Por Miguel Ángel Lizama
@Migueliz8
“¿DE DÓNDE VA A SACAR 500 MIL MILLONES?”, fue la burla de José Antonio Meade Kuribreña cuando AMLO dijo en 2018 que del combate a la Corrupción saldría el costo de los proyectos que planeaba para México el puntero de las encuestas, maiceadas o no. En ese momento, MEDIO MILLÓN DE MILLONES de pesos era planteado como exorbitante por el entonces candidato del PRI a la Presidencia, ex Srio. de Hacienda, para que pudiera ser considerado al alcance de AMLO. Lo impensable. Ni en los sueños más locos de cualquier neoliberal.
AMLO lo reiteró. Con el fin de la Corrupción habrá dinero para impulsar el desarrollo del país y crear Bienestar para el Pueblo de México. Por su parte, el Señor de los Cálculos en Servilletas expuso cifras descomunales para “demostrar” que si al Gobierno Federal apenas le alcanzaban los billones del Presupuesto para cubrir rescates, compromisos internacionales, obras en ejecución y comprometidas, gasto corriente de la burocracia nacional y el fomento a la industria (sin aclarar cuál), SERÍA IMPOSIBLE que la colosal cantidad planteada por Andrés Manuel pudiera salir de algún lado y destinarse a obras sin el aval de los grandes acreedores que veían con recelo su candidatura, entonces marchando “en caballo de hacienda”.
Impasible, AMLO volvió a insistir. Sin Corrupción, el país mejorará. Políticos opositores, empresarios y medios coludidos, festejaron como broma la seguridad de AMLO, vistos los sesudos cálculos del eminente doctor en Finanzas Meade Kuribreña. Haciéndole segunda, el abanderado del PAN, el chico sonrisas, lanzaba su propuesta de autos eléctricos baratos para todos (con las probables carcajadas de Elon Musk) y olvidarse de la gasolina, así como celular en cada parcela para saber la cotización diaria de los productos del campo mexicano. El único que tomó con seriedad las palabras de Andrés Manuel fue EL PUEBLO DE MÉXICO. Y lo eligió por abrumadora mayoría (sólo 17.5 millones de votos de ventaja sobre su más cercano opositor que se quedó en 12.6, según cifras del INE).
A poco más de 2 años de eso, el Presidente López Obrador informó con legítimo orgullo que del combate a la corrupción su gobierno había obtenido ¡UN MILLÓN DE MILLONES! empleados en beneficio de los mexicanos. El DOBLE de lo que el calculista en servilletas planteó como onírico imposible. En ese reconocimiento, AMLO no omitió el valiosísimo apoyo de los migrantes con sus remesas, no sólo de inmenso valor económico, sino principalmente testimonial de la confianza que levantó en el pueblo de aquí y de allá. Ahí pegadito puso el papel de las Fuerzas Armadas, trabajando bien las órdenes de su Comandante en Jefe, como lo hace todo el Gabinete, hasta con la inesperada irrupción de la pandemia del Covid-19 que descubrió otro filón de corruptelas a costas de la salud de los mexicanos.
Y eso es sólo el principio. Quedan muchos pendientes por revisar y atender. El pillaje del PRIAN fue brutal. ¡36 años de saqueos! Por eso el pueblo mexicano se debatía en la pobreza y desigualdad, pues todo se lo llevaban los depredadores. Hoy van pasando a la báscula del SAT, la UIF y, lo que es peor, la FGR que se ha visto lenta, no sólo por los jueces que esperan el mínimo error para liberar a sus financiadores, sino por los lastres que dejó la Corrupción, que jamás encontraron “elementos para procesar”, cuando en otros países caían como moscas.
La cereza del pastel será el JUICIO A LOS EX PRESIDENTES que la gente espera con ansias. No sería temerario pensar que el Fiscal Gertz Manero debe estarse preparando, con nuevos Agentes del MP, más minuciosos, menos proclives a los arreglos con defensores, insertando errores deliberados, como minas terrestres para que los jueces detonen los expedientes y las acusaciones vuelen por los aires. No es lógico que AGM espere para actuar hasta el resultado de la Consulta que, sin pecar de prejuicioso, se anticipa condenatoria. Deberá ejercer sus facultades hasta entonces, aunque preparándose desde ahorita. Despacio, pero la FGR avanza con certeza. Tiene millones de ojos sobre ella, NO PUEDE FALLAR.