Destituyen a mandos que hicieron las detenciones de los que saquearon la Cooperativa Cruz Azul
En un comunicado oficial de la Cooperativa Cruz Azul, la organización expresa su agradecimiento a las autoridades por haber detenido a Víctor Garcés, hoy señalado como Víctor “N”, exdirector jurídico, cuñado y cómplice del líder de la banda de ladrones dirigida por El Billy Álvarez, quien hoy sigue prófugo de la justicia y con ficha roja de Interpol después de haber robado más de 2 mil millones de dólares de la cooperativa y de haber cedido los activos de la empresa a un Fideicomiso ilegalmente constituido por la empresa Fiducia, sin tener facultades para hacerlo; ni uno para cederlos, ni el otro para recibirlos en un fideicomiso.
Sucede que después de la detención de este individuo, la Fiscalía de la Ciudad de México destituyó al comandante de la Policía de Investigación, Carlos Flores, quien dirigió el operativo en el que se le detuvo después de estar prófugo de la justicia desde julio de 2020.
Durante la misma semana en que se detuvo a Víctor Garcés, la policía también detuvo en otro operativo a un individuo señalado como Joel “N”, quien se dedicaba a robar cemento de la Cooperativa y era también integrante de la banda de El Billy. En esta ocasión la Fiscalía también destituyó al comandante que dirigió este segundo operativo.
Resulta por lo menos extraño que alguien dentro de la fiscalía de la ciudad esté destituyendo comandantes que han dado cumplimiento eficiente a mandatos judiciales derivados de órdenes de aprensión contra los delincuentes que saquearon la Cooperativa Cruz Azul durante 30 años, y que esto se pueda interpretar como un castigo por atreverse a tocar a estos mafiosos que siempre han comprado voluntades de funcionarios públicos corruptos en todas partes.
Por esta razón en el mismo comunicado la Cooperativa expresa su extrañeza, y no es para menos, y solicita respetuosamente a las autoridades competentes, que aclaren las razones por las que se destituyeron a estos funcionarios, a fin de que estas decisiones puedan malinterpretarse y terminar confundiéndose con un posible cohecho a alguien dentro de la fiscalía por parte de estos delincuentes para comprar favores, ejecutar venganzas y mandar mensajes a otros servidores públicos en acciones futuras.