Noticias

“Rosa, con R de radical”
Columnas, Trending

“Rosa, con R de radical”

Por: Rafael Redondo 

@redondo_rafa 

Cuando Hitler fue liberado luego de cumplir una condena por traición de 9 meses en Landsberg, el 20 de diciembre de 1924, encarcelamiento que aprovechó para escribir su libro Main Kampf (Mi Lucha), se encontró con una Alemania que, había superado la hiperinflación, los pagos por indemnización impuestos contra su país por el Tratado de Versalles, habían sido amortizados, y Francia había aceptado retirar sus tropas de Renania. Ya no había motivo para su discurso incendiario. Como el único objetivo de Hitler era hacerse de poder, el 25 de febrero de 1925, lanza un discurso público que significó la consolidación del Fuhrerprinzip, los lineamientos de su proyecto, literalmente, inventando una historia ficticia en la cual, acusaba como enemigos de Alemania, al Estado, a los judíos y a los marxistas. Este episodio marcó el inicio de un proceso de radicalización.

¿Por qué tuvo éxito su discurso alejado de la realidad? 


Hitler fue muy hábil al encontrar a los enemigos ficticios perfectos: El Estado es un concepto muy complicado de comprender debido a su nivel de abstracción, pero, suele asociarse con autoridad, y el ser humano tiende a rebelarse contra la autoridad. Eligió a un grupo étnico no alemán, los judíos, para sustentar su chauvinismo y, el Marxismo para mucha gente, era un tema totalmente desconocido, demasiado abstracto. Tres ingredientes difíciles de contrastar con la realidad. Además, Hitler era muy buen orador.

Cuando se construye un discurso con base en la ausencia de lógica, apostando por la emoción, el único camino por el que este discurso puede fluir es la radicalización y la violencia.

Algo similar está ocurriendo con la oposición mexicana contemporánea, y creo, es motivo de análisis y de contención, la que, lo apuesto, llegará a través de un proceso de autodestrucción.

Existe en México un grupo que, tal parece al igual que Hitler, tiene como único objetivo la obtención de poder. Para lograrlo, está construyendo un discurso disociado de la realidad, diseminándolo entre un segmento de la clase media, poco cultivado, prejuicioso, y/ o extremadamente influido por el dogma católico. La ignorancia, el fanatismo y el prejuicio, son el terreno propicio que utiliza el grupo dirigente y así, manipula a un pequeño grupo, igual que lo hizo Hitler en Alemania. Este grupo de la derecha más radical, que mantiene cooptados a tres partidos políticos, avalado por la iglesia católica, y apoyado por un equipo con herramientas para la narración, los 250 “intelectuales”, por ejemplo, todos atrapados en un submundo, sin contacto con el exterior. Dentro de una cápsula sellada.

Así, aparecen en canales de televisión, editoriales en prensa o redes sociales, únicamente para lanzar pestes contra el enemigo imaginario, el presidente, hablándole solo a gente que, cree lo mismo que ellos. Es decir, un sistema encriptado de personas hablándose al espejo que, de acuerdo con planteamiento más básico de la Teoría de Sistemas, terminará en la autodestrucción. 

Este monólogo de tontos hablando con el espejo, llega a conclusiones en las que, el mundo está cada vez peor, y nos encontramos al borde del Juicio Final. Entre ellos, se repiten la misma mentira y terminan llenándose de rabia. 


A continuación, una revisión del falso discurso, repetido tanto por Claudio X González, Xóchitl Gálvez, dirigencias de los partidos políticos antes mencionados, su grupo de “pensadores”, y los participantes de la Marcha Rosa. Discurso que, no coincide en lo absoluto, con la realidad:


1) Tendremos una elección de Estado. Falso. 


En una elección de Estado, el Estado vuelca y utiliza cada una de sus instituciones e instrumentos, incluido el castrense, para impedir la participación popular. En una elección de Estado, se recurre a la represión contra la diferencia ideológica y persecución política, mediante el uso de la fuerza. Hay una variable que, esta gente pretende ocultar o quizás, no la toman en cuenta: los beneficios que ha recibido la población, con el arribo de Morena, y por ello optan por la continuidad.

Y no hablo únicamente de las pensiones; existen motivos que tienen que ver con la devolución de la dignidad y que, son mucho más poderosas que el dinero.

Tampoco estamos atravesando por un proceso similar al de la génesis del PRI. Denise Maerker se lo insinuó a Claudia Sheinbaum. Calles hizo un trabajo cupular con diferentes sectores como obreros, campesinos y ejército. Morena nació desde el trabajo en tierra, directamente con las personas, no desde las dirigencias. 

No está sucediendo en México, una elección de Estado. 


2) La economía está peor que nunca. Falso.

La economía mexicana está mejor que en muchos años, y así lo confirman los datos nacionales, e internacionales. 

3) El presidente polariza. Falso.

La polarización de una sociedad es la génesis de toda nación producto de una conquista: vencedores y vencidos. México nace de una conquista. Históricamente nuestro país ha estado dividido entre blancos y morenos; luego, entre muy pobres, y muy ricos. La polarización estaba presente en México, mucho antes de la llegada de López Obrador a la escena pública en incluso, fue esta polarización, lo que lo llevó al poder.

4) Narcopresidente. Falso.

No existe una sola evidencia de ello. Si existiera, ¿no habría reaccionado ya el gobierno de Estados Unidos al más alto nivel?  No juguemos a la ingenuidad. 

Lo que sí vimos en la reciente Marea Rosa, auspiciada por la coalición de Xóchitl Gálvez simulando ser un movimiento de la sociedad civil, fue un desfile de la más repugnante vulgaridad proveniente de gente que, por absoluta ignorancia, llenos de prejuicios, inmersos en un discurso viciado que rebota solamente entre ellos mismos, sin retroalimentación, y tremendamente violentos, quienes se compraron el “rollo” fantástico de que, les van a quitar su propiedad privada; aunque, no existió en seis años, ninguna expropiación por capricho desde el Ejecutivo. ¿No les bastan seis años para verificar una hipótesis? ¡Qué extravío racional!

Que les van a quitar su religión; aunque, todos los templos de cualquier credo estén abiertos. Tan es así que, durante el presente periodo electoral, la iglesia católica ha estado en activa oposición contra Morena. 

Que están imponiendo el aborto, cuando no existe una sola campaña invitando u obligando a nadie a abortar.

Que Claudia es judía. Creo que, por lo menos en la Ciudad de México, todos hemos convivido en algún momento con algún judío, alemán, musulmán, mazahua, santero, agnóstico, espiritista, ateo, español, cristiano ortodoxo, huichol, protestante o francés, y hasta hoy, no nos ha sucedido nada extraño. Este argumento es propio de un ermitaño o un troglodita. En los púlpitos, en WhatsApp y en redes sociales, se reciben oraciones e invitaciones para rezar el Rosario, y mediante la oración, defender a México; aunque, todavía no entiendo de qué lo vamos a defender.

Mentiras convertidas en irá dentro de un grupo que, se alimenta a sí mismo con más mentiras.


La referencia sobre Hitler con el que inicié este texto nos explica de dónde, cómo y cuál es la trayectoria de un proceso de radicalización, que no polarización. Son dos conceptos diferentes; y que están creando, fomentando, y diseminando Claudio X González, el PAN y el PRI, Xóchitl Gálvez, sus pensadores y los medios de comunicación.  Esta radicalización que sí existe en México, no la provocó el presidente, como señalan “las mentes más prodigiosas de México”. La están provocando ellos, y de manera deliberada.

Los asistentes a la marcha rosa, cargados de prejuicios racistas y clasistas, son el sector más influenciable al discurso de los medios de comunicación, y/ o atrapados en el fanatismo religioso en el que sus existencias transcurren ante la tragedia del temor al infierno, son la carne de cañón que, sirve a los cabecillas de la oposición, para ponerle “carnita” al discurso. Todos ellos, encapsulados en una realidad inexistente, viendo enemigos donde no los hay, igual que quienes siguieron a Hitler, creyendo enemigos, al Estado, a los judíos y a los marxistas.

Afortunadamente, y como nos lo muestran los números, este grupo es una minoría. Una muestra, son las encuestas durante la campaña, y los índices de aprobación del presidente. 
Quienes están con Xóchitl, no están realmente con ella. Igual habrían apoyado a un chimpancé o a un sapo, si fuese necesario, con tal de atacar al presidente; porque odian y el odio es antítesis de inteligencia, al enemigo imaginario que lleva por nombre, López Obrador. 

El presidente a lo largo del sexenio aumentó su preferencia porque quienes, alguna vez creyeron en el discurso del “Peligro para México”, tuvieron la suficiente inteligencia para observar la realidad, y repito, la realidad, no observar o vanagloriar al presidente. Comparar la realidad con la fantasía, enfrentar la percepción contra la realidad fue suficiente pasa salir de ese segmento radicalizado, obnubilado, atrapado en un profundo delirio. Paradójicamente, no son las élites económicas quienes se oponen a este gobierno de izquierda, pues, durante este sexenio, de acuerdo con un artículo publicado por Forbes llamado “Sexenio Dorado”, las fortunas más grandes del país han tenido incrementos muy considerables en su capital.

Aunque la radicalización siempre es peligrosa, por fortuna, la propia realidad está minando sus deseos de expansión. 

¿Qué le falta al discurso de la oposición, que sí tenía el discurso de Hitler?

Para que una mentira sobreviva, necesita dos elementos: un buen argumento, y un buen narrador. Hitler, eligió enemigos muy abstractos como el Estado y el Marxismo; y, a uno más, ajeno al sentimiento nacional alemán, como los judíos. Los extraños, los ajenos, los no alemanes.

La oposición mexicana se estrella todos los días, con una realidad imposible de ocultar. Nadie está viviendo, ni persecución religiosa, ni presión para favorecer al partido en el poder, ni persecución política, ni censura a la diferencia ideológica, ni expropiación de bienes. Este grupo, no supo elegir la mentira correcta, ni el momento adecuado y menos, al orador perfecto. La oradora oficial, Xóchitl Gálvez, resultó ser una inepta. En la realidad, las mayorías están, o estamos hartos de los editorialistas, noticieros, intelectuales, artistas opositores, programas de opinión política, porque sabemos que, nos quieren ver la cara. La oposición es un club al que, ya nadie quiere entrar, pero los que están dentro, se resisten a salir, y un sistema que no se retroalimenta, está destinado a la autodestrucción.


Aquel que se precie de realizar algún trabajo de carácter racional, debe señalar que, en este momento existe en el país, una radicalización en ciernes de la derecha y eso, debemos vigilarlo si queremos preservar la democracia. Aunque, insisto, un discurso con tantas carencias, sin buenos oradores y tan lejano de la realidad, terminará en un proceso de implosión.

Notas relacionadas

Noticias de México y el mundo, sin adornos ni filtros, directas y fieles a la realidad, ¡todo lo que necesitas saber!