, eres tú quien te quemarás”.