@_BarbaraCabrera
“Cuando cambia la mentalidad de un pueblo, cambia todo”
Andrés Manuel López Obrador
En 2018 decidimos –en las urnas y por la vía pacífica- un cambio de régimen, el cual representa la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
Muchas cosas buenas han pasado desde entonces. Los beneficios son evidentes y van permeando para rescatar este país de las garras del neoliberalismo.
Pero no nos engañemos, aun quedan resquicios de este sistema opresor y gandalla en algunas Entidades Federativas, así como en las mentes colonizadas por quienes lo defienden a ultranza, sea porque ven perdidos sus privilegios o por ignorancia, pero los hay.
Tenemos en nuestras manos la capacidad de decidir para dar un paso más y así consolidar la transformación de México, la cita es el 6 de junio; lo cual representa –como ya lo dije- dar un paso más, ya que después de ello es muy importante continuar el acompañamiento al cambio de régimen liderado por el Presidente Andrés Manuel, y es oportuno hacerlo ejerciendo el poder ciudadano.
Y para aquellos incrédulos que piensan con su mente colonizada por el neoliberalismo que el Presidente López Obrador no ha hecho nada, a continuación algunos ejemplos, solo algunos debido a que la lista de logros y acciones es enorme. Seguido de ello, enumero varios desastres del régimen anterior, y enfatizo son solo una muestra, ya que los neoliberales dejaron este país al borde del abismo.
Comencemos por los logros de la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
En materia económica el peso se mantiene estable, el dólar a la baja, asociado a que México se encuentra dentro de los mejores diez países con mayor inversión extranjera directa; se eliminó la pensión a expresidentes; la partida secreta ya no existe. En dos años de gobierno, el salario mínimo aumentó el 52%. ¡Estamos recuperando el poder adquisitivo!; asimismo, se eliminó el outsourcing.
En materia de combate a la corrupción y el crimen organizado, el avance es evidente: paulatinamente se han erradicado los privilegios de los que abusaban los políticos neoliberales; se han eliminado los fideicomisos, usados en aquellos tiempos como la caja chica, ahora los apoyos se otorgan de manera directa; se dejaron atrás los viajes superfluos; se eliminaron las condonaciones a grandes capitales; se han congelado cuentas a políticos y gobernantes involucrados en casos de corrupción, así como a integrantes del crimen organizado.
En la peor crisis económica-sanitaria mundial, el gobierno del Presidente Andrés Manuel no se ha endeudado, el dinero público alcanza porque no hay corrupción. Hoy está en marcha la Austeridad Republicana, la cual ya es Ley.
En materia de salud pública, el derecho universal a la salud es un hecho; para ello, entre otras acciones, se firmó un acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para comprar medicinas en el extranjero y garantizar el abasto el derecho a la salud en México, lo cual representa acabar con el monopolio de la venta de medicamentos en el país, uno de los tantos negocios de los neoliberales al amparo del poder; ahora se garantiza su abasto. Asociado a ello, se terminó de construir más de 300 hospitales abandonados por El PRI y PAN en sexenios pasados.
En respuesta a la pandemia por COVID-19 se articuló una estrategia nacional para combatirlo creándose el sistema de reconversión hospitalaria más grande de Latinoamérica; manteniendo informada a la población con las conferencias vespertinas; gestionado desde el año pasado la adquisición de vacunas suficientes para inmunizar a toda la población; trazando un plan nacional de vacunación que va viento en popa; de 193 países del mundo, México está en el top ten de países con más dosis aplicadas, y es el segundo en América Latina en este rubro; igualmente, está dentro de los 5 países con más esquemas de vacunación completos. A esto hay que sumar que es el único país en Latinoamérica que está envasando dos vacunas: astrazeneca y cansino; y por comenzar con una tercera: Sputnik V. Sin perder de vista el desarrollo de la vacuna llamada “Patria” que se encuentra en fase 3, así que antes de concluir el año tendremos nuestro propio inmunológico.
Tratándose de programas sociales están en marcha el de sembrando vida; la pensión para adultos mayores; el apoyo económico para personas con discapacidad; el apoyo para madres solteras y/o trabajadoras; el programa de becas para estudiantes, así como el de jóvenes construyendo el futuro, sin olvidar el programa de créditos a la pequeña y mediana empresa. Se acabó el chayote de sexenios pasados, hoy el dinero se destina donde más se necesita.
El precio de la gasolina se mantiene estable y el combate al huachicol ha sido contundente. Al respecto, la refinería dos bocas lleva un importante avance en su construcción; igualmente se adquirió la refinería Deer Park en Texas; lo que representa que en 2023 ya no importaremos gasolina. ¡Se está recuperando la soberanía y seguridad energética!
Y ya que hablamos de obras importantes enlisto las siguientes: se construye un nuevo aeropuerto internacional llamado Felipe Ángeles, el cual en tan solo 2 años lleva más del 60% de avance; se construye el Tren Maya, el cual prevé la ONU sacará de la pobreza a 1.1 millones de personas. Además, se edifican caminos con mano de obra de las propias comunidades, ahí tenemos el ejemplo de Oaxaca; se construye el corredor interoceánico; se amplia el bosque de Chapultepec; está por concluir la obra del Tren Interurbano México-Toluca, a la par que se terminó la Línea del Tren Ligero de Guadalajara, esa misma que los gobiernos neoliberales de Jalisco y el Federal del sexenio pasado debieron concluir y lo dejaron inconcluso; se trabaja en el proyecto ecológico en el lago de Texcoco; se han creado más de 500 escuelas y Universidades, así como bachilleratos con especialidad deportiva, lo cual representa grandes oportunidades para los jóvenes para continuar sus estudios; se están liberando las playas, las que los neoliberales habían privatizado; y así podría seguir enumerando obras de gran trascendencia, por cuestión de espacio, dejo hasta aquí estos claros ejemplos.
Dicho lo anterior, en este momento pasemos a la segunda parte de esta Nornilandia. Y constatemos
¿que hacían los gobiernos neoliberales del PRIAN con nuestros impuestos? ¿Cuáles son los temas que no debemos olvidar, para no permitir el regreso del pasado neoliberal? Distingamos:
En los tres sexenios pasados, al menos 13 exgobernadores han sido encarcelados por todo tipo de acusaciones, como asociación delictuosa, ayuda a cárteles de la droga, complicidad para delinquir o eludir la Ley, defraudación fiscal, delitos patrimoniales, ejercicio indebido, extorsión, entre otros; así lo reporta una investigación publicada en la Revista Polemón. Actualmente, ahí tenemos a los “Goberladrones”, uno de ellos, desaforado, con orden de aprehensión, el cual esperemos muy pronto sea detenido para que rinda cuentas ante la justicia y poder librar a Tamaulipas de ese lastre.
Súmese al desastre neoliberal la masacre de estudiantes en 1968; la matanza de 1971, conocida como el Halconazo; el fraude electoral de 1988 fraguado para que Carlos Salinas de Gortari fuera Presidente, así como el del 2006 que “haiga sido como haiga sido” llevó a Felipe Calderón a la Presidencia; el robo de la partida secreta por parte de Salinas; la venta de la Banca Nacional y de las mineras; la privatización de empresas estatales; el desmantelamiento y desaparición de CONASUPO; el incremento al IVA, del 4 al 16%; el rescate bancario a través del FOBAPROA, convertido en deuda pública; las matanzas de Acteal, Aguas Blancas, Tlatlaya, Tanhuato; la brutal represión y violaciones a mujeres de Atenco; la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa; la cruel represión a padres, madres y maestros de Nochixtlán, Oaxaca; las constantes devaluaciones del peso ¡como olvidar cuando en 1992 por Decreto publicado el 22 de junio en el Diario Oficial de la Federación, le quitaron tres ceros al peso, medida que entró en vigor el 1 de enero de 1993!. Y continuó enumerando las tropelías neoliberales: la desvergonzada corrupción política; la criminal corrupción policíaca que estuvo presente durante toda la época neoliberal; los vulgares desvíos del erario, la asociación delictuosa de quienes decían gobernarnos; el reparto de moches; la imposición de reformas estructurales que pusieron un enorme y luminoso letrero de “se vende” a México; la simulación de obras públicas como por ejemplo, la construcción de una barda en lugar de una refinería; el avance de obra de únicamente el 20% de un aeropuerto en todo un sexenio; 300 hospitales abandonados; la construcción de un tren cancelado por corrupción; eso sí, muchas cuentas en Andorra; reparto de chayote al por mayor para tener a los medios de comunicación apaciguados y controlados, así como un sinfín de privilegios para la clase política.
Actualmente, esto está quedando atrás; no obstante en algunas Entidades Federativas el neoliberalismo goza de cabal salud. Vamos por ellos, para combatir y eliminar ese nocivo sistema.
Nunca, nunca más permitamos el regreso de las políticas auspiciadas por el neoliberalismo. Ni un paso atrás, defendamos y celebremos el cambio de régimen.
Y téngase presente: ¡volver al pasado neoliberal, no es opción!
Es todo por hoy.
¡Hasta la próxima Nornilandia!