Por: @mima650217
México es un país lleno de raíces históricas, raíces que conocemos, que amamos, son esas raíces las que nos hacen un pueblo solidario, un pueblo unido, un pueblo que busca la paz.
¿Entonces por qué se percibe tanta polarización? ¿Por qué se percibe tanto odio en un sector de la sociedad? La respuesta es sencilla, hay personas que en el pasado fueron líderes de opinión, ejercieron mucha influencia y fueron la fuerza coercitiva del sistema neoliberal, eran los dueños del micrófono y de la pluma.
No sabemos cómo, pasó pero de repente dejó de existir la delgada línea que separaba el oficio periodístico de la farándula, de repente los periodistas de aquellos días, se volvieron estrellas, se cotizaban muy alto y era imposible llegar a ellos, su palabra era ley, igual destrozaban vidas de familias enteras que fabricaban un ídolo en tiempos muy breves, en aras de sus montajes de apoyo al gobierno.
Los otroras dueños del micrófono no se percataron del inicio de una nueva era, en sus espacios noticiosos, deportivos, faranduleros, todos ellos, se divertían mucho cuando el candidato de aquellos días, hoy presidente de la república hablaba de transformar a México con un solo postulado “acabar con la corrupción” creo que nadie, nos esperábamos la profundidad que ese postulado tenía, de pronto los dueños del micrófono y la pluma dejaron de reír y la felicidad se les convirtió en odio, un odio profundo contra el presidente que empezó a demostrar con hechos que en verdad la corrupción tenía sumido a nuestro país en la más profunda desigualdad y pobreza.
A los temibles periodistas, les fue arrebatada de las manos la exclusividad y nacieron otros medios de información que nos permitieron descubrir que los antiguos reyes del periodismo mintieron todo el tiempo, ayudaron a despojar a nuestro país de sus riquezas, ayudaron a establecer leyes injustas, convencieron al pueblo de que solo tenían derecho a recibir dádivas y a comer una torta en tiempos electorales.
Los antiguos reyes del periodismo perdieron su poder de convencimiento, perdieron los jugosos ingresos que les permitían vidas llenas de lujo y competencia con el medio artístico, perdieron su suerte cortesana que los había hechos los favoritos del harem, perdieron absolutamente todo, por eso su venganza es usar la pluma y el micrófono que derruida mente conservan para sembrar toda clase de mentiras a su alcance, se convirtieron en especialistas de tergiversar palabras, en impulsores del odio y apoyan a que se perciba un clima de violencia, por que conservan la esperanza de que México sea invadido, desean ardientemente que “alguien venga a rescatarlos” el odio no les permite pensar que si “ese alguien viene a rescatarlos” de todas maneras será muy difícil que regresen a su status de antes, POR QUE YA NO CREEMOS EN ELLOS, hoy los vemos.