Enrique Alfaro se despide de Jalisco entre violencia, represión y autoritarismo
Staff Sin Línea,
8 diciembre, 2024
3 min de lectura
Antes de concluir su sexenio, Enrique Alfaro afirmó que dejaba la gestión de Jalisco con la frente en alto ante sus resultados.
De acuerdo a una investigación periodística realizada por el periodista Obed Rosas para Sin Embargo Mx, Enrique Alfaro, quien dejó la gubernatura de Jalisco el pasado viernes, heredó a su sucesor, Pablo Lemus Navarro, una crisis sin precedente de inseguridad así como de violaciones a derechos humanos por parte de la policía estatal. Asimismo, los señalamientos por corrupción marcaron su administración al frente del tercer estado más poblado de México.
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Su gestión, que inició con grandes expectativas al ser el primer Gobernador emanado del partido Movimiento Ciudadano, cierra entre críticas por el incremento de desapariciones, homicidios dolosos y una administración calificada por expertos como autoritaria y polarizante.
El gobierno de Alfaro en medio de la violencia
El gobierno de Alfaro será recordado por la intensificación de la violencia en Jalisco. Bajo su administración, el estado se convirtió en el epicentro de desapariciones forzadas y fosas clandestinas en México. Según datos del exrector de la Universidad de Guadalajara, Víctor Manuel González Romero, durante su sexenio se registraron 24 mil desaparecidos, un aumento del 258 por ciento en comparación con la administración anterior.
En materia de homicidios dolosos, los números también fueron alarmantes: más de 12 mil asesinatos ocurrieron durante su gestión, un incremento del 38 por ciento respecto al gobierno previo. Las cifras oficiales, aunque preocupantes, han sido cuestionadas por analistas y periodistas ya que podría existir un subregistro. Además, los analistas aseguran que la delincuencia organizada mantuvo un control significativo en el estado.
Expertos como el académico Roberto Castelán han señalado que Alfaro representó un autoritarismo marcado por la megalomanía, la irritabilidad y el desprecio hacia las críticas. Desde minimizar los feminicidios hasta mostrar desdén por las madres buscadoras, su gestión dejó una sociedad profundamente fracturada.
“Jalisco es hoy una tragicomedia; el humor es lo único que le queda a una sociedad rota ante un liderazgo autoritario”, resumió Castelán para Sin Embargo MX.
Acusaciones de represión en sexenio de Alfaro
Desde el inicio de su mandato, Alfaro enfrentó acusaciones por el uso excesivo de la fuerza pública contra manifestantes y críticos. Casos emblemáticos como el de Giovanni López, un joven que murió tras ser detenido arbitrariamente por no portar cubrebocas en mayo de 2020, se convirtieron en símbolos de la represión durante su gobierno. Las protestas que siguieron al asesinato derivaron en detenciones masivas y abusos documentados por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Otros episodios de represión incluyen la detención de mujeres que protestaban contra la violencia sexual en 2021 y la aprehensión de manifestantes en 2023 que se oponían a un desarrollo inmobiliario en el Parque Natural Huentitán. Estas acciones reflejaron lo que expertos han señalado como un “estado autoritario”, donde las fuerzas de seguridad actuaban con impunidad.
Finalmente, en su último informe de gobierno, Alfaro intentó destacar sus logros, pero las cifras y la percepción ciudadana apuntan a un fracaso generalizado en áreas clave como seguridad, derechos humanos y desarrollo social. Según el periodista Pedro Mellado, el sexenio de Alfaro “fue un verdadero desastre”, caracterizado por el desdén hacia las responsabilidades esenciales de gobernar.
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