Opinión|| México y España: La dignidad y el berrinche

La relación entre México y España es una fuente inagotable de análisis e interpretaciones, pero tampoco de que, si en la actualidad existe un “trauma de la conquista”, éste parece hoy en día más doloroso de aquel lado del océano que de este.

Datos concretos:

El Presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, llegó a la presidencia después de toda una vida de lucha en favor de las causas sociales y democráticas con más de treinta millones de votos.

La primera mujer Presidenta de México, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, ha acompañado esa lucha desde hace 25 años además de su compromiso anterior con los derechos de los universitarios, y fue votada por más de treinta y cinco millones de mexicanos, lo que supera la votación recibida por su predecesor.

Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia nació del entonces Príncipe de España, Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón y de la princesa griega Sofía Margarita Victoria Federica.

Mediante las leyes de sucesión impuestas por el dictador Francisco Franco Bahamonde, Juan Carlos fue designado sucesor del “Caudillo de España por la Gracia de Dios”, quien gobernó con puño de hierro el Estado Español de 1939 a 1975, tras triunfar en la Guerra Civil (1936-1939) con el apoyo de los regímenes de Hitler Musolinni y el dictador portugués António Oliveira y Salazar y luego ratificado por la Constitución de 1978, que sigue vigente.

Felipe reina en España desde 2014 cuando su padre, en el colmo del desprestigio a causa de sus amoríos, cacería de animales y corrupción, abdicó para salvar la institución de la monarquía. Hasta ahí los únicos méritos del actual rey de España para ocupar el Palacio de la Zarzuela, residencia real.

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Obras son amores:

Si bien en sus primeras dos décadas, Juan Carlos fue labrándose un prestigio tanto interior como exterior como garante de la democracia y de la modernización de España, en sus últimos años era una figura en el desahucio de la popularidad.

Por su parte, su hijo no ha logrado hacerse ni de lejos de la popularidad que se construyó su padre, al menos en las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado. Es, por el contrario, un personaje antipático y carente de todo espíritu conciliador, pues uno de sus primeros actos de trascendencia fue convalidar la brutalidad policiaca con la que el entonces presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, ordenó para echar por tierra el referéndum catalán por la independencia en 2017. Las otras noticias que trascienden del actual monarca se relacionan con la pésima relación con su esposa Letizia Ortiz Rocasolano.

En España el rey reina, pero no gobierna, su labor es más bien protocolaria y representativa, por lo que es quien suele asistir a las ceremonias de toma de posesión de los nuevos mandatarios en los países a los que se le invite.

En este tema, Felipe VI de España ha protagonizado notables desfiguros en dichos actos a los que asiste desde 1996, aún en su calidad de Príncipe de Asturias. Ya como rey, fueron notorios los gestos despectivos hacia el expresidente boliviano Evo Morales, y los desaires con su ausencia las investiduras de Nicolás Maduro en Venezuela tras la muerte de Hugo Chávez, Jair Bolsonaro en Brasil o la de Nayib Bukele en El Salvador.

También se cuentan entre sus vergüenzas diplomáticas la falta de respeto al protocolo de vestimenta en la investidura de Luis Abinader en República Dominicana al portar un traje gris y no el blanco exigido por la etiqueta, a esto le sigue la falta de respeto a la de posesión del presidente colombiano Gustavo Petro cuando permaneció sentado mientras se honraba una reliquia histórica de gran trascendencia como lo es el sable del Libertador de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, Simón Bolívar a quien, dicho sea de paso, los medios españoles profesan, junto con los aztecas y Fray Bartolomé de Las Casas, una tirria monumental. Su último desplante fue retrasar la ceremonia del presidente chileno Gabriel Boric, pero apenas el año pasado tuvo un lugar de honor en la de Javier Milei en Argentina, lo que expone a la perfección sus filias y fobias.

Is insoltin an onaxéptabol

El caso de la carta enviada de manera privada por el presidente López Obrador al monarca español para participar en 2021 en un acto conjunto de solicitud de perdón histórico a los pueblos originarios de México, filtrada a los medios, ridiculizadas por propios y extraños y nunca contestada de manera directa por la Casa Real, sino por un escueto comunicado de la cancillería española que rechaza de manera tajante hasta los puntos y las comas del documento, ha sido ya motivo de muchas relatorías, opiniones e interpretaciones.

En esta ocasión es noticia la indignación expresada por el actual presidente del gobierno español, el “socialista” Pedro Sánchez Pérez-Castrejón por la “inaceptable” e “inexplicable” exclusión del rey a la toma de posesión de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, misma que se da en seguimiento y concordancia con la grosería cometida por Felipe VI a López Obrador, pues la invitación fue dirigida directa y únicamente al propio Sánchez; “por este motivo, el Gobierno de España ha decidido no participar en dicha toma de posesión a ningún nivel”.

Amigas y rivales:

Como siempre que se producen opiniones divergentes en los temas históricos entre México y España, el país ibérico desvía los datos incómodos y los reviste de expresiones edulcoradas que enfatizan los lazos culturales y de una hermandad que en la realidad no se ve más que entre los intereses de compañías como BBVA, Santander, Iberdrola, Naturgy (antes Gas Natural), Repsol, Movistar y OHL, ninguna de ellas conocida precisamente por su amor o si quiera interés por la cultura e idiosincrasia de los países a donde llegan a explotar con enormes beneficios el medio y los capitales nacionales.

La decisión de la Dra. Sheinbaum es la correcta, pues se trata de mantener firme la exigencia de respeto a la dignidad de México y sus instituciones. No es en sentido alguno, una “crisis diplomática”, como se lamenta con semblante lastimero Pedro Sánchez, sino de un signo de coherencia política, histórica y moral, pero al igual que en 2021, la embestida española de la prensa y los corifeos de la monarquía no se hizo esperar y nuevamente, el sobrevalorado y plagiario escritor, Arturo Pérez Reverte se lanzó en su red social X contra los presidentes saliente y entrante, tachándolos de “imbéciles, oportunistas, demagogos, sinvergüenzas o las cuatro cosas a la vez”; ese es el nivel de análisis con el que se retrata de cuerpo entero –otra vez- un autor que no ha dudado al momento de lucrar con los problemas y la historia de México para escribir sus novelas.

Igualmente, el diario ABC, del que pueden decirse muchas cosas respecto de su pasado franquista y de su línea contemporánea anti latinoamericana, se ha esmerado en publicar paparruchas –que es como la Real Academia Española sostiene que es correcto llamarle en castellano a las “fake news”- como que la invitación a la toma de posesión de la Dra. Sheinbaum se hizo a la Infanta Leonor para evitar así la presencia de su padre, el rey, versión ya desmentida por la presidenta electa.

Por su parte, los diputados del PAN enviaron una carta a la embajada para congraciarse con el monarca, un texto tan insulso y hueco de dos cuartillas que no vale la pena reseñar y cuyo dato más trascendente, eso sí, para un estudio de la esquizofrenia política, es la referencia al apotegma de su odiado Benito Juárez, ni si quiera bien citado, de “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

No cabe duda que el tema de la relación entre ambos países es una fuente inagotable de análisis e interpretaciones, pero tampoco de que, si en la actualidad existe un “trauma de la conquista”, éste parece hoy en día más doloroso de aquel lado del océano que de este, donde la amplísima diversidad étnica y cultural nunca deja de llenarnos de orgullo.

Juan Carlos Esparza Ramírez

Maestro en Historia de México por el Instituto Cultural Helénico. Licenciado en Ciencias de la Cultura por la Universidad del Claustro de Sor Juana. Obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados por el Doctorado en Antropología de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, España. Es docente en la Universidad del Claustro de Sor Juana la Universidad Pontificia de México, en Centro Eleia en el Centro Cultural La Isla de Minerva. Es cofundador de Opus Artis, institución dedicada a la valuación de obras de arte a la gestión cultural y a la impartición de cursos y diplomados de educación en línea. En el ámbito museístico fue el desarrollador en curaduría y museografía del Museo de la Cristiada (Aguascalientes), así como director del mismo. Realizó trabajos de Investigación y servicios educativos en los museos Frida Kahlo y Museo Interactivo de Economía. Como gestor cultural ha desarrollado a través de Opus Artis diversos encuentros académicos y presentaciones de libros en la Universidad Pontificia de México, Casa del Poeta Ramón López Velarde e impartido diversas ponencias en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Universidad Pontificia de México, Casa de las Américas (La Habana, Cuba), Universidad de Salamanca (España).

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